Como se analizó en la entrada pasada es casi imposible para la astronomía moderna concebir la verdadera estructura del Cosmos. Muchas de las interpretaciones de la estructura actual son creaciones realizadas en base a la radiación de micro ondas y fuerzas gravitaciones. Lo anterior sería como describir un edificio a través del tacto.
Sin embargo, en el caso del universo se pueden obtener algunas conclusiones indirectas. Por ejemplo, se sabe que Atractor Shapley está "jalando" gravitacionalmente al grupo local de galaxias (con la Vía Láctea en el centro) hacia su dirección.
Pero el año 2017 se hizo un descubrimiento sorprendente que confirma la Cosmología del Libro de Urantia. Se le llama el Repelente de dipolos, un agente que juega un papel repulsivo en los flujos de velocidad opuesto al papel del atractor Shapley.
Uno de los autores del descubrimiento de 2017, Hoffman, le dijo al The Guardian: "Mostramos que el atractor del supercúmulo de Shapley realmente nos atrae, pero casi 180 grados en la otra dirección hay una región sin galaxias, y esta región nos empuja hacia atrás. Así que ahora tenemos una atracción de un lado y un empujón del otro. Es una historia de amor y odio, atracción y repulsión."
Lo anterior es una prueba que apunta a lo expresado en el Libro de Urantia con respecto a la atracción gravitacional de la Isla del Paraíso, Havona y los cinturones oscuros de gravedad que ejercen sobre Orvonton, y por el otro lado, girando en dirección opuesta, los enormes e inmensos niveles del espacio exterior, con espacios vacíos, para después aparecer los cinturones posteriores de galaxias.
La imagen anterior muestra las flechas de dirección opuestas de los superuniversos y los niveles exteriores del espacio. El superuniverso de Orvonton estaría compuesto por el grupo local de galaxias (con la Via Láctea en el interior), los niveles exteriores con sus múltiples rotaciones inversas son aquellas galaxias lejanas observadas por el Hubble. Las revoluciones de éstos cuerpos han generado la ilusión óptica de un alejamiento de las galaxias (lo cual se asocia al Big-Bang), pero en realidad son rotaciones que dan la sensación de fuga o alejamiento. En el futuro la astronomía descubrirá estupefacta estos asuntos, y el repelente de dipolos es un paso en esa dirección.