martes, 1 de mayo de 2012

Exorcismos

(863.4) 77:7.3 Ambos grupos de seres intermedios rebeldes están ahora detenidos aguardando la adjudicación final de los asuntos de la rebelión del sistema. Ellos, sin embargo, realizaron muchas rarezas en la tierra antes de iniciarse la dispensación planetaria presente.

(863.6) 77:7.5 En ningún mundo pueden los espíritus malignos tomar posesión de una mente mortal después de la vida de un Hijo autootorgador Paradisiaco. Pero antes de los días de Cristo Micael en Urantia —antes del advenimiento universal de los Ajustadores del Pensamiento y el derrame del espíritu del Maestro sobre toda carne— estos seres intermedios rebeldes de hecho pudieron influir sobre las mentes de ciertos mortales inferiores y controlar hasta cierto punto sus acciones. Esto se logró de forma muy similar a como funcionan los seres intermedios leales cuando se desempeñan de guardianes eficientes del contacto de las mentes del cuerpo reservista del destino de Urantia, en aquellos momentos en los que el Ajustador, en efecto, se separa de la personalidad durante una temporada de contacto con los seres inteligentes superhumanos.

(863.7) 77:7.6 No es mera figura retórica cuando los registros manifiestan: «Y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados y lunáticos». Jesús sabía y reconocía la diferencia entre la demencia y la posesión demoníaca, aunque estos estados se confundían mucho en la mente de los que vivieron en su época y generación.

(863.8) 77:7.7 Incluso antes de Pentecostés, ningún espíritu rebelde pudo dominar una mente mortal, y desde aquel día hasta las mentes débiles de los mortales inferiores están libres de estas posibilidades. Desde el advenimiento del Espíritu de la Verdad, los presuntos conjuros de demonios han sido, más bien, cuestión de confundir la creencia en la posesión del demonio con la histeria, la locura y la imbecilidad. Pero no vayáis a imaginar que tal caso no fuese realidad en tiempos pasados, sólo porque el autootorgamiento de Micael ha liberado prennemente a todas las mentes humanas en Urantia de la posibilidad de ser poseídas por el demonio.

(864.1) 77:7.8 Presentemente el entero grupo de seres intermedios rebeldes está encarcelado por mandato de los Altísimos de Edentia. Ya no deambulan por este mundo propensos a hacer travesuras. Aparte de la presencia de los Ajustadores del Pensamiento, el derrame del Espíritu de la Verdad sobre toda la carne imposibilitó para siempre que los espíritus desleales de cualquier índole y aspecto invadieran nuevamente aun a las mentes humanas más endebles. Desde el día de Pentecostés jamás podrá volver a producirse tal suceso como el de ser poseído por un demonio.

Estas palabras han causado cierta extrañeza en algunos lectores del L.U. La Revelación comenta que desde el Pentecostés los demonios (seres intermedios o medianes) están detenidos. No se relata si es en algún satélite carcel o en la Tierra, pero puesto que los Seres Intermedios al parecer son ciudadanos permanentes del planeta, todo indica que están detenidos o estacionados aquí en la Tierra, en algún lugar. Autores como J.J. Benítez en su libro La Rebelión de Lucifer declaran que los Medianes rebeldes están detenidos en una dimensión paralela aquí en la Tierra llamada "la Torre de Amón".

Aunque ya no pueden poseer las mentes humanas a diestra y siniestra como lo hacían antes de Cristo, todavía es posible cierta posesión con respecto a este personaje:

(610.2) 53:8.6 La última acción de Micael antes de abandonar Urantia consistió en ofrecer misericordia a Caligastia y Daligastia, pero despreciaron su tierna oferta. Caligastia, vuestro Príncipe Planetario apóstata, aún está libre en Urantia de perseguir sus nefastos designios, pero no tiene absolutamente ningún poder para entrar en la mente de los hombres, ni tampoco puede acercarse a sus almas para tentarlas o corromperlas a menos que realmente deseen ser maldecidas por su malvada presencia.

Caligastia está libre en nuestro mundo. Ciertamente al parecer quiénes juegan a la Quija o buscan la presencia del maligno o se involucran en prácticas espiritistas tienen la posibilidad de entrar en contacto con las fuerzas espirituales y puede padecer la "maldición de la malvada presencia" del Príncipe caído.

Tengo la impresión de que los casi 50.000 seres intermedios encerrados lograron (en fechas posteriores a la revelación de Urantia en los años treinta del siglo XX) cierta técnica desconocida para unir sus mentes y lograr una proyección de ellos manipulando el espacio-tiempo y de alguna forma han podido ejercer cierta influencia fuera de su prisión. Quizás algunas personas que practican el espiritismo o han tenido prácticas semejantes han abierto portales (?) para que de alguna forma los intermedios rebeldes puedan proyectarse a distancia desde su prisión uniendo sus mentes. Esto sería semejante a colocar una web-cam en una cárcel y lograr cierta comunicación a distancia con amigos y familiares. Sin embargo, esto es una especulación mía para intentar no ser dogmáticos con una realidad espiritual en movimiento, y de ninguna forma lo declaran los Documentos. Creo que el espíritu de los Documentos es mostrarnos que los Hijos de Dios renacidos deben liberarse del miedo y las creencias esclavizantes del temor y la superstición que tienden a engrandecer el papel del Diablo como si fuera una fuerza opuesta que coloca en jaque a Dios.

Por eso es notablemente cierto que la vasta mayoría de los casos de apariciones de fantasmas se deben a sugestiones, fraudes, trastornos cerebrales, predisposición mental, miedo, ideas culturales, reflejos mentales y recuerdos refractarios, etc. y no siempre a manifestaciones de los seres intermedios.

Las posesiones actuales igualmente en la inmensa mayoría de los casos son trastornos mentales y auto sugestiones poderosas de la misma mente dañada o desequilibrada. Notemos como Urantia nos muestra dos casos: Un caso de posesión real y otro de desequilibrio mental:

(1755.8) 158:4.2 Aunque la multitud estaba discutiendo numerosos temas, la controversia principal se refería a cierto ciudadano de Tiberias que había llegado el día anterior en busca de Jesús. Este hombre, Santiago de Safad, tenía un hijo de unos catorce años, hijo único, gravemente afligido de epilepsia. Además de esta enfermedad nerviosa, este muchacho era poseído por uno de esos seres intermedios vagabundos, traviesos y rebeldes, que por entonces existían sin control en la tierra, de modo que el joven estaba al mismo tiempo epiléptico y poseído por un demonio.

(1757.3) 158:5.3 Cuando Jesús escuchó estas palabras, se adelantó y, tomando al niño de la mano, dijo: «Esto haré de acuerdo con la voluntad de mi Padre y en honor de la fe viviente. Hijo mío, ¡levántate! Vete, espíritu desobediente, y no vuelvas a él». Colocando luego la mano del niño en la de su padre, Jesús dijo: «Idos por vuestro camino. El Padre ha otorgado el deseo de vuestra alma». Todos los que estaban presentes, aun los enemigos de Jesús, se asombraron de lo que veían.

Ahora notemos como Jesús también podía diferenciar otros casos que no eran de posesión real. Veamos este otro caso:

(1696.2) 151:6.4 Cuando Amós reconoció a Jesús, cayó a sus pies y exclamó: «Yo te conozco, Jesús, pero estoy poseído por muchos diablos, y te imploro que no me atormentes». Este hombre creía verdaderamente que su aflicción mental periódica era debida al hecho de que, en esos momentos, lo penetraban espíritus malignos o impuros que dominaban su mente y cuerpo. Pero su afección era más que nada de carácter emocional —su cerebro no estaba gravemente enfermo.

Este último caso parece corresponder a la vasta mayoría de las llamadas posesiones malignas. La misma mente entra en un estado tan tremendo de sugestión y auto-convencimiento subconsciente, que tras periodos de bi-polaridad mental ciertamente puede caer en trastornos atribuídos a demonios (incluyendo la esquizofrenia).