Véase también:
http://www.europapress.es/ciencia/astronomia/noticia-mision-juno-revelado-equivocacion-total-jupiter-20180111122303.html
Júpiter efectivamente podría ser catalogado como una especie de Sol que “abortó” en su permanencia como tal. Son asombrosos éstos descubrimientos porque insinúan que prácticamente Júpiter no tiene un núcleo sólido (tal como se pensaba antes), o si lo tiene, es casi indetectable y muy insignificante. Sin embargo, ahora la expresión científica más precisa es que Júpiter "tiene un núcleo enorme y difuso" de gases de otra densidad. Los Documentos asombrosamente dicen:
57:5.10 (656.6) Júpiter y Saturno, siendo derivados del mismo
centro de la enorme columna de gases solares sobrecalentados, contenían tanto
material solar altamente recalentado que relucían con luz brillante y emitían
enormes volúmenes de calor; fueron en realidad, por un corto plazo tras su
formación como cuerpos espaciales separados, soles secundarios. Estos dos,
los más grandes de los planetas del sistema solar, hasta la fecha siguen
siendo en gran parte gaseosos, no habiendo llegado siquiera a enfriarse aún
hasta el punto de la condensación o solidificación totales.
La frase anterior podría entenderse como si dejara abierta la
posibilidad de un núcleo pequeño interior sólido, pero sin embargo, debemos
contrastarla con el contexto inmediato:
57:5.11 (656.7) Los
núcleos gaseosos en contracción de
los otros diez planetas pronto alcanzaron la etapa de solidificación y
así empezaron a atraer hacia sí cantidades cada vez mayores de materia
meteórica que circulaba por el espacio cercano.
Entonces notamos por contraste que de alguna forma se nos está
dando a entender que los núcleos de los dos gigantes no son sólidos, puesto que
a diferencia de éstos, los núcleos de los otros planetas sí lo son. Entonces la
frase anterior sobre Júpiter y Saturno cobra más fuerza:
“no habiendo llegado
siquiera a enfriarse aún hasta el punto de la condensación o solidificación
totales”.
La inexistencia de un núcleo sólido, y la realidad de una especie de zona difusa y enorme, según las últimas evidencias científicas, da un respaldo a la Revelación.