miércoles, 9 de mayo de 2012

El desafío del buscador de la verdad

Érase una vez seis hombres sabios que vivían en una pequeña aldea.
Los seis sabios eran ciegos. Un día alguien llevó un elefante a la aldea. Los seis sabios buscaban la manera de saber cómo era un elefante, ya que no lo podían ver.
"Ya lo sé", dijo uno de ellos. "¡Palpémoslo!". "Buena idea", dijeron los demás. "Ahora sabremos como es un elefante". Así, los seis sabios fueron a "ver" al elefante. El primero palpó una de las grandes orejas del elefante. La tocaba lentamente hacia adelante y hacia atrás. "El elefante es como un gran abanico", gritó el primer hombre. El segundo tanteó las patas del elefante. "Es como un árbol", exclamó. "Ambos estáis equivocados", dijo el tercer hombre. "El elefante es como una soga". Éste le había examinado la cola.
Justamente entonces el cuarto hombre que examinaba los finos colmillos, habló:
"El elefante es como una lanza".
"No, no", gritó el quinto hombre. "Él es como un alto muro", había estado palpando el costado del elefante. El sexto hombre tenía cogida la trompa del elefante.
"Estáis todos equivocados", dijo. "El elefante es como una serpiente".
"No, no, como una soga".
"Serpiente".
"Un muro".
"Estáis equivocados".
"Estoy en lo cierto".
Los seis hombres se ensalzaron en una interminable discusión durante horas sin ponerse de acuerdo sobre cómo era el elefante.

A menudo cuando observamos un motor de un carro, podemos analizarlo por sus partes separadas, pero para tener la comprensión total es esencial observarlo en su totalidad.

La razón de la inmensa variedad de sectas y religiones se encuentra en la fijación obsesiva en ciertos elementos en vez de mirar el todo. El problema es que al mirar los elementos por separados podemos darles un valor desmedido y equivocado que anule el objeto real en su totalidad.

El error religioso consiste en eso. En la fijación infantil espiritual que raya en lo idolátrico. Notemos éstos ejemplos:

1- El dogma de la Virginidad perpetua de María y un papel desmedido asignado a ella.

2- La observancia del día Sábado como requisito para el favor de Dios.

3-La creencia de que al pronunciar el Nombre verdadero de Dios se obtiene una aprobación de él.

4- La idea de que Dios tiene una Organización especial y que el estar en ella es necesaria para la salvación.

5- La creencia de que la Sangre es más importante que la vida humana a la cual representa.

6- La creencia de que la Predicación de cierta forma es una especie de sinónimo de aprobación de Dios.

7- El sentimiento de que la Biblia merece excesiva devoción sentimental al grado de idolizarla, más que al propio Dios que la inspiró.

8- Que los Mantras u frases repetitivas son esenciales en la iluminación.

9- Qué consumir Carne o café contamina espiritualmente.

Etc,

Todas y muchas otras ideas provocan fosilizaciones y distorsiones de la verdad. Qué se preste más devoción a las herramientas que al propósito de las mismas.

La humanidad está saliendo de ese letargo, de esa ceguera mental. Es un despertar progresivo, que requiere de gran madurez y de una lenta aceptación, quizás un proceso de largos años.

Sin embargo, a nivel individual cada cual puede abrir los ojos lentamente.