Hoy asistimos a una manipulación técnica impuesta por la rutina periodística, en el sentido de que un periodista trabaja en unas condiciones materiales y de estrategia dadas, un formato dado, ya sea un límite de espacio en un diario o de tiempo en radio o en televisión, que implica hacer un primer filtraje, un primer resumen de la noticia. Además existen unas limitaciones y directrices empresariales impuestas por los intereses económicos y políticos de la empresa de comunicación, cosa que influye en mayor o menor grado en las informaciones que dan, su contrapartida está en el hecho de que es conveniente contrastar los distintos medios de comunicación para tener un punto de vista más amplio.
Es indudable la
influencia y el poder que ejercen los medios de comunicación; y es indudable
también que muchos utilizan precisamente ese poder como medio transmisor de sus
ideas. En esto consiste la manipulación de los medios de comunicación: es una
influencia indirecta, sutil, que pretende transformar al hombre sin atacar
directamente su voluntad o su libertad. La manipulación es una influencia que
actúa por ocultamiento y que de forma subconsciente influye en su voluntad igualmente.
Por ejemplo, en particular en la Argentina se presenta a la seguridad como uno
de los problemas fundamentales, si no el más importante.
Por ejemplo, analicemos los Homicidios dolosos en Argentina. Desde 1991 hasta 2007 hubo una tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, de 7 a 9 puntos entre 1991
y 2002, con picos en 1997 y 2002. Después, desde 2003, la cifra de 9,20 cayó a
5,26 en 2007. Queda así demostrado que lejos de haber aumentado, la tasa de
homicidios dolosos, en 2007 cayó casi a la mitad de las cifras de 1997 y 2002. No obstante las noticias
La Argentina está demonizada. Las afirmaciones apocalípticas con
respecto a la seguridad en la Argentina se han transformado en propaganda
política y son materia de intensas campañas en diarios, radio y televisión. Y creo que ocurre lo mismo con otros países. En una población de millones de habitantes, es lógico un par de delitos por mentes enfermas. Y si una población es mucho mayor, es comprensible un aumento exponencial y proporcional cómo en México.
Un estudio del Instituto de Políticas Judiciales de EE.UU. concluyó que mientras los arrestos por homicidio disminuyeron en un 32,9 % en Nueva York entre 1990 y 1998, la cobertura de esos delitos subió en un 473 %
Claramente hay una estrategia del miedo, para implementar políticas de control y ofrecer soluciones fabricadas. Las noticias están contaminadas y reflejan esa falencia de la mente e inmadurez humana. Hay cientos de actos positivos cada día y muy pocos son cubiertos. Pero afortunadamente cada vez más hay pequeños espacios para incluir breves notas positivas.
Una forma importante para sanar nuestras mentes es desintoxicarse de ésta manipulación negativa y llenar nuestra alma del servicio amoroso y la contemplación de la creación.