Edgar: Tendremos conciencia plena del yo mortal que experimento y tuvo nombre mortal? Seré/ seremos capaces de recordar de donde vengo y quien fui? Digo esto porque se el alma, esa criatura construida a base de experiencias de crecimiento son las que sobreviven, pero tengo muy presente no tengo claro el concepto de sobre vivencia Post muerte material.
Respuesta: Un rotundo sí. Los recuerdos no solo dependen del Alma, sino también de los datos respaldados por el Ajustador, además la "personalidad" tiene mucho de la esencia individual. Recordarás y serás recordado. De hecho, una de las primeras cosas que hacen los resucitados es consultar un "registro" para ver a sus seres queridos que les han precedido en la muerte. Hay muchos encuentros en la carrera ascendente.
Ahora bien, los defectos de carácter y muchas ideas preconcebidas son erradicadas gradualmente. En moroncia continúas tu crecimiento interior desde el mismo punto en que quedaste al morir. No empiezas de cero, continúas y sumas. Varios Documentos tocan estos asuntos, así que te animo a explorarlos.
Sin embargo, hay "recuerdos" de índole muy básica que no son transportados. Por ejemplo, cuantas veces fuiste al baño, orinaste, o cuales eran los modelos de autos o ropa que te gustaba, etc. Sin embargo, tu tendencia a lo infantil e inmaduro no es erradicado de golpe, que no es lo mismo que recuerdos. No debemos confundir los dos conceptos. Son los recuerdos burdos los que no sobreviven. Estas memorias elementales no son transferidas.
Aquello que no tiene significación real desde la perspectiva cósmica no sobrevive, no es "rescatado" como un "tesoro en los cielos". En cambio, los actos de bondad, las "pequeñas grandes cosas" de la vida que te emocionaron, te enriquecieron el alma, y te hicieron más noble, son llevadas como "tesoros" a los "cielos".
Por ejemplo, si al comer algo delicioso o contemplar una montaña, te has llenado en espíritu y experimentas agradecimiento espiritual, y un fuerte contacto de adoración, aquello se "respalda". Las caricias a tu madre, la sonrisa de un bebé, las acciones más complejas y altruistas, la ayuda espiritual al semejante, tu generosidad, tu paciencia, etc. Todo lo bueno, verdadero y bello, es respaldado y se une a los recuerdos más constituyentes de tu ser.