viernes, 27 de agosto de 2021

Los "agujeros negros" y el Libro de Urantia


Hace pocas semanas se detectó  por primera vez luz deformada que sale de detrás de un agujero negro. 


Esto es para los físicos algo tremendamente extraño, porque según la concepción clásica de los agujeros negros, toda la luz que entra en ese agujero negro no sale, por lo que no deberíamos poder ver nada de lo que hay detrás del agujero negro. 

Esto se ha tratado de explicar con la deformación del espacio, pero sin embargo, parece que es más que solo eso.

También hace poco el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y el Observatorio Swift de Neil Gehrels captaron unos anillos brillantes y espectrales alrededor de un agujero negro. Esto significa que hay una gran interacción entre las estrellas cercanas y el agujero.

Lo anterior me recuerda lo que revela el Libro de Urantia:

(171.5) 15:5.10 Algunas islas oscuras densas son el resultado directo del agregado de energía de transmutación en el espacio. Otro grupo de estas islas oscuras se ha originado por la acumulación de enormes cantidades de materia fría, meros fragmentos y meteoros, que circulan por el espacio. Dichas agregaciones de materia nunca han sido calientes y, excepto por su densidad, su composición es muy similar a la de Urantia.

(171.6) 15:5.11 8. Soles quemados. Algunas de las islas oscuras del espacio son soles aislados quemados, habiendo emitido toda su energía espacial disponible. Las unidades organizadas de la materia aproximan la condensación plena, una virtual consolidación completa; y se requieren edades tras edades para que dichas enormes masas de mate-ria altamente condensada se vuelvan a cargar en los circuitos del espacio y por lo tanto se preparen para nuevos ciclos de función universal después de un choque o de algún acontecimiento cósmico igualmente revivificador.

Como usted nota,  los Documentos dicen algo que la ciencia actual aún desconoce. Se comenta que éstos soles muertos pueden volver a recuperarse, por lo que no serían exactamente "hoyos", sino que aún contendrían materia:

(464.2) 41:7.15 Estos soles muertos o moribundos pueden ser rejuvenecidos por el impacto de un choque o pueden recargarse por ciertas no luminosas islas de energía del espacio o a través de la atracción de la gravedad, ‘roban’ a los soles o sistemas más pequeños cercanos. La mayoría de los soles muertos serán revivificados mediante estas u otras técnicas evolucionarias. Los que finalmente no se así recarguen están destinados a sufrir la desintegración por explosión de la masa, cuando la condensación gravitacionaria llegue al nivel crítico de la condensación ultimatónica de la presión energética. Dichos soles que desaparecen se convierten de este modo en energía de la forma más rara, admirablemente adaptada a energizar a otros soles más favorablemente ubicados.

Estoy seguro que dentro de nuestra generación se irá comprobando ésta visión asombrosa de los Documentos. De hecho, ya las noticias de éstos días apuntan a esa dirección.