En una entrada anterior de
“Crónicas de los Anditas” hablamos de la migración a Isla de Pascua:
Crónicas de los Anditas -
Parte III
Sin embargo, en esta
entrada profundizaremos en la ruta que llevó a estos anditas por el Pacífico.
(873.3)
78:5.7 Atravesaron el Pacífico por
etapas fáciles, quedándose en las
múltiples islas que encontraban en el camino. Las islas del grupo polinesio
eran más numerosas y más grandes que lo que son actualmente, y estos marineros
anditas, junto con otros que les siguieron, de paso modificaron biológicamente a los grupos nativos. Como resultado de
la penetración andita se desarrollaron muchos florecientes centros de
civilización en estas tierras, hoy día sumergidas. La Isla de Pascua duró mucho
tiempo a fuerza de centro religioso y administrativo de uno de estos grupos
perdidos.
Stephen Oppenheimer, en su
obra "Eden in the East", alude a la existencia de rubios con ojos
azules en Melanesia. Carl Lumholtz, en su libro "Trough Central
Borneo", los encuentra en el interior de Borneo. En la obra "Eastern
Islands, Southern Seas" se nos dice: "Duncan MacIntyre [a mediados
del siglo XIX] exploró el río Leichhardt, que desemboca en el golfo de
Carpentaria [Australia], y lo que es más intrigante, informó de haber visto
niños con ojos azules claros, pelo rojo, y cuerpos casi blancos entre las
tribus aborígenes".
En Nueva Zelanda
(Polinesia) existe una raza de rubios llamada "turehu" (los albinos
son llamados "korakorako"). Habitan en las montañas, y fueron
derrotados y absorbidos por nuevas migraciones hacia el siglo XIV. (En general
los polinesios llaman "keu" a los pelirrojos y "ehu" a los
rubios.) En la página 189 de "Eastern Islands, Southern Seas"
hallamos la siguiente afirmación: "La mayor parte de los polinesios son
altos y bien construidos, con cuerpos masivos.
Abundantes rubios negros en las Islas del Pacífico |
Los hallazgos revelan una
variante genética funcional que ha llevado a los isleños del Pacífico a tener,
al mismo tiempo, la pigmentación más oscura de la piel fuera de África, y la
mayor prevalencia de pelo rubio fuera de Europa. Esto ha sido un misterio para
la Ciencia, pero la evidencia comienza a avalar la Revelación de Urantia.
Stephen Oppenheimer, en su
libro "Eden in the East", hace repetida alusión a los vínculos
genéticos de diferentes pueblos de Asia y Oceanía con el Occidente europeo. Por
ejemplo, en la página 196 nos informa de una relación genética próxima entre
los nativos de los Highlands meridionales de Nueva Guinea y los habitantes de
Europa, a partir del estudio del ADN mitocondrial (maternal). En la página 211
nos dice que el cromosoma Y (paternal) indica una ligamen genético entre las
regiones mongola-china (e incluso japonesa) y el Norte de Europa (posiblemente
a través de la población de lengua urálica que se instaló en el borde
septentrional de Escandinavia y Rusia). También señala:
"Las mutaciones del
gen de la beta-globina respalda la visión de que el cinturón de la talasemia
[un grupo de condiciones hereditarias de la sangre que provoca diversos grados
de anemia], desde el Pacífico hasta el Mediterráneo, no es sólo una
coincidencia..., sino que sólo puede marcar una antigua ruta de migración o
comercio" (página 216).
Notamos que esto concuerda a la perfección con la migración andita.
Se estima que los
polinesios, una de las ramas de este protopueblo caucasoide, ocupaban el este
de Indonesia hace al menos 17.000 años (Stephen Oppenheimer, "Eden in the
East", pág. 198). La cadena de topónimos y gentilicios podría ser un
marcador de la transmisión étnica, lingüística y cultural, tal vez llevada a
cabo por una antiquísima migración caucasoide, que estaría en la base de las
homologías mitológicas, artísticas y simbólicas que podemos encontrar en todo
el mundo. De hecho, los nativos de Micronesia tienen historias sobre el Jardín
de Edén. Y claramente los Anditas hacen encajar todas las piezas ya que
llevaron la cultura y la raza edénica por el mundo.
Parece ser que hubo un cataclismo (tal como declaran los Documentos) que hizo sumergir varias de estas islas que eran centros de civilizaciones anditas. Solo Isla de Pascua pudo perdurar más tiempo, pero los rastros quedan en los habitantes de las muchas islas del Pacífico.
Parece ser que hubo un cataclismo (tal como declaran los Documentos) que hizo sumergir varias de estas islas que eran centros de civilizaciones anditas. Solo Isla de Pascua pudo perdurar más tiempo, pero los rastros quedan en los habitantes de las muchas islas del Pacífico.