martes, 11 de octubre de 2011

La vibración de todas las cosas


Por lo general, siempre somos engañados por nuestros sentidos. Creemos a simple vista que todo lo sólido es tal, y que por ende, no está cambiando o transformándose. Sin embargo, la física cuántica ha demostrado lo contrario. La materia, átomos, moléculas y toda clase de sustancias vibran.  Nosotros no podemos ver la energía pero si podemos observar sus efectos dadas las diferentes clases de vibraciones, pero ésto no se percibe de manera simple.  La velocidad y frecuencia de vibración depende de la sustancia, peso y estructura molecular, tamaño estructural, etc. Cuando se da un golpe con un instrumento para afinar, por ejemplo en el caso de afinar un piano, éste vibra con un sonido particular que es su frecuencia de resonancia. La energía del golpe se convierte en el tono de afinación, aunque esa energía original no vibre a la misma frecuencia. La energía que genera el golpe es una energía impulsadora que contiene un amplio rango de frecuencias, cada una de ellas con una pequeña cantidad de energía. El instrumento de afinación convierte la energía del golpe en un tono vibratorio único.


Nada está en reposo, todo se mueve vibra y circula en distintas "frecuencias". Las diferencias entre las diversas manifestaciones del poder universal se deben por completo al diferente modo e intensidad vibratoria. La ciencia moderna ha comprobado que todo lo que llamamos materia y energía no es más que "modos de movimientos vibratorios". 
  
En primer lugar, la ciencia dice que toda materia manifiesta, en algún grado, la vibración producida por la temperatura o el calor. Esté un objeto frío o caliente (pues ambos no son más que grados de la misma cosa), manifiesta ciertas vibraciones calóricas, y en ese sentido está en vibración. Todas las partículas de materia están siguiendo un movimiento circular, lo mismo los corpúsculos que los astros. Los planetas giran en torno de un sol, y muchos de ellos giran también sobre sus propios ejes. Los soles, a su vez, giran en torno de puntos centrales mayores, y se cree que éstos giran también alrededor de otros todavía más grandes, y así sucesivamente, al infinito. Las moléculas de que se compone cualquier clase de materia están en constante vibración, moviéndose unas en torno de otras, y también unas contra otras. Las moléculas están compuestas por átomos, los que, como aquellas, también están en constante movimiento y vibración. Los átomos están compuestos por corpúsculos, llamados también "electrones", "iones", etc., los que también están en un estado de rapidísima moción, girando unos en torno de otros, con diversas modalidades vibratorias. Y de esta manera toda materia manifiesta vibración. 
  
Asi que algo tan sólido como una roca, en su interior está llena de movimiento atómico. Si pudiésemos tener una vista de microscopio nuclear, podríamos ver esas vibraciones. El agua en estado sólido y gaseoso vibra y está agrupada de formas distintas. Pero, ¿pueden las personas tener vibraciones diferentes unas de otras? ¿Puede su estado espiritual y mental  modificar su propio cuerpo y materia? 
  
Todo pensamiento, todo deseo, cualquier acto, crean o ponen en movimiento determinadas vibraciones. La Mente es la creadora del pensamiento. El cuerpo físico hace manifestar ese pensamiento por medio de la acción. Naturalmente la manifestación armoniza con el ideal o espíritu del pensamiento, ya sea bueno o malo; esto es: constructivo o destructivo. La física cuántica ha comprobado que podemos cambiar la frecuencia de la vibración de nuestro cuerpo, y por ende, alterar nuestro alrededor. Algunos científicos le llaman vibración "Taquiónica". 
  
La vibración más alta de todas 

El AMOR es la vibración atómica más alta de todas. El amor no es un simple concepto u emoción. Es una fuerza que rige el universo. Cuando nos llenamos de AMOR nos ponemos en armonía con todo lo creado, con la vibración del cosmos. Un maravilloso torrente, de energía amorosa y cristalina nos inunda y provoca en los demás un estado hermoso de paz y alegría. 
  
Amor es posiblemente una de las palabras mas utilizadas en mundo. Se usa tanto que ha perdido su verdadero significado. Decimos que amamos algo cuando realidad nos gusta. Usamos la palabra amor para cosas triviales: “Amo el helado de vainilla” o “Amo esta canción”.
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En realidad el Amor es la fuerza más poderosa que existe, se dice que Dios es Amor por que el Amor es Dios manifestando su esencia. Él se viste de Amor.  Todo es vibración, hay vibraciones altas y bajas. Todo absolutamente todo vibra desde una roca hasta los sentimientos. 

Nuestro gran trabajo consiste en hallar ese estado elevado de conciencia. Debemos eliminar los pensamientos malignos y nocivos que nos hacen vibrar en frecuencia mala o baja. Cuando notamos los ambientes densos y malas intenciones, se percibe la falta de amor. Si vibramos en Amor, podremos percibir almas amorosas y, a la vez, seremos percibidos y aceptados de forma recíproca por los seres que se encargarán de nuestro rescate. En cambio, si la vibración en negativa o densa, los demonios tratarán de hacernos sus esclavos. La gente intuye todas éstas cosas y deja a la causalidad éstos asuntos, pero los seguidores de Jesús no podemos estar sujetos al vaiven de los campos vibratorios de otros. Nosotros tenemos que generar una vibración elevada de forma conciente cada día.

Evitemos toda forma de pensamientos nocivos. Ahora veamos que ventajas te da tener este conocimiento. Debes comprender (o aprender) que hasta un pensamiento es algo que está vibrando. Si todo pensamiento vibra, todo pensamiento emite una señal, y así cada pensamiento atrae una señal de regreso que encaja perfecto con la señal que emites. En otras palabras, tus pensamientos al vibrar emiten una frecuencia vibratoria que sintoniza con la misma frecuencia pero en el exterior, y esta es la forma en que “atraes” las cosas a tu vida. Los estados de ánimo vibran y lanzan al espacio vibraciones en sonidos y en colores. Todos los estados mentales se lanzan al exterior del cuerpo que los crea, van golpeando cuerpos afines como hacen los instrumentos musicales, y estas vibraciones afectan en bien y en mal a otras mentes, aumentando los estados emocionales y mentales que están a tono con ellas.
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Mantener la energía vital alta debería ser entonces la prioridad de todo ser humano. Si realmente somos consecuentes en amarnos y apoyarnos a nosotros mismos, deberíamos convertirnos en los “guardianes de nuestra propia frecuencia energética”. Para esto es importante saber la forma de impedir que nuestro nivel de energía vital descienda, y cuáles técnicas podemos emplear para incrementar la energía, cuando nos encontremos “en la penumbra”, o “en la oscuridad”.
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1. Pensar, sentir y actuar desde el Amor

2. Dormir y tomarnos el tiempo de descanso adecuado para la recuperación mental.

3. La Meditación. Pensar en cosas bellas y elevadas, como la creación, el universo, el amor universal, etc.

4. Contacto conciente con la naturaleza, o visualizaciones que llevan la mente a descansar en la contemplación de la naturaleza.
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5. Relajación.

6. La oración, no como acto de siempre pedir  que solo cambien las cosas, sino como acercamiento a Dios. Estrechar de forma profunda el diálogo con Dios, la fuente del Amor y la vibración más alta.

7. La gratitud.- Gozar de lo que ya tienes es el mejor acto de agradecimiento.

8. El ejercicio.- Genera endorfinas y quema adrenalina. Pone a circular la energía. Sin embargo, el exceso de ejercicio baja la energía vital.

9. Cantar y bailar, pero estas dos actividades no deben ir asociadas con el trasnoche y el alcohol.

10. Lecturas, y películas que nos enfoquen en la armonía y el amor universal.

11. Escuchar música relajante y armónica.

12. Hacer aquello que más disfrutas, sea: pintar, cuidar el jardín, patinar, o tocar un instrumento musical. Compartir buenas noticias con otros. Predicar con amor y por interés sincero en los demás.
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.Cómo analizaremos más adelante, tener un estado elevado de vibración provocará algo maravilloso. Nuestro cuerpo estará siendo transformado y estará listo para algo más grande.