Los Reveladores del Libro de Urantia hicieron muy bien en expresar las palabras anteriores. Ellos nos indican que no necesitaban decirnos todos los detalles contextuales de los conceptos revelados, los cuales son parciales. Claramente la especulación creadora es esencial para que podamos crecer en la exploración de la verdad. No hay problema en que llenemos "huecos" o "lagunas" en declaraciones generales y abarcativas de una Revelación, eso nos unifica con la realidad y la Revelación deja de ser una bella historia, un cuento de hadas.
Esta Revelación ciertamente está conectada con los hechos reales.
Es cierto que el Libro de Urantia en algunos temas es taxativo y claro. Por ejemplo, la Reencarnación es descartada como un fenómeno real en el universo. También que los muertos regresen como fantasmas tras la muerte para ver a sus seres queridos, etc. Sin embargo, hay muchos asuntos que no son explicados o declarados, no de forma explícita. Y en estos asuntos, claramente hay que ser razonables y tomar en cuenta las declaraciones anteriores, y además éstas otras:
92:4.9 (1008.2) 5. Los documentos de Urantia. (…) Pero ninguna revelación es completa hasta la
que se obtiene cuando se llegue al Padre Universal. Todas las demás
ministraciones celestiales no son más que parciales, transitorias y adaptadas prácticamente a las condiciones
locales en el tiempo y en el espacio. Aunque estas admisiones puedan tal
vez restar la fuerza y autoridad inmediatas a todas las revelaciones, ha
llegado el momento en Urantia en que es aconsejable hacer estas declaraciones
francas, aun a riesgo de debilitar la influencia futura y autoridad de éstas,
las más recientes revelaciones de la verdad para las razas mortales de Urantia.
101:4.2 (1109.3) La humanidad debe comprender que
nosotros, quienes participamos en la revelación de la verdad, estamos limitados
muy rigurosamente por las instrucciones de nuestros superiores. No tenemos
libertad para anticipar los descubrimientos científicos de mil años. Los
reveladores deben actuar de acuerdo con las instrucciones que forman parte del
mandato de revelación. No vemos forma alguna de superar dicha dificultad, ni
ahora ni en un tiempo futuro. Bien sabemos que, mientras los hechos históricos
y las verdades religiosas de esta serie de presentaciones reveladoras
permanecerán en los registros de las eras venideras, dentro de pocos años
muchas de nuestras declaraciones sobre las ciencias físicas necesitarán una
revisión como consecuencia de desarrollos científicos adicionales y de nuevos descubrimientos. Estos
nuevos desarrollos los anticipamos desde ya, pero se nos prohíbe incluir tales
hechos aún no descubiertos por la humanidad en nuestros registros revelatorios.
Aclaremos que las revelaciones no son necesariamente inspiradas. La cosmología
de estas revelaciones no es inspirada.
Está limitada por el permiso que tenemos para la coordinación y selección del
conocimiento actual. Aunque el discernimiento divino o espiritual sea un don, la sabiduría humana debe evolucionar.
El Libro de Urantia no es inspirado, y hay muchos hechos concretos que no niegan las declaraciones de los Documentos, más bien obviamente las amplían, complementan y llevan a un plano de integración con la realidad.
Uno de los ejemplos es el de los Anunnakis y los Cien de Caligastia, explicado en el Canal de Youtube vinculado a éste blog. Es sorprendente que algunos lectores (por ahora pocos, afortunadamente) han caído en una especie de fundamentalismo conceptual y textual de los Documentos.
Es cierto que la expresión "Anunnakis" NO aparece en los Documentos (¡Porque así les llamaban los Sumerios, tal como nosotros llamamos "Tierra" a Urantia por Dios!) , tal como se advierte desde el primer minuto del vídeo, pero TODAS las declaraciones textuales de los Documentos (mostradas también en el vídeo) apuntan a un razonamiento evidente que fueron los Cien. Notemos:
1 ¿Eran los Cien los ancestros primigenios de los Noditas, y por ende, de los Sumerios posteriores? Respuesta: Si. De hecho aparece declarado explícitamente en el Libro de Urantia.
2 ¿Fueron los Cien incluidos en la mitología subsiguiente como dioses, apuntados en el folclore de los pueblos? Respuesta: Sí, y es evidente que esto partiría con su propio pueblo descendiente, los sumerios. Y esto aparece declarado explícitamente en el Libro de Urantia.
3 Ahora, ¿son los llamados Anunnakis para los Sumerios una especie de dioses o seres sobrehumanos principales? Respuesta: Si
La cuestión y conclusión parece evidente y lógica entonces. No importa que la narrativa sumeria esté deteriorada, distorsionada y condimentada con folclore épico posterior. No estamos hablando de eso, y en el vídeo quedó explicado. Lo que se comenta es que el núcleo del mito Anunnaki apunta claramente y de forma evidente a los Cien. Y no importa aquí la concepción moderna y popular de los Anunnakis descrita por Zacarías Sitchin. Eso también quedó explicado en el vídeo que es una desviación de los asuntos.
Si unimos todo lo anterior a ciertas referencias al "árbol de la vida", los "igigis", y otros asuntos, la conclusión se refuerza. Esto es simplemente lógica.
Así que no comprendo el problema que tienen algunos lectores de Urantia por la palabra "Anunnaki". De hecho, observemos ésta otra cita en torno a los dioses griegos:
80:7.5 (895.5) Todo el arte y la genialidad de este
último pueblo son un legado directo de la posteridad de Adanson, el primer hijo
de Adán y Eva, y de su extraordinaria segunda esposa, una hija descendiente en
línea ininterrumpida del puro estado mayor nodita del Príncipe Caligastia. No
es de extrañar que los griegos tuvieran las tradiciones mitológicas de que
descendían directamente de los dioses y de seres superhumanos.
¿Es un "sacrilegio y herejía urantiana" declarar que los "dioses del Olimpo" eran realmente los adanitas (adansonitas) y noditas combinados? ¿Hay un problema con la expresión "dioses del Olimpo" cuando se nos está diciendo OBVIAMENTE lo mismo de otra forma?
Pues ese es el problema conceptual-textual preocupante que estoy advirtiendo en algunos lectores del Libro de Urantia:
88:2.7 (969.5) En los tiempos antiguos, la palabra de
autoridad fetiche era una doctrina que inspiraba temor, el más terrible de
todos los tiranos que esclavizan al hombre. Un fetiche doctrinal conducirá al
hombre mortal a echarse en las garras de la mojigatería, el fanatismo, la
superstición, la intolerancia y las crueldades bárbaras más atroces. El respeto
moderno por la sabiduría y la verdad no es más que una huida reciente de la
tendencia a crear fetiches hacia unos niveles más elevados de pensamiento y
razonamiento. En lo que concierne a los escritos fetiches acumulados que
diversos practicantes de la religión consideran como libros sagrados, no
solamente creen que lo que figura en el libro es verdad, sino que el libro
contiene toda la verdad. Si uno de estos libros sagrados dice por casualidad
que la Tierra es plana, entonces, durante largas generaciones, los hombres y
las mujeres por otra parte sensatos se negarán a aceptar las pruebas positivas
de que el planeta es redondo.
No debe transformase el Libro de Urantia en un fetiche de autoridad, puesto que los mismos Reveladores se oponen a eso. Ese es el problema, porque "todas las pruebas positivas" apuntan a, por ejemplo, que los Anunnakis eran los Cien. Pero rápidamente la sensatez puede perderse al elevar el texto a la categoría de fetiche.
Pero es penoso que el ser humano, en su ansia de buscar una seguridad de autoridad, haya salido de las aguas de la Religión de la Autoridad en donde anteriormente consideraba a un antiguo Libro como Fetiche, para ahora intentar con la Religión Revelada, transformarla nuevamente en otro Libro Fetiche. Este problema y paradoja de los "religionistas" es ampliamente comentado en algunos Documentos del Libro de Urantia.
Esto no es nuevo. Quiénes aceptaron la Religión del Espíritu proclamada por Jesús de Nazaret, disfrutaron de una gran libertad espiritual al despojarse de una religión humana de autoridad bajo el peso los Escribas y Fariseos. Pero en solo una generación, los cristianos transformaron la Religión de Jesús en un sistema estructurado con sentencias y frases que con los siglos llevó al hombre nuevamente a un Credo bajo la Iglesia Estatal de Roma.
Espero sinceramente que los lectores que tengan éstas dificultades, hagan un trabajo interior honesto y de humildad, intenten no centrarse en la letra, sino el espíritu que transmite la Revelación, puesto que eso finalmente nos lleva al avance en la religión interior del Espíritu.
Actualización
Como ejemplo a lo tratado en ésta entrada, durante siglos los literalistas bíblicos creían que la expresión "día" narrada en el Génesis tenía que forzosamente entenderse como un día de 24 horas. También que si no aparecía en la Biblia la expresión "hombres en América", entonces éstos no eran seres humanos descendientes del linaje de Adán. Esto llevó, para algunos, a la creencia que los amerindios no eran humanos, y por ende, estaba justificada una suerte de exterminación. Y otros religiosos bíblicos más modernos niegan la creencia en la vida en otros planetas, porque la Biblia no declara dicha información. Pero el que una fuente simplemente no mencione una expresión u omita un asunto, sin incluso negarlo, no significa que no exista.
