Cuando leemos el Libro de Urantia obtenemos una visión ampliada que nos ayuda a obtener ciertas posibles conclusiones fascinantes.
¿Por qué los seres celestiales han emprendido un gigantesco programa de capacitación universal para los seres ascendentes? Los Documentos enseñan que existe una multitud impresionante de seres celestiales (diversos en naturaleza) envueltos en funciones administrativas distintas, y además algunos de ellos apoyando en la capacitación de los humanos.
Sin embargo, se nos revela algo interesante, que se nos transmite en cierta forma. En la mayoría de los casos los seres celestiales tienen principalmente una función específica determinada y circunscrita a ellos. Por ejemplo, los Melquisedek, aunque pueden funcionar en varias situaciones, principalmente son Maestros. Así también ocurre con los Portadores de la Vida, los Serafines, y los Lanonandeks los cuales están totalmente asignados a sus funciones específicas para las cuales fueron creados, y asignados a ministrar en esas áreas. Por ejemplo, de los Lanonandeks se nos dice:
35:8.7 (392.7) No es posible, como ocurre con los seres
evolucionarios, que estos Hijos progresen de un grupo a otro. Una vez pasado el
curso de capacitación Melquisedek, y una vez probados y clasificados, sirven
continuamente en el rango asignado. Tampoco pueden estos Hijos reproducirse. Su
número en el universo es estacionario.
Algo así ocurre con la mayoría de las inteligencias administrativas de los universos, y aunque hay excepciones en que algunas de éstas ordenes tienen versatilidad y pueden realizar funciones temporales diferentes, éstas son precisamente "funciones temporales".
Para entender ésto imaginemos que TODA la raza humana, todos los humanos nacieran automáticamente con la capacidad de ser "mecánicos", todos "mecánicos de carros o máquinas". Algunos temporalmente podrían realizar otras funciones, pero siempre en algún momento seguirán siendo mecánicos.
Eso ocurre con la mayoría de las inteligencias celestiales, incluso las más elevadas y con mayor capacidad que los humanos.
Pero la raza humana en la realidad tiene un don misterioso, un secreto de incertidumbre que asombra hasta los ángeles y nos hace especiales y de sumo interés para las inteligencias y autoridades del universo. Este don es el secreto del Padre Universal escondido en la Humanidad: La versatilidad y multifuncionalidad humana.
Los seres humanos a diferencia de muchas otras inteligencias, tenemos la virtud de poder realizar múltiples funciones en la vida, algunas son impuestas por las circunstancias y otras por elección. Una persona puede ser pintor, artesano, médico y a la vez madre, chef, reparador, astrónomo, vendedor, jardinero, ama de casa, etc. En la misma vida podemos realizar diferentes funciones y ninguna nos define realmente. Por ejemplo, ser "madre" es un papel trascendental en una parte de la vida, pero eso No define toda la razón existencial de una mujer. Así a la vez un arquitecto, aunque es un título, no define a toda esa persona (aunque muchas veces las personas crean erróneamente aquello). Y a la vez, una persona puede tener múltiples funciones al mismo tiempo en su mismo día a día, y a un nivel global la Humanidad igualmente manifiesta ésta maravillosa multifuncionalidad.
Todo lo anterior de alguna forma no es en vano. Cada trabajo, cada función transitoria de ésta vida encierra un significado contenido potencial y expansivo vital para la carrera eterna y el mismo funcionamiento del universo. Somos como un hervidero de semillas misteriosas, cajas de la sorpresa, "galletas chinas de la suerte" que servirán de alguna forma en la administración universal mientras desarrollemos nuestra carrera eterna. Así un Chef (más allá de la naturaleza física de su trabajo) desarrolla un gran ingenio y versatilidad creativa asociada a la precisión con sus manos, las cuales son una extensión de su mente. Así todos los diversos trabajos o actividades de la vida son una maqueta para entrenar nuestras herramientas mentales vitales en la otra vida. Por ejemplo, algunos humanos glorificados en la vida ascendente ayudarán a los arquitectos de las nebulosas y soles a manipular literalmente las partículas subtatómicas. No lo harán con sus antiguas manos humanas, sino que con cuerpos que van más allá de nuestra comprensión, pero manteniendo las virtudes de la mente como la precisión, concentración y creatividad.
65:3.7
(734.4) Al plantear el fomento de la evolución, cabría señalar que, en el
prolongado futuro que queda por delante, si en alguna ocasión os unís a un
cuerpo de los Portadores de Vida, tendréis oportunidades de sobra para ofrecer
sugerencias y para efectuar cada mejoramiento posible en los planes y técnicas
de la administración y trasplantación de la vida. ¡Sed pacientes! Si tenéis
buenas ideas, si vuestra mente es fecunda en mejores métodos de administrar
cualquier parte de los dominios del universo, por supuesto tendréis oportunidad
de presentárselos a vuestros asociados y compañeros administradores en las
edades venideras.
Esto implica que los seres humanos en la carrera ascendente podrán trabajar con los portadores de la vida, los serafines, los astrónomos de Uversa, etc. Es interesante que en el cuerpo de los Cien en Dalamatia habían ex humanos de diversos planetas que fueron asignados a volver a un mundo material. No se escogió a otros seres celestiales, sino a ex humanos, por la versatilidad y multifuncionalidad humana que originalmente tenían.
Hasta Micael mismo al vivir una vida en la carne como Jesús de Nazaret experimentó las mismas multifuncionalidades humanas con el objetivo de completar su capacitación inversa compensatoria. Según los Documentos Jesús fué un granjero, carpintero y ebanista, herrero, pescador, constructor de barcas, minero, etc. Y esto sin incluir su labor como padre de familia y Maestro de la Humanidad. Micael ya tenía la experiencia en la Administración del Universo, pero era esencial que para completar el conocimiento absoluto de las creaciones bajo su universo, adquiriese la perspectiva la multifuncionalidad de la Humanidad. Nosotros ya en ésta vida inicial adquirimos esa perspectiva, y en la eternidad obtendremos el conocimiento de la administración universal más cósmica.
21:4.6 (240.2)¡Por qué se lamenta el hombre de su
origen bajo y su forzada carrera evolucionaria cuando los Dioses mismos han de
pasar por una experiencia equivalente antes de ser considerados
experiencialmente merecedores y competentes para gobernar final y plenamente
sus dominios universales!
Nuestra Humilde vida en Urantia tiene un valor inmenso que aún no apreciamos. Para los seres celestiales la Humanidad tiene un potencial secreto que será fundamental en la administración futura de la próxima Edad universal:
40:10.4
(452.4) Y parece ser perfectamente justo
que los gobiernos de los universos locales y de los superuniversos sean
provistos cada uno de un grupo permanente de ciudadanos ascendentes; que las
funciones de estas administraciones se enriquezcan mediante los esfuerzos de
ciertos grupos de mortales glorificados de estado permanente, complementos
evolucionarios de los abandonteros y de los susatia. Ahora bien, es plenamente
obvio que el esquema actual de ascensión provee efectivamente a las
administraciones del tiempo y del espacio de tales grupos de criaturas
ascendentes; y muchas veces nos hemos preguntado: ¿Acaso todo esto representa
una parte planificada de los planes omnisapientes de los Arquitectos del
Universo Maestro, diseñada para proveer a los Hijos Creadores y a los Ancianos
de los Días de una población ascendente permanente? ¿Con órdenes evolucionadas
de ciudadanía que se volverán cada vez más competentes para llevar adelante los
asuntos de estos reinos en las edades universales venideras?
Y este es el significado de la vida, de incluso las cosas más pequeñas y simples. Durante la carrera eterna todos éstos tesoros espirituales servirán para que los Hijos de Dios salgan a la aventura eterna de crear y administrar otros universos en formación en los niveles exteriores de la gran creación.