sábado, 23 de junio de 2012

La Venida de Cristo, el Fin de los Tiempos y Nosotros - Parte IV

4. El Retorno de Micael

(1918.4) 176:4.1 De todas las enseñanzas del Maestro ninguna fase fue tan completamente tergiversada como esta promesa de volver alguna vez en persona a este mundo. No es extraño que Micael estuviera interesado en retornar alguna vez al planeta en el que había experimentado su séptimo y último autootorgamiento como mortal del reino. Es tan sólo natural creer que Jesús de Nazaret, ahora gobernante soberano de un vasto universo, se interesara por volver, no sólo una sino aun muchas veces, al mundo en el cual vivió una vida tan singular y finalmente ganó del Padre para sí mismo el don ilimitado de poder y autoridad universales. Urantia será eternamente una de las siete esferas de natividad de Micael en su proceso de ganar la soberanía universal.

(1918.5) 176:4.2 Jesús, en numerosas ocasiones y a muchas personas, declaró su intención de retornar a este mundo. A medida que sus seguidores despertaron al hecho de que su Maestro no funcionaría como libertador temporal, y a medida que escucharon sus predicciones sobre la caída de Jerusalén y de la nación judía, comenzaron de la manera más natural a asociar su retorno prometido con estos eventos catastróficos. Pero cuando los ejércitos romanos arrasaron los muros de Jerusalén, destruyeron el templo y dispersaron a los judíos de Judea, y aún el Maestro no se había revelado en poder y gloria, sus seguidores comenzaron a formular la creencia que eventualmente asoció el segundo advenimiento de Cristo con el fin de la era, aun con el fin del mundo.

(1918.6) 176:4.3 Jesús prometió hacer dos cosas después de haber ascendido al Padre, y una vez que hubiese sido puesto en sus manos todo el poder en el cielo y en la tierra. Prometió en primer término enviar al mundo, y en su lugar, a otro maestro, el Espíritu de la Verdad; y esto lo hizo el día de Pentecostés. En segundo lugar, prometió de la forma más certera a sus seguidores que alguna vez él volvería personalmente a este mundo. Pero no dijo cómo, dónde ni cuándo volvería a visitar este planeta de su experiencia autootorgadora en la carne. En una ocasión sugirió que, como el ojo de la carne le había contemplado mientras vivía aquí en la carne, a su retorno (por lo menos en una de sus posibles visitas) tan sólo sería el discernido por el ojo de la fe espiritual.

(1919.1) 176:4.4 Muchos de nosotros tienden a creer que Jesús retornará a Urantia muchas veces durante las eras venideras. No tenemos su promesa específica de tal pluralidad de visitas, pero parece lo más probable que el que lleva entre sus títulos universales el de Príncipe Planetario de Urantia, visitará muchas veces al mundo cuya conquista le confirió tan singular título.

(1919.2) 176:4.5 Creemos muy positivamente que Micael volverá en persona a Urantia, pero no tenemos la menor idea de cuándo ni de qué manera elegirá hacerlo. ¿Se producirá este segundo advenimiento sobre la tierra en conexión con el juicio terminal de esta era corriente, sea, o no sea, con la aparición asociada del Hijo Magisterial? ¿Vendrá en relación con la terminación de alguna era urantiana subsiguiente? ¿Vendrá sin anuncio y como evento aislado? No lo sabemos. De una sola cosa estamos seguros, y ésa es, que cuando él retorne, muy probablemente todo el mundo lo sabrá, porque vendrá como el gobernante supremo de un universo y no como un oscuro recién nacido en Belén. Pero si todos los ojos lo han de contemplar, y si tan sólo los ojos espirituales pueden discernir su presencia, mucho se postergará su advenimiento.

(1919.3) 176:4.6 Por lo tanto haríais bien en desasociar el retorno personal del Maestro a la tierra de todo evento establecido o época fijada. Estamos seguros solamente de una cosa: Prometió que volvería. No tenemos idea alguna de cuándo cumplirá con su promesa ni en relación con qué. Por lo que sabemos, puede aparecer en la tierra en cualquier momento, y puede no aparecer hasta que no hayan pasado eras tras eras y todas hayan sido debidamente adjudicadas por sus Hijos asociados del cuerpo del Paraíso.

(1919.4) 176:4.7 El segundo advenimiento de Micael a la tierra es un evento de enorme valor sentimental tanto para los seres intermedios como para los humanos; pero por otra parte no es de inmediata importancia para los seres intermedios ni de mayor importancia práctica para todos los seres humanos que el acontecimiento común de la muerte natural, que precipita tan repentinamente al hombre mortal en el abrazo inmediato de esa sucesión de acontecimientos universales que conduce directamente a la presencia de este mismo Jesús, el gobernante soberano de nuestro universo. Los hijos de la luz están destinados a verlo, y no es preocupación seria que vayamos nosotros a él o que acaso él primero venga a nosotros. Estad pues vosotros siempre listos para recibirlo en la tierra, así como él está siempre listo para recibiros en el cielo. Anticipamos con confianza su gloriosa aparición, aun sus venidas repetidas, pero nuestra ignorancia es total en cuanto a cómo, cuándo, o en relación con qué está destinado a aparecer.

Comentarios del Redactor
Creo que nunca jamás había encontrado una descripción tan diferente y serena en cuanto a la venida de Cristo. Todas las religiones (incluso las Evangélicas) asocian esta venida con la destrucción del sistema, el fin del mundo, y la tribulación.

Este asunto merece muchas vueltas. Los Reveladores comentan que Jesús puede regresar en cualquier momento, pero especulan que la visión espiritual nublada de ésta Sociedad hace que su retorno sea en fechas posteriores. Pero no olvidemos que los Reveladores escribieron esas palabras en la década de los años cincuenta del siglo XX. Hoy podemos afirmar que la humanidad está cambiando en sus paradigmas y enfrentándose a mutaciones de conciencia. Esto muestra que quizás el retorno de Miguel no está tan lejos.

Sin embargo, es importante destacar lo siguiente: "Por lo tanto haríais bien en desasociar el retorno personal del Maestro a la tierra de todo evento establecido o época fijada. Estamos seguros solamente de una cosa: Prometió que volvería".

Creo en base a lo anterior, que perfectamente el retorno de Micael no debe asociarse a alguna tribulación (como lo hicieron en el siglo I). En realidad podemos experimentar una Tercera Guerra Mundial o una Gran Catástrofe mundial, pero ésta no sería provocada por el Retorno de Miguel. Micael puede retornar después de ésos eventos.

Pero, ¿puede coincidir su visita con ésos eventos? Es posible, pero no determinante. Ellos nos dicen:  ¿Se producirá este segundo advenimiento sobre la tierra en conexión con el juicio terminal de esta era corriente, sea, o no sea, con la aparición asociada del Hijo Magisterial? ¿Vendrá en relación con la terminación de alguna era urantiana subsiguiente? ¿Vendrá sin anuncio y como evento aislado? No lo sabemos.

Tengo la teoría personal que la intervención de algunos Ajustadores de los Profetas les hicieron visualizar el fin de una Era o una Catástrofe planetaria en conexión con la venida del Hijo Miguel. Pero también es posible que sufrieran una mezcla de elementos como asociar una destrucción local con un retorno superior de Dios, como en el caso de la destrucción de Jerusalén por los Babilonios, por los Romanos, etc. En todas las narrativas de los profetas ellos asocian al Dia de Jehová con el castigo a su Pueblo o Nación.

Sabemos que si una Catástrofe Global amenaza la vida en la Tierra L.U nos habla de un rescate, lo cual podría armonizar con algunos pasajes bíblicos.

Sin embargo, la declaración de L.U es la más sensata, ya que nos recuerda que esa preocupación no está en nuestras manos. Es una determinación de los Jueces del Universo y nuestra ansiedad personal en lo más mínimo puede influir en esas determinaciones. Esta es la postura más madura y equilibrada que debemos lograr. Más que una preocupación obsesiva por los elementos externos cambiantes y distractores que agotan a las criaturas, el creyente debe estar alerta sobre sí mismo, para cultivar una personalidad unificada en amor.

"El segundo advenimiento de Micael a la tierra es un evento de enorme valor sentimental tanto para los seres intermedios como para los humanos; pero por otra parte no es de inmediata importancia para los seres intermedios ni de mayor importancia práctica para todos los seres humanos que el acontecimiento común de la muerte natural, que precipita tan repentinamente al hombre mortal en el abrazo inmediato de esa sucesión de acontecimientos universales que conduce directamente a la presencia de este mismo Jesús, el gobernante soberano de nuestro universo".

En otras palabras, es posible que la muerte nos encuentre primero y eso nos lleve a una serie de etapas que nos harán conocer a Micael en los mundos superiores.

"Los hijos de la luz están destinados a verlo, y no es preocupación seria que vayamos nosotros a él o que acaso él primero venga a nosotros. Estad pues vosotros siempre listos para recibirlo en la tierra, así como él está siempre listo para recibiros en el cielo. Anticipamos con confianza su gloriosa aparición, aun sus venidas repetidas, pero nuestra ignorancia es total en cuanto a cómo, cuándo, o en relación con qué está destinado a aparecer".

Juan al decir en Revelación ¡ven Señor Jesús!, y Jesús al responder ¡Vengo Pronto! se estaba refiriendo a esa posibilidad certera de que "no es preocupación seria que vayamos nosotros a él o que acaso él primero venga a nosotros. Estad pues vosotros siempre listos para recibirlo en la tierra, así como él está siempre listo para recibiros en el cielo".