En entradas pasadas se
mencionó que en base a algunas opiniones de J. J. Benítez en su libro “La
rebelión de Lucifer” los seres intermedios tenían el aspecto similar a un
extraterrestre gris de baja estatura. Sin embargo, mis investigaciones
recientes y la vinculación del arte griego con los adanitas descendientes de
Adansón, ha causado que replantee esa teoría.
Recordemos que los
Intermedios son descendientes de Adán y Eva junto a los Noditas. Son primos de
los adanitas, y por ende, deben haber tenido un aspecto muy similar al de los
bellos griegos. La única diferencia sería su tamaño, ya que los Intermedios
nacían como seres que no crecían, y teniendo presente la altura de los
adanitas, estos deben haber conservado su tamaño pequeño similar a un niño. Imagina
a un ser de tres metros pariendo un bebé. Ese ser nacido aunque más grande que
un bebé normal, no debería superar el metro de estatura.
(866.6) 77:9.7 Aunque se
trajeron a la existencia plenamente desarrollados los seres intermedios —sin
experimentar ningún período de crecimiento ni desarrollo desde la inmadurez— no
cesan nunca de aumentar la sabiduría y experiencia.
Al igual que las estatuas griegas que nos
describen la belleza de los “dioses” adanitas, ¿encontramos correspondencia con
los Intermedios?
Sí, efectivamente existe esa relación. Tanto
los griegos como los romanos veneraron a los Lares y Genios, unas criaturas de
cara angelical y más pequeños que los dioses normales. Los Lares protegían las
casas (ver imagen lateral del aspecto pequeño de ellos), y sin duda son el prototipo original de los conceptos desarrollados de
los angelitos (niños alados) de la Iglesia, los Duendes y Hadas posteriores.
Recordemos que hay seres Intermedios de polaridad femenina, los cuales habrían
originado la creencia en las Hadas. Los Documentos nos dicen sobre esta
cultural idea ancestral de la “protección” o “vigilancia” de los futuros
duendes:
(862.1) 77:5.7 Vivió
Adansón durante 396 años. Volvió muchas veces a visitar a su padre y madre.
Cada siete años él y Ratta viajaban hacia el sur al segundo jardín, y
entretanto los seres intermedios lo
mantenían informado sobre el bienestar de su pueblo. Durante la vida de
Adansón, éstos contribuyeron mucho a la construcción de un centro mundial nuevo
e independiente para la verdad y la rectitud.
(862.2) 77:5.8 Así que
Adansón y Ratta tuvieron a su
disposición este cuerpo de asistentes maravillosos, que laboró con ellos
durante toda su larga vida asistiéndoles en la propagación de la verdad
avanzada y la difusión de normas superiores de vida intelectual, espiritual y
física. Y los resultados de este esfuerzo por mejorar el mundo jamás llegaron a
ser eclipsados por los retrocesos subsiguientes.
(864.4) 77:8.3 Ambas
órdenes son seres no materiales en lo que respecta a la nutrición y la
absorción de energía, pero comparten muchos rasgos humanos y pueden gozar y
comprender vuestro humor así como vuestra adoración. Cuando se asignan a mortales, entran en el espíritu del trabajo, reposo
y juego humanos. Pero los seres intermedios no duermen, ni poseen la
capacidad de procreación. En cierto sentido
los miembros del grupo secundario se diferencian como masculinos y femeninos;
de costumbre se refiere a ellos como «él» o «ella». y suelen colaborar en
parejas mixtas.
Lo anterior sería el
origen de los duendes, hadas, etc.
Es interesante que la
creencia en estos entes se dio tanto en Roma como en Grecia, donde fueron
llamados δαίμονες, démones, y parece que se
creyó en ellos desde los tiempos más antiguos. Todo indica que había una
vinculación con Adanson, del cual precisamente se originó la civilización
griega. Los demons o daimons no eran necesariamente malos. Existían malos y
buenos. De hecho, con algo de acierto, Platón definió un demon como un ser
intermedio entre los mortales e inmortales, puesto que debía transmitir los
asuntos humanos a los dioses y los asuntos divinos a los hombres.
La expresión “demonios”
que tan frecuentemente asociamos a los ángeles malos es realmente una adopción
de ese término griego “daimon” vinculado a estos lares y genios griegos. En las
Escrituras Hebreas no aparece la expresión “demonio”, ya que es una adopción de
un término adoptado de la cultura griega, de la misma forma como la expresión
Hades o Tártaro, claramente incorporados por los escritores cristianos.
Y es precisamente que los
Seres Intermedios Rebeldes causantes de algunas posesiones en los días de Jesús, fue lo que hizo que el término “daimon” o “demonio” fuera trasladado a la nueva
cultura cristiana como entes únicamente malignos.
(863.5) 77:7.4 Estos seres
intermedios desleales, sobre todo los asociados de Beelzebú, el jefe de los
seres intermedios apóstatas, podían dejarse ver a los ojos mortales bajo
ciertas circunstancias.
(863.6) 77:7.5 Pero antes
de los días de Cristo Micael en Urantia —antes del advenimiento universal de
los Ajustadores del Pensamiento y el derrame del espíritu del Maestro sobre
toda carne— estos seres intermedios rebeldes de hecho pudieron influir sobre
las mentes de ciertos mortales inferiores y controlar hasta cierto punto sus
acciones.
Justamente estas acciones anteriores a Pentecostés y su asociación con los Intermedios
Rebeldes fué lo que provocó la vinculación moderna que tenemos culturalmente de ellos como fuerzas netamente malignas.
Es interesante que en algunos frescos romanos notamos a estos daimons como seres alados con aspecto de niño,
lo cual no significa que vuelen, sino que se desplazaban a gran velocidad, tal
como aparece un daimon al lado de una liebre en la pintura inicial de esta
entrada.
También note a estos seres
en comparación al tamaño de los humanos en las otras representaciones. Vea la segunda lámina.
Cómo dije antes, la Iglesia Católica tomó esta apariencia de los Seres Intermedios y la vinculó con los ángeles guardianes bondadosos, y a los malignos con aspecto horrible.
Y otra línea pagana generó el concepto de las Hadas y Duendes.
Cómo dije antes, la Iglesia Católica tomó esta apariencia de los Seres Intermedios y la vinculó con los ángeles guardianes bondadosos, y a los malignos con aspecto horrible.
Y otra línea pagana generó el concepto de las Hadas y Duendes.
De la misma forma como la
imagen del Diablo sufrió modificaciones en su aspecto desde un “ángel de luz”
hasta ser representado como un ser horrible con cuernos, cola y alas de murciélago,
estos bellos seres comenzaron a ser representados como seres de aspecto
horrible, durante la Edad Media, y creando la mitología moderna del “duende” mas feo.