Sin lugar a dudas no soy el primero en asomarse a ésta extraña historia. Fue realmente impactante comprobar que otros lectores e investigadores, esparcidos por el mundo, también han vislumbrado ésta posibilidad. He podido intercambiar datos e información con algunos de ellos que me han ayudado.
Alguna vez he comentado que algunos Nefilim sobrevivieron al Diluvio, y que incluso pudieron dejar cierta prole. Un lector una vez me escribió diciendo que eso violaba lo que decía la Biblia. Le comenté que a simple vista podía ser. No obstante, teníamos que mirar con detenimiento todas las pruebas y piezas. Para comenzar, en ésta entrada analizaré lo que muestra la Biblia. ¿Realmente niega la Biblia la posibilidad de que hayan existido otros sobrevivientes aparte de los tripulantes del arca?
Sobre el venidero Armagedón la Biblia declara:
“Sin falta pondré fin a todo de sobre la superficie del suelo”, es la expresión de Jehová. “Pondré fin al hombre terrestre y a la bestia. Pondré fin a la criatura voladora de los cielos y a los peces del mar, y a los tropiezos con los inicuos; y ciertamente cortaré a la humanidad de la superficie del suelo —es la expresión de Jehová—
“Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.” – Sofonías 1: 2,3, 18
Cómo notamos, si solo tuviésemos la información de Sofonías, inmediatamente llegaríamos a la conclusión de que el Armagedón aniquilará a “todos los habitantes de la Tierra”. ¿Se contradice la Biblia? ¿Y qué sucede con la “gran muchedumbre” de sobrevivientes? ¿Es una “exageración bíblica”, cómo dicen algunos? La respuesta pudiera ser difícil, a menos que miremos con atención lo que muestra la Biblia.
En realidad, la Biblia no está exagerando en absoluto. Tampoco esto es una hipérbole. De lo contrario, lo de “la plata y el oro” también serían exageraciones. Lo que aparece es tan real como dramático. La Biblia no miente. Efectivamente serán aniquilados en Armagedón “todos los habitantes de la Tierra”, y “todo lo que hay en la superficie del suelo”. ¿Cómo es posible?, dirá usted. En realidad, no hay contradicción. Lo que sucede es que solo los que queden en la superficie de la tierra (sus habitantes) serán exterminados. Quienes antes sean evacuados (cómo se ha comentado en otras páginas de este autor) no serán considerados ese día “habitantes de la tierra”. Cómo observamos, la supuesta contradicción desaparece. Incluso es posible que hasta algunos animales sean “evacuados” para luego ser devueltos a comenzar el Nuevo Mundo. Ahora bien, cómo se realizará dicho “rescate” es un asunto que no nos corresponde determinar.
Los pasajes de Sofonías son claves en nuestra investigación sobre el anterior “Armagedón” sobre la humanidad: El Diluvio. El Génesis declara de forma idéntica a Sofonías:
De modo que Jehová dijo: “Voy a borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado, desde hombre hasta animal doméstico, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, porque de veras me pesa haberlos hecho”. Pero Noé halló favor a los ojos de Jehová. (Génesis 6: 7,8).
Cómo notamos, inmediatamente Jehová declara hacer una excepción sobre borrar a los hombres de la tierra, El dice que Noé halla favor a sus ojos. Ahora bien, la declaración de Jehová Dios es esencial. ¿Quiénes serán exterminados? Él dice: “Voy a borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado, desde hombre hasta animal doméstico”. Ahora bien, ¿eran los Nefilim una creación de Jehová? Ciertamente que no, eran una aberración (una especie de creación de los ángeles), una manipulación de la vida, pero Dios nunca creó a dichas formas de vida. Sorprende, por lo tanto, que Jehová no los incluya en la sentencia de muerte. Esto Jehová lo vuelve a declarar más adelante:
Porque dentro de solo siete días más voy a hacer que llueva sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y ciertamente borraré de sobre la superficie del suelo toda cosa existente que he hecho”. Y Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Jehová. (Génesis 7:4,5)
Ahora bien, analicemos detenidamente el día de la ejecución:
De modo que expiró toda carne que estaba moviéndose sobre la tierra, entre las criaturas voladoras y entre los animales domésticos y entre las bestias salvajes y entre todos los enjambres que estaban enjambrando sobre la tierra, y toda la humanidad. Todo lo que tenía activo en sus narices el aliento de la fuerza de vida, a saber, cuanto había en el suelo seco, murió. Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, y fueron borrados de sobre la tierra; y solo Noé y los que con él estaban en el arca siguieron sobreviviendo. (Génesis 7: 21-23)
La Biblia tampoco menciona en éste pasaje final a los Nefilim. Evidentemente muchos de ellos deben haber sido exterminados, pero solo si se habían quedado en la superficie de la Tierra. Efectivamente fue aniquilada la humanidad (los humanos pecadores creados por Dios). Pero los Nefilim no eran parte de la humanidad e incluso no sabemos si soplaba en ellos la “fuerza o aliento de vida” que Jehová había dado a sus creaciones. La Biblia es rotunda al decir que solo lo que “había en el suelo seco”, lo que “había sobre la superficie del suelo”, lo “que estaba moviéndose sobre la tierra”, etc. fue lo que murió. Así que es evidente que quienes no se quedaron en el suelo seco o en la superficie de la Tierra, de alguna forma sobrevivieron. Cómo vemos, la Biblia no se contradice si afirmamos que algunos Nefilim lograron sobrevivir a parte de Noé.
Las referencias a los “vimanas” de la India (naves espaciales), “barcos” y otros artefactos voladores o de navegación son mencionados en muchas culturas antiguas. Ésos relatos aparecen en el contexto de las historias de dioses y semidioses. Algunos creen ver en éstos relatos de artefactos voladores y pinturas de astronautas gigantes con escafandras (el cosmonauta de tres metros del Tasili), la presencia de seres extraterrestres venidos de las estrellas. Pero, ¿qué tal si ésas descripciones no se refieren a visitantes, sino más bien al propio intento de los ángeles y sus hijos antediluvianos de iniciar una carrera espacial?
En entradas anteriores he comentado que el deseo de Satanás y los ángeles materializados antes del Diluvio eran lograr una civilización sumamente avanzada y próspera. De esa forma el diablo alegaría que tenía la capacidad de lograr un mundo exitoso de independencia ante Dios. Esto sería un modelo a imitar por otros mundos perfectos, los cuales podrían eventualmente unirse a la rebelión de Satanás. Para lograr un rápido desarrollo, los ángeles entregaron conocimientos indebidos y prematuros a los humanos. Luego, al observar la decadencia y vejez de los humanos, quisieron producir una raza que supuestamente viviría tal vez para siempre. Así se inició la práctica de tomar esposas humanas y procrear a los Nefilim. Los relatos de ésta esplendorosa civilización, su auge y caída, fueron narrados de forma distorsionada por Platón en su relato sobre la Atlántida.
Si el hombre actual sin la influencia directa de los ángeles materializados ha logrado en pocas décadas grandes avances, como la carrera espacial, la clonación y la manipulación genética, ¿qué podríamos esperar de un mundo que tuvo la influencia en carne y hueso de los ángeles? Además, la gente vivía más tiempo, lo cual evidentemente generó una civilización avanzada. Una revista Atalaya comentó lo siguiente sobre la civilización antediluviana:
Una civilización avanzada
En ciertos sentidos, la civilización antediluviana gozaba de ventajas que nosotros no tenemos hoy día. Por ejemplo, toda la humanidad hablaba una misma lengua (Génesis 11:1). Tal circunstancia favorecería el adelanto de las artes y las ciencias, puesto que requieren el esfuerzo colectivo de muchas personas con diversos talentos. Además, la mayor duración del promedio de vida del que entonces disfrutaban les permitiría seguir sumando conocimientos a lo que ya habían aprendido con el paso de los siglos.
Durante la época antediluviana fueron surgiendo varias industrias. Había fraguas donde forjar “toda clase de herramienta de cobre y de hierro” (Génesis 4:22).
El conocimiento acumulado habría permitido que las generaciones sucesivas desarrollaran ciertas especialidades, como la metalurgia, la agronomía, la ganadería, la literatura y las bellas artes. Jubal, por ejemplo, fue el “fundador de todos los que manejan el arpa y el caramillo” (Génesis 4:21). La civilización avanzó enormemente. Sin embargo, todo terminó de súbito. – Atalaya 2002 1/3
Creo que es altamente posible que algunas décadas antes del Diluvio, los demonios quizás percibieran la cercana destrucción de su mundo, e iniciaron una carrera espacial expansionista que seguramente tenía cómo objeto extenderse por el sistema solar. La idea era preservar la vida de sus hijos híbridos. Por eso hay tantos relatos de cosmonautas gigantes en la antigüedad. Ésta carrera fue interrumpida por el Diluvio, y es posible que algunos de éstos gigantes sobrevivieran en la vecindad de la Tierra. Cuando la precipitación cesó, y comenzó a aparecer la tierra seca, algunos gigantes bajaron y se establecieron en altas montañas, y de una forma más ermitaña empezaron a transmitir cierta información. Otros se protegieron de formas más secretas.
Los Nefilim: El pueblo de los cohetes
Ya se ha mencionado que muchas de las llamadas visitas extraterrestres del mundo antiguo, puedan corresponder en realidad al intento final de la raza Nefilim y sus padres de lograr una carrera espacial. De acuerdo a nuestras investigaciones, los ángeles ingresaron en nuestra "región" con cuerpos materiales el 13 de agosto de 3114 a. E.C. Ese día empezó la cuenta larga maya y la galaxia se encontraba en una situación que solo se repetirá el 21 de diciembre de 2012. Ahora bien, desde el 3114 a.E.C hasta el Diluvio pasaron 744 años, un tiempo más que prolongado para desarrollar en el mundo antediluviano una serie de maravillas. La influencia directa de los ángeles y sus hijos solo pudo lograr ese avance. Meditemos que tan solo al hombre moderno le bastaron unas cuantas décadas para iniciar su carrera espacial.
La historia degenerada de Gilgamesh nos interesa principalmente por sus aspectos «aeroespaciales». El artefacto que Gilgamesh necesitaba para llegar a la Morada de los dioses era, indudablemente, una nave espacial, uno de cuyos lanzamientos tuvo ocasión de presenciar cuando se acercaba al «lugar de desembarco». Parece ser que estos cohetes estaban situados en el interior de una montaña, y los alrededores, bien vigilados, dan la impresión de ser una zona restringida.
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Hasta ahora no ha salido a la luz ninguna representación gráfica de lo que vio Gilgamesh, pero, en un dibujo encontrado en la tumba de un gobernador egipcio de un lejano país, se puede ver la cabeza de un cohete por encima del suelo en un lugar donde crecen palmeras. El cuerpo del cohete está claramente almacenado bajo tierra, en un silo (base subterránea) hecho por el hombre con segmentos tubulares y decorado con pieles de leopardo.
Otra estela sumeria que se exhibe en el Louvre, en París, puede muy bien representar el último intento de los Nefilim y sus padres de lograr una carrera espacial para huir de la destrucción. La gran figura central es la de una deidad y no la de un rey humano, pues lleva un casco adornado con cuernos, la marca de identidad exclusiva de los dioses.
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Además, esta figura central no parece ser el líder de los humanos, más pequeños en tamaño, sino que parece estar pasándoles por encima (Se observa su aspecto gigante). Por su parte, los humanos no parecen estar metidos en ninguna actividad guerrera, sino que parecen estar marchando hacia, y adorando, el mismo objeto cónico grande sobre el cual tiene puesta su atención la deidad. Armado con un arco y una lanza, la deidad parece ver el objeto más como algo amenazador que como un objeto de adoración. El objeto cónico se muestra como alcanzando a tres cuerpos celestes. Por su tamaño, forma y propósito parece tratarse de un "cohete" de tiempos remotos.
En un templo de libia también aparece otra imagen de un cohete preparado para partir de la Tierra. Todos los pueblos y culturas de la antiguedad nos hablan de las memorias de dioses voladores y algunos artefactos logrados por ellos. Por ejemplo, en la India se encuentran alusiones a asombrosos carros voladores (Vimanas) y a extraños elementos a reacción que habrían sido utilizados en el curso de las guerras entre los reyes de la alta antigüedad asiática. En estos vehículos voladores las personas que se montaban en ellos podían volar hacia los cielos y dirigirse a las estrellas, para luego retornar a la Tierra. Un texto antiguo de la India llamado el Ramayana dice: "Cuando todos estuvieron embarcados, Rama ordenó al vehículo que partiese y el incomparable carro de Kurevase se elevó hacia el mismo seno de los cielos. El carro volaba como una gran nube empujada por los vientos". En Perú se habla también de los Viracochas, dioses llegados del este y que podían volar.
Es posible que muchos grabados en piedra y relatos hayan sobrevivido al Diluvio, y luego fueron nuevamente grabados en otras tablilllas y se le agregaron más detalles, creando un distorsión alusiva a dioses antiguos con nombres e historias. Por lo tanto, estaríamos observando copias de otras estelas más antiguas ya desaparecidas. Serían las copias de evidencia que logró sobrevivir y que fué vuelta a esculpir, para ser preservada. Éstos relatos han sido interpretados hoy como la manifestación de seres extraterrestres, pero claramente podrían aludir al inicio de una carrera espacial que fué abortada en el Diluvio.
Al parecer los Nefilim que lograron sobrevivir (sus padres angelicos fueron "apresados" y ya no pueden materialzarse) no pudieron huir de éste sistema solar. Seguramente, "otros" se lo impidieron y tuvieron que regresar tras el Diluvio a la Tierra. Éste retorno de ellos, también fué documentado por los primeros habitantes descendientes de Noé y esparcidos tras el Diluvio. El arte rupestre de Tassili en Argelia o las impresionantes estatuillas dejadas por los nativos de Acambaro, son sólo algunos de los enigmas más reveladores de la presencia de éstos gigantes que tuvieron que forzosamente volver a aterrizar en nuestro planeta.
Después de visitar la región de Tan-Zumaitak y la de Tamir, el equipo del arqueólogo Henri Lhote se dirigió al pequeño macizo de Yabbaren. "Cuando veas Yabbaren -le había dicho su viejo camarada Brenans- te quedarás estupefacto". Y así fue en realidad. Yabbaren que el idioma de los tuaregs significa "los gigantes" se distingue por las presuntas representaciones humanas, gigantescas y desconcertantes. En las cavernas sobresalen los "dioses de cabeza redonda", que se asemejan a posibles cosmonautas remotos con sus cascos o escafandras.
En la localidad de Val Camonica, Italia, también encontramos milenarias pinturas. Siluetas humanas vestidas con atuendos que podrían corresponder a trajes espaciales, ya que si se observan con detenimiento se pueden reconocer escafandras, antenas y otros dispositivos tecnológicos.
Cómo hemos observado, éstos relatos en piedra, bien pueden ser referencias al retorno de ellos a la Tierra, tras la inundación, y no a la llegada de extraterrestres de otros planetas con el fin de enseñar a una humanidad desobediente.
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Ya se ha mencionado que muchas de las llamadas visitas extraterrestres del mundo antiguo, puedan corresponder en realidad al intento final de la raza Nefilim y sus padres de lograr una carrera espacial. De acuerdo a nuestras investigaciones, los ángeles ingresaron en nuestra "región" con cuerpos materiales el 13 de agosto de 3114 a. E.C. Ese día empezó la cuenta larga maya y la galaxia se encontraba en una situación que solo se repetirá el 21 de diciembre de 2012. Ahora bien, desde el 3114 a.E.C hasta el Diluvio pasaron 744 años, un tiempo más que prolongado para desarrollar en el mundo antediluviano una serie de maravillas. La influencia directa de los ángeles y sus hijos solo pudo lograr ese avance. Meditemos que tan solo al hombre moderno le bastaron unas cuantas décadas para iniciar su carrera espacial.
La historia degenerada de Gilgamesh nos interesa principalmente por sus aspectos «aeroespaciales». El artefacto que Gilgamesh necesitaba para llegar a la Morada de los dioses era, indudablemente, una nave espacial, uno de cuyos lanzamientos tuvo ocasión de presenciar cuando se acercaba al «lugar de desembarco». Parece ser que estos cohetes estaban situados en el interior de una montaña, y los alrededores, bien vigilados, dan la impresión de ser una zona restringida.
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Hasta ahora no ha salido a la luz ninguna representación gráfica de lo que vio Gilgamesh, pero, en un dibujo encontrado en la tumba de un gobernador egipcio de un lejano país, se puede ver la cabeza de un cohete por encima del suelo en un lugar donde crecen palmeras. El cuerpo del cohete está claramente almacenado bajo tierra, en un silo (base subterránea) hecho por el hombre con segmentos tubulares y decorado con pieles de leopardo.
Otra estela sumeria que se exhibe en el Louvre, en París, puede muy bien representar el último intento de los Nefilim y sus padres de lograr una carrera espacial para huir de la destrucción. La gran figura central es la de una deidad y no la de un rey humano, pues lleva un casco adornado con cuernos, la marca de identidad exclusiva de los dioses.
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Además, esta figura central no parece ser el líder de los humanos, más pequeños en tamaño, sino que parece estar pasándoles por encima (Se observa su aspecto gigante). Por su parte, los humanos no parecen estar metidos en ninguna actividad guerrera, sino que parecen estar marchando hacia, y adorando, el mismo objeto cónico grande sobre el cual tiene puesta su atención la deidad. Armado con un arco y una lanza, la deidad parece ver el objeto más como algo amenazador que como un objeto de adoración. El objeto cónico se muestra como alcanzando a tres cuerpos celestes. Por su tamaño, forma y propósito parece tratarse de un "cohete" de tiempos remotos.
En un templo de libia también aparece otra imagen de un cohete preparado para partir de la Tierra. Todos los pueblos y culturas de la antiguedad nos hablan de las memorias de dioses voladores y algunos artefactos logrados por ellos. Por ejemplo, en la India se encuentran alusiones a asombrosos carros voladores (Vimanas) y a extraños elementos a reacción que habrían sido utilizados en el curso de las guerras entre los reyes de la alta antigüedad asiática. En estos vehículos voladores las personas que se montaban en ellos podían volar hacia los cielos y dirigirse a las estrellas, para luego retornar a la Tierra. Un texto antiguo de la India llamado el Ramayana dice: "Cuando todos estuvieron embarcados, Rama ordenó al vehículo que partiese y el incomparable carro de Kurevase se elevó hacia el mismo seno de los cielos. El carro volaba como una gran nube empujada por los vientos". En Perú se habla también de los Viracochas, dioses llegados del este y que podían volar.
Es posible que muchos grabados en piedra y relatos hayan sobrevivido al Diluvio, y luego fueron nuevamente grabados en otras tablilllas y se le agregaron más detalles, creando un distorsión alusiva a dioses antiguos con nombres e historias. Por lo tanto, estaríamos observando copias de otras estelas más antiguas ya desaparecidas. Serían las copias de evidencia que logró sobrevivir y que fué vuelta a esculpir, para ser preservada. Éstos relatos han sido interpretados hoy como la manifestación de seres extraterrestres, pero claramente podrían aludir al inicio de una carrera espacial que fué abortada en el Diluvio.
Al parecer los Nefilim que lograron sobrevivir (sus padres angelicos fueron "apresados" y ya no pueden materialzarse) no pudieron huir de éste sistema solar. Seguramente, "otros" se lo impidieron y tuvieron que regresar tras el Diluvio a la Tierra. Éste retorno de ellos, también fué documentado por los primeros habitantes descendientes de Noé y esparcidos tras el Diluvio. El arte rupestre de Tassili en Argelia o las impresionantes estatuillas dejadas por los nativos de Acambaro, son sólo algunos de los enigmas más reveladores de la presencia de éstos gigantes que tuvieron que forzosamente volver a aterrizar en nuestro planeta.
Después de visitar la región de Tan-Zumaitak y la de Tamir, el equipo del arqueólogo Henri Lhote se dirigió al pequeño macizo de Yabbaren. "Cuando veas Yabbaren -le había dicho su viejo camarada Brenans- te quedarás estupefacto". Y así fue en realidad. Yabbaren que el idioma de los tuaregs significa "los gigantes" se distingue por las presuntas representaciones humanas, gigantescas y desconcertantes. En las cavernas sobresalen los "dioses de cabeza redonda", que se asemejan a posibles cosmonautas remotos con sus cascos o escafandras.
En la localidad de Val Camonica, Italia, también encontramos milenarias pinturas. Siluetas humanas vestidas con atuendos que podrían corresponder a trajes espaciales, ya que si se observan con detenimiento se pueden reconocer escafandras, antenas y otros dispositivos tecnológicos.
Cómo hemos observado, éstos relatos en piedra, bien pueden ser referencias al retorno de ellos a la Tierra, tras la inundación, y no a la llegada de extraterrestres de otros planetas con el fin de enseñar a una humanidad desobediente.
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Los señores del eje
Según la cronología bíblica fué cerca del 2.269 a.E.C, después de la Torre de Babel cuando Jehová dispersó a los pueblos por toda la Tierra, y éstos llevaron parte de sus recuerdos y creencias por todo el mundo.
Ahora bien, en el año 1943 a.E.C Abrahán inicia su peregrinaje a Canaán. Su aventura lo lleva a encontrarse con la civilización filistea que habitaba dicha zona, cercana a la costa del Mar Mediterráneo.
Han pasado de la dispersión de Babel solo 326 años. (3-4 generaciones). Bisabuelos, abuelos, padres, hijos.
En los días de Abrahán y de su hijo Isaac, los filisteos residían en Guerar, en la parte S. de Canaán. En aquel entonces tenían un rey, Abimélec, y un ejército bajo el mandato de un tal Ficol. (Gé 20:1, 2; 21:32-34; 26:1-18). Abrahán se encuentra con ellos. Pero, ¿de dónde provenían los filisteos?
"Los filisteos emigraron a la costa de Canaán desde la isla de Creta (la antigua isla de Caftor), aunque no puede afirmarse que fueran originarios de esa isla. (Jer 47:4; Am 9:7.)" – Perspicacia
”‘¿No son ustedes como los hijos de los cusitas para mí, oh hijos de Israel? —es la expresión de Jehová—. ¿No hice subir a Israel mismo de la tierra de Egipto, y a los filisteos de Creta, y a Siria de Quir?’- Amos 9:7
"La civilización cretense era muy distinta de las mesopotámicas y egipcias, pero de igual esplendor. En la religión de Creta se destacaba el componente femenino, y la figura central de su panteón era una diosa madre. Al igual que en otras religiones de la fertilidad, la serpiente por lo general estaba presente en las representaciones de la diosa, ya fuera sostenida en la mano o enrollada alrededor del cuerpo. A la diosa solía acompañarla una deidad masculina menor, tal vez en la relación madre-hijo, frecuente en este tipo de culto".-Perspicacia
Ahora bien, ¿de dónde provienen los cretenses? Los arqueólogos actuales nos confirman la posibilidad que los cretenses vienen de los etruscos. Los etruscos eran una federación de doce ciudades con una extensa red comercial que abarcaba Europa y el norte de África. La nación etrusca estaba organizada en ciudades estado autónomas, administradas en sus comienzos por reyes y más tarde por magistrados. Las ciudades pasaron a formar una confederación etrusca, una liga religiosa, económica y política no muy rígida. Los etruscos eran sumamente avanzados, y los cretenses llevaron gran parte de la cultura etrusca a Creta.
Historiadores, arqueólogos y lingüistas debaten desde hace mucho tiempo la procedencia de los etruscos. ¿Habrían emigrado de Lidia, provincia de Asia Menor, como señaló Herodoto, o serían autóctonos de Italia, como aseveró Dionisio de Halicarnaso en el siglo I a.E.C.? ¿O tendrían acaso orígenes diversos? Prescindiendo de qué respuesta se dé, existen tales diferencias étnicas y culturales entre ellos y los pueblos vecinos que hoy no podemos trazar sus orígenes con certeza. Pero una nueva línea de investigación nos lleva a los descendientes de los antiguos atlantes (antediluvianos). Solo de otra civilización más antigua mucho más avanzada podrían proceder.
Así que en 326 años es imposible que una caravana haya emigrado de Babel cientos de kilómetros mar adentro (desarrollando de nuevo la navegación), haber creado una civilización sumamente compleja (etruscos) (ciudades y desarrollo) con matices antiguos, luego haber enviado un grupo a Creta, haber establecido otra compleja civilización-hija, y luego poder enviar viajeros por el mar de regreso a Palestina y establecer una dinastía de reyes filisteos, y todo en 326 años. Claro, si hablamos de un solo pueblo, es posible, pero notamos un trayecto que involucra a tres civilizaciones que demuestran un gran desarrollo.
La explicación evidente es que los etruscos proceden de forma directa de la civilización antediluviana, de algunos sobrevivientes que quisieron revivir de forma deteriorada la gloria de aquel mundo fundado por los ángeles. De ésta civilización desarrollada emigraron los pueblos cretenses y luego los filisteos (y otros como los fenicios, etc.)
Cuando Abrahán se topa con los filisteos, éstos ya tienen una monarquía establecida y demuestran proceder del mar. Sus conocimientos marítimos eran antiguos, y por lo tanto no se deben a la línea de habitantes procedentes del éxodo de Babel.
Incluso la Biblia habla de “los señores del eje” filisteos. Ésta era una confederación casi igual a la de los etruscos. Los señores del eje dominaban Filistea gobernando sobre ciudades-estado individuales, pero cuando surgían asuntos de interés común, formaban un consejo de coiguales. Éste sistema es la herencia del mundo antediluviano y hoy desea volver a ser implantado por la cuarta Bestia de Daniel y 10 potencias en el Nuevo Orden Mundial.
Justamente la raza filistea finalmente fue exterminada por ésta razón. Al parecer los filisteos eran una especie descendiente de los antiguos atlantes, y quizás parte de una mezcla de gigantes y humanos. *
* Nota: El que los Nefilim antediluvianos fueran híbridos estériles no aparece en la Biblia, y es una suposición basada en la realidad de la cruza de dos especies. Si esto fuese así, significaba que los Nefilim no podían procrear entre ellos, pero quizás si pudieron procrear con otros humanos normales. Ésta sería una última generación de Nefilim, más deteriorada, con más genes humanos, pero igualmente alta y poderosa. Quizás los filisteos fueron el último subproducto de ésta línea, igualmente altos, pero sin ser gigantes. Cómo ejemplo, hay ciertas especies híbridas de peces, en dónde los machos son estériles, pero las hembras pueden seguir procreando.
Cuando Israel partió de Egipto, en 1513 a. E.C., Jehová decidió no conducir a los israelitas por Filistea (la ruta más directa desde Egipto hasta la Tierra Prometida) para que no se desanimaran debido a tener que guerrear en seguida y decidieran regresar a Egipto. (Éx 13:17.) El punto en cuestión era que los israelitas aún no estaban preparados para hacerles frente, pero sí pudieron pelear contra los amalequitas y derrotarlos (incluso recién salidos de Egipto). Sin embargo, Israel evitó por largas décadas a los filisteos porque los filisteos eran una raza especial. Para cuando el anciano Josué repartió la tierra que estaba al O. del Jordán, la conquista todavía no había afectado los territorios filisteos. (Jos 13:2, 3.). Todavía no había ocurrido un enfrentamiento directo con ellos.
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Sin embargo, más tarde los hombres de Judá capturaron tres de las principales ciudades filisteas: Gaza, Asquelón y Eqrón. Pero esto fue solo una victoria parcial, pues Judá “no pudo desposeer a los habitantes de la llanura baja, porque tenían carros de guerra con hoces de hierro”. (Jue 1:18, 19.) Esto demuestra que los filisteos eran una raza fuerte y alta *, además de poseer un desarrollo tecnológico superior en armamentos.
* El ejemplo más notable y quizás uno de los últimos ejemplares directos de la línea antediluviana asentada en medio de los filisteos era Goliat de la ciudad filistea de Gat. Era extraordinariamente alto, pues medía seis codos y un palmo (2,9 metros.). Su cota de malla de cobre pesaba 5.000 siclos (57 Kg.) y la hoja de hierro de su lanza, 600 siclos (6,8 Kg.). (1Sa 17:4, 5, 7.). Goliat era una excepción, y quizás un mercenario de la raza de los refaím (raza hermana de los filisteos pero con genes más directos de los antediluvianos), y puede que haya sido un soldado contratado por el ejército filisteo, aunque los filisteos en general eran de altura considerable, no eran gigantes. Goliat, en cambio, sí lo era. Parece que los filisteos fueron los herederos de la cultura y civilización antediluviana, de su ciencia y arte de la guerra, pero no consiguieron heredar tanto la parte genética de los antediluvianos.
En la época de los Jueces (como el poderoso Sansón) los filisteos recién comenzaron a ser vencidos poco a poco. David y sus hijos lograron varios avances al derrotar a los filisteos, pero éstos seguían dando problemas a Israel. Posteriormente las derrotas de los filisteos a manos de Uzías (2Cr 26:6-8) y Ezequías (2Re 18:8) empezaron a marcar el principio del fin de ésta raza. Entonces comenzaron a quedar muy pocos. Siglos después Alejandro Magno y sus sucesores pusieron en libertad a muchos de los prisioneros de guerra judíos que estaban en sus tierras y éstos eliminaron los últimos grupos de filisteos. Finalmente Alejandro Magno fue el que los borró del Mapa cuando capturó la ciudad filistea de Gaza. A muchos de los habitantes los mataron y por último ésta raza fue exterminada del planeta. Alejandro Magno fué sin duda usado por la Providencia Divina para ésta misión.
Finalmente, la raza filistea ya no estaba en la zona de Palestina y el Mediterráneo cuando el Hijo de Dios inspeccionó en la carne a nuestro planeta. El plan de Dios indicaba que todo vestigio de dicha raza anormal tenía que haber desaparecido del Medio Oriente, cuando Cristo vino a la Tierra.