Como notamos en la entrada pasada, los cien de Caligastia ya en su forma corpórea tenían rasgos morenos y con pelo negro, similar a los andonitas. Evidentemente estos cien de Caligastia y los cien andonitas modificados eran más altos que los andonitas nativos, pero aún no podríamos llamarles gigantes. Fue su prole tras la rebelión la que apareció con inesperados rasgos mutantes:
77:2.4
(857.1) Ya que los cien miembros corpóreos del séquito del Príncipe llevaban
plasma del germen de las cepas humanas andónicas, al practicar ellos la
reproducción sexual, se esperaría naturalmente que su prole se parecería mucho
a los hijos de otros progenitores andonitas. Pero cuando los sesenta rebeldes
del séquito, los seguidores de Nod, de hecho se entablaron en la reproducción
sexual, sus hijos resultaron muy superiores a los pueblos andonitas así como a
los sangik en casi todos los aspectos. Esta superioridad inesperada caracterizó
no sólo las cualidades físicas e intelectuales, sino también las capacidades
espirituales.
Recordemos que la raza roja original tenía gran altura, y los verdes con naranjos podían ser considerados gigantes. Sin embargo, los noditas nacidos de la reproducción de los mismos miembros del séquito eran muy superiores a todos éstos pueblos. Esta mutación inesperada debe haber agradado a Caligastia quién estaba ansioso por experimentar en un mundo decimal.
77:2.3 (856.6) La era posrebelión en Urantia presenció muchos acontecimientos insólitos. Una gran civilización —la cultura de Dalamatia— se desmoronaba. «Había gigantes (noditas) en la tierra en aquellos días, y cuando estos hijos de los dioses se llegaron a las hijas de los hombres y les engendraron hijos, éstos fueron ‘los valientes de antaño’, ‘los varones de renombre’»
77:2.5 (857.2) Estos rasgos mutantes que aparecieron en la primera generación de noditas resultaron de ciertos cambios que se habían forjado en la configuración y los componentes químicos de los factores hereditarios del plasma del germen andónico. Estos cambios fueron ocasionados por la presencia de poderosos circuitos de mantenimiento vital del sistema de Satania en el cuerpo de los miembros del séquito. Estos circuitos vitales hicieron que los cromosomas del modelo especializado de Urantia se reorganizaran más al estilo de los modelos inherentes en la especialización estandardizada sataniana de la manifestación de vida ordenada nebadónica. La técnica de esta metamorfosis del plasma del germen por acción de las corrientes vitales del sistema es parecida a aquellos procedimientos por los cuales los científicos de Urantia modifican el plasma del germen de las plantas y animales mediante los rayos X.
En la imagen superior se observa el ejemplo aludido en los Documentos con respecto a los experimentos realizados en moscas y plantas, en donde se han observado mutaciones y gigantismo. Algo similar ocurrió en los hijos de los Cien, debido a la reorganización genética descrita en el párrafo anterior.
Recordemos que la raza roja original tenía gran altura, y los verdes con naranjos podían ser considerados gigantes. Sin embargo, los noditas nacidos de la reproducción de los mismos miembros del séquito eran muy superiores a todos éstos pueblos. Esta mutación inesperada debe haber agradado a Caligastia quién estaba ansioso por experimentar en un mundo decimal.
77:2.3 (856.6) La era posrebelión en Urantia presenció muchos acontecimientos insólitos. Una gran civilización —la cultura de Dalamatia— se desmoronaba. «Había gigantes (noditas) en la tierra en aquellos días, y cuando estos hijos de los dioses se llegaron a las hijas de los hombres y les engendraron hijos, éstos fueron ‘los valientes de antaño’, ‘los varones de renombre’»
77:2.5 (857.2) Estos rasgos mutantes que aparecieron en la primera generación de noditas resultaron de ciertos cambios que se habían forjado en la configuración y los componentes químicos de los factores hereditarios del plasma del germen andónico. Estos cambios fueron ocasionados por la presencia de poderosos circuitos de mantenimiento vital del sistema de Satania en el cuerpo de los miembros del séquito. Estos circuitos vitales hicieron que los cromosomas del modelo especializado de Urantia se reorganizaran más al estilo de los modelos inherentes en la especialización estandardizada sataniana de la manifestación de vida ordenada nebadónica. La técnica de esta metamorfosis del plasma del germen por acción de las corrientes vitales del sistema es parecida a aquellos procedimientos por los cuales los científicos de Urantia modifican el plasma del germen de las plantas y animales mediante los rayos X.
En la imagen superior se observa el ejemplo aludido en los Documentos con respecto a los experimentos realizados en moscas y plantas, en donde se han observado mutaciones y gigantismo. Algo similar ocurrió en los hijos de los Cien, debido a la reorganización genética descrita en el párrafo anterior.
77:2.6
(857.3) Así los pueblos noditas surgieron de ciertas modificaciones
particulares e inesperadas que se produjeron en el plasma vital que fue
transplantado por los cirujanos de Avalón del cuerpo de los contribuidores
andonitas al de los miembros del séquito corpóreo.
Asi se originó la raza Nodita debido a esta recombinación genética entre células de las razas andonitas y las energías circulantes moronciales mezcladas en estos cuerpos que podían procrear entre sí y no directamente por un apareamiento entre los miembros del séquito con nativos humanos. Sin embargo, las siguientes generaciones de noditas si se mezclaron con nativos y posteriormente con los adanitas.
Esta primera generación de hijos gigantes del séquito dió origen al pueblo nodita del orden gigante y con una larga vida. Esta primera generación fué el origen de la dinastía divina de los sumerios. De hecho, el sacerdote babilonio Beroso, miles de años después, dijo que los primeros Sumerios era unos "extranjeros de cabezas o caras oscuras", lo que popularmente intentó ser la definición inexacta de la palabra sumerio, aunque en efecto, los reyes que eran parte de esta primera generación de noditas eran efectivamente (una raza de extranjeros venidos desde el "cielo") de piel oscura ya que poseían características similares a los nativos andonitas, aunque ahora tenían una gran altura.
77:2.10 (857.7) Cuando los arqueólogos desentierran las crónicas en tabletas de arcilla de los descendientes sumerios de los noditas más recientes, se descubren listas de reyes sumerios que se remontan en el tiempo varios miles de años; a medida que se van remontando cada vez más, el reinado de cada uno de estos reyes se prolonga de unos veinticinco o treinta hasta ciento cincuenta o más años. Esta prolongación del reinado de los reyes más antiguos significa que algunos de los primeros jefes noditas (los descendientes inmediatos del séquito del Príncipe) en efecto vivieron más tiempo que sus sucesores más recientes y también indica un esfuerzo por estirar sus dinastías hasta la época de Dalamatia.
Asi se originó la raza Nodita debido a esta recombinación genética entre células de las razas andonitas y las energías circulantes moronciales mezcladas en estos cuerpos que podían procrear entre sí y no directamente por un apareamiento entre los miembros del séquito con nativos humanos. Sin embargo, las siguientes generaciones de noditas si se mezclaron con nativos y posteriormente con los adanitas.
Esta primera generación de hijos gigantes del séquito dió origen al pueblo nodita del orden gigante y con una larga vida. Esta primera generación fué el origen de la dinastía divina de los sumerios. De hecho, el sacerdote babilonio Beroso, miles de años después, dijo que los primeros Sumerios era unos "extranjeros de cabezas o caras oscuras", lo que popularmente intentó ser la definición inexacta de la palabra sumerio, aunque en efecto, los reyes que eran parte de esta primera generación de noditas eran efectivamente (una raza de extranjeros venidos desde el "cielo") de piel oscura ya que poseían características similares a los nativos andonitas, aunque ahora tenían una gran altura.
77:2.10 (857.7) Cuando los arqueólogos desentierran las crónicas en tabletas de arcilla de los descendientes sumerios de los noditas más recientes, se descubren listas de reyes sumerios que se remontan en el tiempo varios miles de años; a medida que se van remontando cada vez más, el reinado de cada uno de estos reyes se prolonga de unos veinticinco o treinta hasta ciento cincuenta o más años. Esta prolongación del reinado de los reyes más antiguos significa que algunos de los primeros jefes noditas (los descendientes inmediatos del séquito del Príncipe) en efecto vivieron más tiempo que sus sucesores más recientes y también indica un esfuerzo por estirar sus dinastías hasta la época de Dalamatia.
En una próxima entrada deseo ahondar en este fascinante punto y como los descubrimientos encajan perfectamente con la Revelación.