viernes, 24 de febrero de 2012

Una posible revelación



 No pretendía escribir este post ni deseaba hacerlo, ya que mi mente no está obsesionada con el tema. Pero deseo hacer algunas aclaraciones.

¿Qué provoca reacciones tan calurosas y alocadas en algunos lectores? ¿El celo? ¿El miedo? Es normal que el ser humano sienta un pavor casi animal al enfrentarse a  documentos que le vuelan sus esquemas mentales. Sabemos que el hombre actua como una fiera salvaje ante lo desconocido y tiende a destruirlo.

Pero el solo hecho de leer éstas líneas y éstos sitios demuestra que la mente puede ir venciendo las resistencias culturales para encontrar la verdad.

Si alguién tiene pavor morboso,  recomiendo no seguir embarcados en el viaje de la religión del espíritu. Son libres de desistir. Sin embargo, el peor error que cometen consiste en querer cerrarle la puerta a otros y lanzar lodo y fango movidos por un pavor esquizoide.

En todas las épocas han existido individuos fanáticos, que se obsesionan con las ideas y lo peor es que inician cruzadas para satanizar a otros. En la Edad Media ocurrieron  miles de casos. Los hombres de fe, los vanguardistas de la ciencia y la religión fueron quemados por mantener sus visiones. ¡Gracias a Dios que no estamos en la Edad Media o servidor estaría ya muerto!

Este blog está abierto a toda investigación relacionada con la búsqueda de Dios. Analiza todas las variantes, pero NUNCA anima a los lectores a abandonar alguna religión ni procura satanizar ningún pensamiento. Creo en la libertad de expresión, en los derechos humanos y en la posibilidad de creer lo que se desee.

Además creo que la Biblia es la Palabra de Dios. No obstante, hay algunos detalles que deben ser tomados en cuenta para tener la madurez para aceptar a la Biblia. En entradas anteriores toqué esos puntos. No volveré sobre ellos ahora.

Sin embargo, creo que INTENTAR OBLIGAR y prohibir leer algo solo tirando mugre o volverse LOCO como un cruzado medieval  raya en lo paranoico. Sorprende que personas que han abandonado ciertas oragnizaciones religiosas en busca de la libertad espiritual entren en estados mentales enfermizos para intentar volverse tan fanáticos como lo eran las propias organizaciones a las que antes pertenecían.

En este blog han aparecido una serie de personajes exóticos con las que he tenido que lidiar con paciencia. Recuerdo una decena de casos tratados. Había uno que insistía en lo del "caballo" y "Jesús". Otro nos salió con que quería embarazar a todas las hembras. Y los casos más típicos en dónde algunos defienden las doctrinas de la Watchtower. Aunque demostré con la Biblia el error de varías directrices, jamás satanicé ningún pensamiento.

Por lo tanto, me provoca justa indignación cuando las personas ATROPELLAN tratando de imponer verdades o intentan ENVENENAR a otros para provocar prejuicios. Creo que cada persona tiene que seleccionar lo que le sirva, y cada persona como adulto tiene que tomar sus opciones.

Francamente no entiendo como les funciona la mente a dichas personas. Son capaces de entrar en sitios prohibidos, para luego pontificar y volverse Papas al interior de éstos. Otra cosa desagradable  es la hipocresia de adular a quienes muestran algún punto en común. Creo que el adular y regalar los oídos no sirve de nada para encontrar la verdad. Eso es engañar la mente.

Yo no apoyo ni critico al polémico libro de Urantia. En realidad me parece una Obra fascinante que puede ser una auténtica Revelación. Conozco los argumentos en pro y en contra. Los he estudiado todos por años, y he llegado a la conclusión de que hay mucha verdad en sus Escritos. No puedo afirmar que sea una obra 100% exacta, pero creo que más del 80% de su contenido es auténtico y digno de ser estudiado. Esto, por supuesto es la opinión de alguién que con paciencia lo ha leído a fondo. Y ésto no niega el mensaje fundamental de la Biblia, al contrario, fortalecen nuestra imagen del Hijo de Dios.

 Información sobre el Libro de Urantia

           Años de experiencia revelan que la primera cosa que la gente desea saber sobre El Libro de Urantia es quién lo escribió. ¿Cuáles son las circunstancias de su origen? De poco sirve decirles que el libro debe ser juzgado por su contenido, no por declaraciones de paternidad literaria. Debido a las condiciones de nuestra cultura, naturalmente nos inclinamos a depender de fuentes y autoridad al evaluar publicaciones. La literatura religiosa, en particular, es evaluada de este modo.

           La autenticidad de individuos, grupos religiosos, o literatura que declara autoridad de revelación es siempre cuestionada. La autoridad nunca es un criterio filosófico de verdad. Sólo hay dos formas de abordar esta pregunta.

          Primero, puede hacerse un juicio personal basado en la calidad del material que está siendo evaluado. La otra forma de establecer la autenticidad de revelación es por el juicio de la sociedad a través de años de experiencia histórica. La tradición social es una influencia poderosa. Aun cuando los eruditos Bíblicos como Rudolf Bultmann declaren que nuestro confiable conocimiento histórico es tan pobre que "Muy poco podemos saber acerca de la vida y personalidad de Jesús" pocas personas están preocupadas por tales declaraciones. Nuestra experiencia histórica ha validado socialmente la calidad del Nuevo Testamento.

          En el presente no hay tradiciones sociales vinculadas con El Libro de Urantia, ya que afirma ser una Revelación relativamente reciente. La Biblia, incluso, en sus primeros años cada vez que aparecía un volumen nuevo, era cuestionada también. Tuvieron que pasar siglos para ser aceptada socialmente como una revelación íntegra. Por eso el Libro de Urantia debe ser analizado y evaluado por la calidad de su contenido. Ahora bien, aunque tienen poca relevancia para determinar la calidad del libro, hay dos fuentes de información relativas a su origen.

Información del autor(es)
       La primera consideración acerca del origen del Libro de Urantia se encuentra dentro de sus propias páginas. Se nos dice que los documentos fueron autorizados por autoridades de la alta Deidad y escritos por numerosas personalidades celestiales. A Estos documentos se les designa como la Quinta Revelación Trascendental para nuestro planeta, Urantia, que es el nombre dado por las criaturas espirituales a la Tierra. Esta revelación fue fechada desde 1934 A.D.

         Los autores (reveladores) reconocieron la dificultad de describir las realidades de la eternidad en el lenguaje del tiempo. Se nos dice que severas limitaciones interfirieron en el conocimiento que compartieron con nosotros. Explican que toda revelación tiempo-espacio es parcial e incompleta, necesitando periódicamente ser aumentada en el proceso de desarrollo planetario. Este punto es importante puesto que ellos muestran que incluso muchas de las declaraciones aparentemente chocantes del libro son conceptos que son difíciles de explicar en el lenguaje humano y tienden a ser confundidos por defecto. Es cómo hablarle de física cuántica a un bebé.

        En términos generales los autores mencionaron los problemas de comunicación que encontraron entre su nivel espiritual de realidad del universo y nuestro nivel material de existencia mortal. Revelan que la forma en que está entregada la información no está relacionada en nada con "espiritismo", "médiumnidad" o "canalización".

      Los documentos fueron recibidos por un pequeño grupo de personas en Chicago. Este grupo estaba a cargo de un siquiatra altamente respetado que enseñaba en la Post-graduate School of Medicine, en la Universidad de Chicago. 

     A mediados de 1920 un grupo de personas se reunía en su casa para hablar sobre tópicos psicológicos y médicos. Este grupo fue conocido como el Foro. A través de series de sucesos en este grupo de discusión, se establecieron comunicaciones entre los reveladores y miembros del Foro, por medio de la Comisión de Contacto.  En medio de estas circunstancias los escritos de Urantia fueron finalmente “materializados” de una forma desconocida para los humanos. Ahora bien, los Reveladores destacaron dos aspectos fundamentales que debían respetarse por la Comisión de Contacto:

1. "La principal razón para no revelar la identidad de la personalidad de contacto es que los reveladores no quieren que ningún ser humano -ningún nombre humano- sea nunca asociado con El Libro de Urantia. Ellos quieren que esta revelación se sostenga con sus propias declaraciones y enseñanzas. Ellos están decididos a que las generaciones futuras tengan el libro enteramente libre de toda conexión mortal -no quieren un San Pedro, San Pablo, Lutero, Calvino o Wesley. El libro ni siquiera tiene el nombre o alguna marca del impresor que lo realizó". La tendencia humana de seguir a líderes o hacer religiones refuerza esta imposición.

2. "Hay mucho acerca de la aparición de los documentos de Urantia que ningún ser humano comprende totalmente. Nadie sabe realmente cómo fue ejecutado este fenómeno. Hay numerosos eslabones perdidos en la historia de cómo esta revelación llegó a aparecer en inglés escrito. Si alguien dijera todo lo que en realidad sabe sobre esta técnica y los métodos empleados para obtener esta revelación, tal narración no dejaría satisfecho a nadie, hay muchos eslabones perdidos". Al parecer los Reveladores así lo quisieron.

     En diversas ocasiones el doctor William Sadler dijo que no sabía cómo fue consumada la materialización. Dijo que casi todo lo que se sabía acerca del origen del libro se encontraba dentro del mismo. Pero que lo mas importante era el contenido del libro, no la forma como llegó a la existencia. Los reveladores les comentaron que aunque muchas personas darían la bienvenida a esta extensa presentación de verdad espiritual, la población en su totalidad no estaba lista para ello. Era algo, incluso, para las generaciones venideras. La Quinta Revelación Trascendental era dada como un fenómeno evolutivo que lentamente echaría raíces en nuestra sociedad.

El Contenido
"...Existe un gran y glorioso propósito en la marcha de los universos a través del espacio... Todos nosotros formamos parte de un Propósito inmenso, una empresa gigantesca... todos somos parte de un proyecto eterno que  Dios (Elohim) está produciendo y supervisando". (Del libro de Urantia. pag. 364).

El tremendo contenido del Libro de Urantia puede satisfacer las exigencias más elevadas del investigador más crítico. La Primera Parte son Treinta y un documentos que tratan de la naturaleza de Dios, de la organización y funciones del universo creado y de los por crear, de las personalidades que lo pueblan y del destino de los mortales. Habla de otros universos, y realidades que sobrepasan a la imaginación humana, conceptos científicos adelantados para la época y que están siendo confirmados,  y que no obstante guardan coherencia y armonía interna. No es sorprendente que investigadores maduros, ponderados, como Ignacio Darnaude expresen su opinión respecto al Libro de Urantia, diciendo: "...la densidad conceptual del texto es de tal calibre que la única manera de entenderlo es corriendo con el mayor sosiego una regla línea a línea, tras reflexionar sobre el significado de cada renglón”.

    En una segunda parte, veinticuatro documentos relatan la carrera de la ascensión del hombre después de su vida inicial en el planeta donde su existencia se origina. De entre los millones de mundos habitados y por habitar, Urantia, el nombre por el que es conocido nuestro mundo en todo el universo, pertenece a un universo local cuyo soberano, Miguel, conocido como Jesús, es su soberano constructor. Hace mil millones de años atrás nuestro mundo Urantia, fue reconocido como planeta habitable en los registros universales. Su historia es narrada en sesenta y tres documentos que relatan su desarrollo geológico, la implantación de la vida desde sus formas más elementales, la historia del hombre, de las civilizaciones, instituciones y gobiernos. De la evolución de las religiones, de la sobrevivencia de la personalidad, del drama de un mundo que es sujeto a los avatares de una rebelión cósmica (rebelión de Lucifer) cuyas secuelas se traducen en un atraso en los normales caminos del progreso y en la presencia entre nuestra humanidad, de entidades al servicio de esta rebelión, seres reales en un plano distinto de existencia pero cuyo propósito fundamental es el de continuar interfiriendo en nuestra evolución y proyección hacia un destino luminoso, victoria que el hombre debe conseguir luchando con sus propias luces y facultades junto con la gran ayuda de un Padre Universal amoroso al cual el hombre puede llegar a conocer.


     Con otros setenta y siete documentos, se da cuenta de la vida y las enseñanzas del Hijo de Dios en una experiencia única al vivir como hombre en Urantia y revelar a los hombres la magnificencia del gran propósito cósmico y al Padre Universal. La maravilla del drama encantador de la vida humana y divina de Jesús en nuestro planeta es la conclusión adecuada a la revelación de Urantia. Una vida de Jesús, sin sujeciones a la tradición y al dogmatismo, pretende constituir la mayor ayuda posible para el hombre en su comprensión de la larga carrera de ascensión a una meta superior, participando en una gran aventura cósmica, hecha de realidades vitales, formando parte y continuidad del mismo proceso que ha iniciado en la tierra, en Urantia.

     Cuando en 1935 se recibieron los 67 escritos de Jesús, no solamente resultó aquello una sorpresa por el hecho de que el manuscrito no constituía ninguna respuesta a las preguntas del foro, sino porque la vida y enseñanzas de Jesús ampliaban el alcance y las consecuencias de la revelación. Como se ha comentado, en referencia a la carta que Sadler envió a Adams, la versión final que se materializó para los humanos, una vez revisada por los medianos, era mucho menos voluminosa que el original. No obstante, esta parte, la cuarta de The Urantia Book, que contenía un marco temporal extraordinariamente detallado, aumentó el tamaño del texto completo en un tercio.

     Las 1.300 páginas de las partes anteriores del libro cubren un período de 400.000 millones de años, llegando incluso a los orígenes del tiempo mismo, y describen distancias más allá de la imaginación humana. Frente a esto, las 773 páginas de la Parte IV narran la vida y enseñanza de Jesús durante un período de 36 años, centrándose principalmente en sus viajes, en un espacio de unos pocos cientos de kilómetros cuadrados. Además, casi un tercio de ésta contiene los últimos siete días de su vida y los acontecimientos que tendrían lugar tras su muerte. Sería difícil calcular la proporción en tiempo y texto. No debe sorprender que Clyde Bedell dijera más tarde:

  “Las primeras 1.300 páginas son un preámbulo a las últimas 800 páginas, las más importantes que se han imprimido sobre la Tierra: La vida y enseñanzas de Jesús. Estas 800 páginas no están para apoyar las primeras 1.300. Al revés, Las primeras 1.300 páginas están en The Urantia Book para proporcionar un inconmensurable telón de fondo cósmico, un escenario infinito y un apoyo para el Hijo Constructor de nuestro inmenso universo: vivir una vida con una misión en nuestro pequeño planeta".

   Algunos cristianos fundamentalistas señalarían la advertencia de Juan al final de su Apocalipsis, el último libro de la Biblia, diciendo que nadie puede añadir ni quitar una sola palabra de lo escrito. Pero también se pueden citar otras palabras de Juan al final del Evangelio de Jesús:

    Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo entero cabrían los libros que se habrían de escribir (Juan 21: 25).

    Otros citarían las palabras de Pablo de que cualquiera que recibiera una futura revelación de ángeles sea anatema, no obstante, décadas después el propio Juan recibió el libro de Apocalipsis ¡dado por ángeles! Y el mismo Apocalipsis promete nuevas revelaciones o “rollos” para el futuro. Tal vez lo que dijo Pablo se ha entendido mal, y lo que quiso advertir realmente es que alguien trajera una doctrina contraria a lo predicado por Jesús, no en sí la imposibilidad de una nueva revelación. Pensemos que la misma Biblia, se entregó a través de los siglos por Revelaciones graduales que incrementaban lo ya entregado.

     Hay personas que se han sentido fascinadas por los hechos de Jesús y atesoran sus palabras recogidas en la Biblia, pero si hubiese la más mínima posibilidad de que se hubiesen revelado otros hechos y palabras sobre Jesús, ¿no merecería la pena al menos examinar la Parte IV de los escritos de Urantia?  Un escritor dijo: "Los escritos de Jesús, han encendido en mí, como en muchos otros urantianos, un latente deseo de creer en el Hombre de Nazaret e Hijo de Dios, y estudiar sus enseñanzas. Cuando terminé su primera lectura, me di cuenta de que, con la inocencia de un niño, había redescubierto una fe en Jesús que acabaría con reconfigurar todo mi sistema de creencia: ése es el poder de la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret. Además, como se dice en los mismos escritos: “De todo el conocimiento humano, lo que tiene más valor es conocer la vida religiosa de Jesús y cómo él la vivió” (p. 2090).

   Tampoco es de sorprender que investigadores de reconocido prestigio en el campo de la ufología, como Juan José Benítez, se inspiraran en la parte del Libro de Urantia que narra todos los eventos de la vida de Jesús de Nazaret, para estructurar una saga de novelas que conmocionaron a infinidad de lectores, convirtiendo sus "Caballos de Troya" en auténticos best-sellers, al novelar los extraordinarios pasajes del original que tratan de la vida de Jesús. El propio Benitez afirmó: “Entiendo que es justo adelantar y confesar que la lectura de tales manuscritos me ha impresionado profundamente. Y no sólo por su extensión y lujo de detalles. Creo que lo más importante y asombroso es la montaña de información en tomo a la vida de Jesús de Nazaret. Juan el Evangelista, en sus postreros versículos (21, 25), escribía con sobrada razón que «otras muchas cosas hizo Jesús». Cierto. Y me atrevería a añadir que tantas y tan decisivas que, en faltando una sola, nuestro conocimiento y perspectiva de su obra resultan mermados. Trágicamente mermados. Ahora lo sé. Es vital -imprescindible, diría yo- conocer la infancia y la juventud del Hijo del Hombre para aproximarse a su Verdad. Es esencial el acceso a los años que precedieron a su llamada «vida pública» para, cuando menos, intuir sus propósitos y, así, hacer encajar las piezas de su compleja, agitada y siempre fascinante etapa de predicación que también ciertamente es maravillosa y fundamental. Sólo así, con esa maravillosa información entre nuestras manos, podremos valorar con cierta equidad el irrepetible paso del Hijo de Dios sobre la Tierra.

     También lo sé. Muchas personas, tras la lectura de los anteriores Caballos de Troya, me formulan la misma pregunta: «Pero ¿es verdad? ¿Todo esto es creíble?» Y me veo obligado a repetir lo único que sé: que esos documentos existen (Libro de Urantia) y que aunque algunos se empeñen en lo contrario- yo no gozo de tanta imaginación. Desde aquí desafío a quien lo desee a construir una «vida de Cristo» tan cuajada de lógica, audacia y belleza. No es tan sencillo «inventar» discursos de Jesús de Nazaret -pláticas inéditas y, lo que es más interesante, repletas de sabiduría- o esos treinta y dos años que los creyentes definen como «vida oculta». «inventarlos», claro, con datos, nombres, sucesos y circunstancias que encajen. En suma, y no me canso de insistir en ello, es el corazón del lector el que debe «sentir» si estas narraciones acerca de Jesús son o no creíbles. Que cada cual, por tanto, en lo más íntimo de su ser juzgue y decida, de acuerdo con los dictámenes de su conciencia. Ésa jamás se equivoca... “ (Caballo de Troya 3 pág 119).

     Es interesante también lo que un asiduo lector  de la saga anterior comenta sobre éstos y también sobre el Libro de Urantia. Dice Alberto Alvarez-Perea:  “La concepción del Cristianismo y de la religión se amplia sustancialmente después de leer aquellos escritos. No dejas de creer, ni hay crisis de fé, al contrario.  Pero sí que sirve para entender lo que es verdaderamente sustancial en el mensaje de Cristo, y separar todo lo accesorio, toda la parafernalia que no hace más que complicarnos la vida día a día.” 

    Y una advertencia aclaratoria. La información adicional de Jesús presentada por el Libro de Urantia es diametralmente diferente a los escritos gnósticos y los fantásticos evangelios apócrifos que hablan de un niño Jesús con superpoderes, o un joven exiliado en la India, aprendiendo de los Gurus sus conocimientos, o cualquier novela burda que habla de un Jesús casado con la Magdalena y ocultando a sus hijos.  Al contrario, estos valiosos documentos nos presentan a un Jesús real, divino y humano, aumentando el horizonte bíblico,  pero de una manera que nuestra imagen de él sale fortalecida, nunca mermada.  

    Conclusión: Los sucesos asociados con el origen del Libro de Urantia no tienen nada que ver con su verificación de calidad espiritual o verdad. Esto debe juzgarlo por su contenido y el fruto espiritual que produce. El mensaje del Libro de Urantia tiene sorprendente auto-verificación y consistencia histórica-filosófica. Pero, en el análisis final, el espíritu interior de Dios es la realidad fundamental que debe evaluar su mensaje. Lo invitamos, por lo tanto,  a leer y a juzgar por sí mismo sobre todo la última parte de esta trascendental revelación: “La Vida y Las Enseñanzas de Jesús”. - Contribuído.