El asteroide tiene 400 metros de diámetro, equivalente a la longitud de un portaaviones, y se calcula que pasará a una distancia mínima de 324.000 kilómetros, algo menos de la distancia de la Luna, que está a unos 384.000 kilómetros de la Tierra.
Las antenas del Centro de vigilancia del espacio profundo de la NASA situado en Goldstone (California) vigilarán a partir de mañana, 4 de noviembre, la trayectoria del asteroide, que según han indicado los expertos está bien definida.
El potente radar del observatorio de Arecibo, situado en Puerto Rico, se unirá al equipo de vigilancia el día 8 de noviembre, cuando se espera que el asteroide realice el máximo acercamiento a la Tierra. -EFE