Como hemos estado intentando seguir la revelación de los propósitos de Dios a lo largo de las edades de los universos y a través de los años luz del espacio, nosotros hemos sacada ciertas conclusiones. Parece que él está ocupado en el eterno proyecto de revelación de sí mismo a, y de compartir su naturaleza con, todos sus Hijos y sus hijos de sus Hijos - así como el dejó su naturaleza absoluta en el Primer Hijo, y luego compartió la soberanía de toda la creación con el, en su Espíritu y como la Coordinación universal.
La Primera Edad Universal consta de la creación de Havona y el universo central, en dónde los seres espirituales de alto nivel viven unicamente en estos estados casi absolutos de existencia. Luego la Segunda Edad Universal es la creación y expansión de los superuniversos que contienen los miles de universos, junto a Sedes y estructuras de los Hijos Creadores, y que incluyen mundos espirituales, moronciales y planetas materiales del nivel de la Tierra. La Tercera Edad Universal es la expansión de los dominios del espacio exterior, en los anillos más allá de los siete superuniversos. Los hijos ascendentes de Dios, luego de hallar en persona al Padre en Havona, serían asignados a la creación y consolidación de esas nuevas creaciones que ya están ocurriendo en el espacio exterior, en los anillos externos.
Nosotros hemos seguido la divina expansión de las fuerzas y personalidades de Dios desde las orillas del Paraíso hacia las profundidades más remotas del espacio exterior en el nunca indeterminable Cosmos Infinito. Aún, con toda esta inimaginable expansión Dios ni ha incrementado ni disminuido en valor. El Infinito es inmutable pero el significado del Infinito, el significado de Dios, ha sido modificado, enriquecido, agrandado, como concierne cada ser individual que participó en la Aventura Suprema, la Aventura Ultima, y la nunca interminable Aventura Absoluta. (1261,2.)
Cuando los mortales ascendentes finalmente logran el Paraíso y encuentran a Dios, ellos tienen una experiencia finita en la compresión del Padre Universal. Cuando los finalistas completan su servicio en los circundantes superuniversos, ellos retornan al Paraíso para encontrar aún más del Padre; ellos han crecido en la capacidad de comprender. Al final de la Segunda Edad, cuando encontramos el Supremo, tendremos una comprensión-experiencia con la totalidad de la Deidad-la Deidad Finita. Todo esto debe capacitarnos para comprender al Padre como finito, Dios como él es conocible por criaturas finitas.
Cuando nos embarcamos en la Aventura Ultima, nos hemos embarcado en la búsqueda del Padre como súper-finito, el Padre como Absonito. Nosotros hemos visto que un tiempo muy largo tomará completar esta búsqueda; sin embargo, esta meta tiene un límite distante, y la eternidad perdura, y algún día este límite realmente se alcanzará. Nosotros conoceremos-realmente conocemos el Ultimo. Y en esta adquisición absonita encontraremos la capacidad para conocer el Padre más allá de lo finito, para conocer al Padre como Ultimo.
La aventura final - la Aventura Absoluta - es sin fin. Pero nada nos intimidará jamás; nada nos detendrá jamás; nosotros nunca alcanzaremos un estancamiento, una barrera final para progresar. Nosotros realmente encontraremos a Dios como Absoluto, pero nunca completaremos este descubrimiento; la exploración de la infinidad de Dios debe ser interminable. ¡Nosotros lo encontraremos como absoluto pero nunca podremos conocerlo como infinito!
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"Dios, vuestro Padre, y mi Padre, es esa fase del Infinito que percibimos en
nuestras personalidades como una realidad experiencial actual..." (1153,4.)
Pero aún, sabemos que el Infinito está aquí, que es real, y que está antes de la Primera Fuente y después del Destino Final. Al final de los tiempos, aún encontraremos antaño, "la fe es la sustancia de cosas que se esperan, la evidencia de cosas que no se ven"(Heb. 11:1.)
EL MAS ALLA
El Libro de Urantia asemeja la existencia con una sinfonía. Y así es. En este mas allá nos gustaría compararlo con un romance - una historia de amor y aventura. Vez tras vez, en la labor de este trabajo, nos hemos encontrado con el afecto divino en una mano, y en la otra por la gran aventura que parece extenderse bajo los propósitos de Dios - como parece estar revelados en los acontecimientos de la historia del universo maestro, en todo lo que va antes, y en todo lo que sigue después.
Dios se expresa en la creación en tal manera pródiga. El da sin medida a todos aquellos que puede ser enriquecidos por estos regalos. Estos son los frutos del infinito amor que él parece tener para todos los seres.
Dios esta así amando; pero no tan suave. El, que da mucho en amor, también es el que desafía a aquellos quienes él ama. En las soluciones de los problemas sus hijos crecen.
Dios es tan inmutable, pero siempre la causa del cambio. Siempre el esta colocando el fermento de lo nuevo y lo desafiante sobre lo viejo y establecido. Y como lo viejo y lo nuevo reacciona el uno al otro cada uno desafía al otro, y como cada uno responde al desafío del otro, ambos crecen y muestran antiguas limitaciones. Dios parece desear que todos sus hijos crezcan; y parece desear ser un socio con cada uno en esa aventura del crecimiento. El da su espíritu para vivir dentro de nosotros para compartir con nosotros la aventura de explorar su infinidad de hecho y su infinidad de amor.
En la preparación de este trabajo el interés ha crecido en el escritor que es historia de romance y aventura, una hisoria emocionante de desafío y respuesta. ¡El héroe real de toda la historia es Dios! Este ser es la más excitante, personalidad en los universos en expansión. Este Ser es la personalidad más interesante e intrigante en la existencia. Este Ser es el autor del amor, y (creemos) él habló mediante un Hombre-Dios entre los hombres, y para los hombres, dijo, "¡Sígueme!
Y si nos atrevemos podemos.
La aventura ha comenzado
¡Regocijaos! El que, al fin,
decide hacer la voluntad del Padre entra a formar parte de los aventureros de
Dios. La Creación inmensa es una aventura. Descubrirla por vosotros mismos es la
máxima aventura. Y Él, desde el fondo de vuestra alma, se regocija con vuestra
aventura. En el peregrinaje por las edades eternas y en el viaje por la creación
estelar os aguardan los más brillantes amaneceres, los más sosegados ocasos, lo
posible y lo imposible. Ésa es la aventura de Dios. La luz será un hilo en
vuestras manos. La materia, una flor que se deshoja entre vuestros dedos. Yo os
anuncio que la verdad será vuestra sombra y el conocimiento, uno más de
vuestros cabellos. Y tras la aventura del descubrimiento de una esfera sagrada
llegará el segundo y el tercero. Y la aventura no tendrá fin. Mirad a los
aventureros humanos. Ellos disfrutan en el reto, sumidos en la curiosidad y en el
afán de avanzar. Así es la aventura divina: siempre más allá, siempre más
profundo, siempre más cerca de vosotros mismos.
Pues vuestra presente etapa
también es un desafío y una aventura. Cada día es una apuesta por el Amor.
Vivid la presente experiencia con amor, integridad y bondad. Valorad la vida,
este instante, y así disfrutad la aventura de la Eternidad en dónde Dios te
llevará siempre de la mano.
APÉNDICE
¿Qué es el "Cielo"?
La Tierra perfectamente puede ser el "cielo" para otro mundo
Hoy
la Ciencia ha comprobado que la expresión "universo material" es un
simplismo. De todos los objetos celestes visibles conocidos hoy en día
(estrellas, planetas y nubes de polvo) dan cuenta de sólo el 10% de la masa del universo. Es decir, del total de materia que forma el universo, sólo es materia conocida el 10% de ella,
el resto es masa que falta (?) y, dado que no la hemos podido
detectar, los físicos la han llamado “materia oscura” (sea lo que sea).
No es que sea “negra”, sino que es “desconocida” pero que convive de
alguna forma en este universo.
Las galaxias en el universo normalmente se agrupan en cúmulos que para mantenerse unidos necesitan de la fuerza de atracción gravitacional
producida por una gran cantidad de masa. La masa requerida no se
observa. ¿Dónde está? Por ejemplo, en la fotografía derecha del
Telescopio Hubble se observa (flechas) la fuerza gravitacional
que mantiene unidas a las galaxias. No obstante, hay una enorme cantidad
de "masa" que no observamos, y esa es la que mantiene la cohesión. Es
como si existieran estructuras que no reflejan la luz de los soles, pero
que perfectamente están en medio de los espacios.
Por
otro lado, la radiación existente en el universo interactúa con la
materia y por lo tanto se ve afectada por fluctuaciones. La señal que
queda en la radiación de fondo
es como una fotografía del universo. El análisis de las fluctuaciones
en la radiación de fondo indica que debe existir más materia en el
universo de lo que observamos a simple vista. ¿Dónde está la materia que
no observamos? En la fotografía iquierda se observan los cuerpos
estelares. Y con otro espectro de visión, se percibe la radiación. Hay
cuerpos que no son captados por la vista humana, que no reflejan luz
solar, pero que existen en medio de los espacios.
El término hebreo scha·má·yim (siempre en plural), que se traduce “cielo(s)”, parece designar en su sentido básico lo que es “alto” o “encumbrado”. (Sl 103:11; Pr 25:3; Isa 55:9.) La etimología de la palabra griega para cielo (ou·ra·nós) es incierta.
Los “cielos”
físicos comprenden tanto la atmósfera terrestre como las regiones del
espacio sideral con sus cuerpos estelares, “todo el ejército de los
cielos”: el Sol, la Luna, las estrellas y las constelaciones. (Dt 4:19;
Isa 13:10; 1Co 15:40, 41; Heb 11:12.)
Las mismas palabras del lenguaje original que se utilizan para referirse a los cielos físicos se aplican también a los cielos espirituales" - Perspicacia.
Como notamos es interesante que la división
entre "cielos espirituales" y "cielos materiales" es una explicación
arbitraria humana y no necesariamente bíblica, real o científica. Hoy
observamos con nuestra comprensión progresiva de la Cosmología, que las
palabras y "conceptos" que entendíamos de forma limitada ciertamente nos
abren nuevas perspectivas y armonizan con la revelación del Universo.
Por lo tanto, tanto el llamado cielo
"espiritual" no es parte de otro universo, como si estuviera "separado"
del universo llamado "material". En realidad ámbos planos coexisten en
una misma realidad cósmica. Diferentes "niveles" existen dentro de la
misma realidad "material". Por esa razón, la verdadera "materia", la
auténtica realidad es el componente del 90% desconocido del universo.
Nuestra realidad cotidiana es una "anormalidad" pequeña dentro de la
verdadera realidad "normal" que desconocemos. Cómo pueden notar, las
palabras son mi enemigo. Es difícil transmitir estos conceptos en el
lenguaje humano.
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“Los hijos de este sistema de cosas se casan y se dan en matrimonio, pero los que han sido considerados dignos de ganar aquel sistema de cosas y la resurrección de entre los muertos ni se casan ni se dan en matrimonio. De hecho, tampoco pueden ya morir, porque son como los ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección”.
R. C. Trench dice en cuanto al significado de “sistemas de cosas” o ai·ṓn: “Al igual que [kó·smos (mundo), ai·ṓn] tiene un sentido principal concreto”. Pablo dice en Hebreos 11:3: “Por fe percibimos que los sistemas de cosas [plural de ai·ṓn] fueron puestos en orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se contempla ha llegado a ser de cosas que no aparecen”. La Obra Perspicacia comenta sobre una variante de ésta expresión:
“entender el uso del término ai·ṓn en Hebreos 1:2 y 11:3 es como equivalente del griego kó·smos,
en su acepción de mundo o universo y con relación a todo lo creado, el
Sol, la Luna, las estrellas y la propia Tierra. Esta interpretación
tiene el respaldo del comentario de Hebreos 11:3, que dice: “Lo que se
contempla ha llegado a ser de cosas que no aparecen”. También puede
interpretarse el versículo como una alusión al relato de la creación de
Génesis, lo que daría un contexto lógico a la referencia que Pablo hace
inmediatamente después a hombres como Abel (vs. 4), Enoc (vss. 5 y 6) y
Noé (vs. 7). Por consiguiente, es posible que Pablo estuviese ampliando
su explicación de la fe, refiriéndose a la existencia del vasto
universo, el Sol, la Luna y las estrellas como prueba manifiesta de la
existencia de un Creador. (Compárese con Ro 1:20.)”.
Esto puede ser prueba de que “aquel sistema de cosas
y la resurrección de entre los muertos” se refiere claramente a un
“mundo”, “morada” o “esfera” celestial. Un “lugar de habitación” fuera
de la Tierra.
“Pero en cuanto a los que sean dignos de tomar parte en el mundo venidero por la resurrección: ésos no se casarán ni serán dados en casamiento” – Lucas 20:35 Nueva Versión Internacional
“Pero los que fueren tenidos por dignos de aquel mundo y la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento” – Lucas 20:35 Reina Valera Gomez 2010
Esta sería la explicación más sensata y
coherente. Los resucitados, incluidos Abrahán, Isaac y Jacob
(mencionados por Jesús en el relato) no resucitarían en la Tierra, sino
en otro mundo, una “morada” de las muchas que hay en la Casa del Padre
(Juan 14:2).
Jesús mismo habló de éstas “moradas” cuando dijo:
”También, les digo a ustedes: Háganse
amigos por medio de las riquezas injustas, para que, cuando las tales
fallen, se los reciba en los lugares de habitación eternos.” – Lucas 16:9
La expresión es similar a “tiendas eternas” y tiene una relación interesante con nuestro universo. “y la constelación Kimá y los cuartos interiores del Sur”
(Job 9:9). En Judas también se dice que los ángeles “abandonaron su
propio y debido lugar de habitación” (Judas 6), lo cual muestra que los
ángeles habitan en uno de los múltiples “lugares de habitación eternos”
que están destinados a los fieles resucitados.
Nuestra comprensión de lo que es el “cielo”
se ha incrementado mucho desde los días de Pablo. Está claro que los
hombres no podían describir realidades superiores de otros planos y
mundos superiores. Para ellos, esas esferas estaban “arriba”, en los
“cielos”. Pero los “cielos” no significan estar en una nube recostado,
sino que involucran muchas “moradas” y “lugares de habitación” para los
ángeles y los humanos glorificados. Es posible que algunos de esos
"cielos" sean mundos similares a la Tierra, con montañas y lagos, pero
en estados hermosos paradisíacos. Fueron llamados "cielos" porque
estaban arriba, fuera de la Tierra. Pablo mismo describe una
experiencia relacionada con una vista de ésos “cielos”:
“Conozco a un
hombre en unión con Cristo que, hace catorce años —si en el cuerpo, no
lo sé, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe— fue arrebatado como
tal hasta el tercer cielo. Sí, conozco a tal hombre —si en el cuerpo o
aparte del cuerpo, no lo sé, Dios lo sabe— que fue arrebatado al
paraíso y oyó palabras inexpresables que no le es lícito al hombre
hablar. De tal hombre me jactaré, pero no me jactaré de mí mismo, salvo
en cuanto a [mis] debilidades” – 2 Corintios 12:2-5.
Pablo mismo tiene dudas sobre hasta que
grado son totalmente inmateriales o no éstos cielos. Sin embargo, la
experiencia es real y “tangible”. Pablo dice que fue “arrebatado” (la
misma expresión relacionada con el arrebatamiento de los sobrevivientes)
y que escuchó seguramente un idioma no humano. Es posible que éste
“tercer cielo” sea uno de los “mundos” sucesivos o “cielos”, los cuales
han sido puestos en orden ascendente, y a los cuales Enoc quizás fue
“transferido” (Hebreos 11: 5). Por eso Hebreos 11 dice:
“Por
fe percibimos que los sistemas de cosas (mundos) fueron puestos en
orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se contempla ha llegado
a ser de cosas que no aparecen” – Hebreos 11:3
Cómo analizamos, esta cita debe referirse a mundos en el universo tal como sugiere Perspicacia. Por eso la expresión de la Traducción del Nuevo Mundo explica que la expresión “fueron puestos en orden” significa “fueron preparados; fueron ajustados”. Lit.: “haber sido ajustados hacia abajo”. Gr.: ka·ter·tí·sthai. Esto da a entender que hay un gradual peregrinaje de distintos mundos
que parten desde lo más alto y llegan a lo más bajo en lo material.
Hablamos de distintos niveles de materia y realidad que conviven en
nuestro universo.
Por esa razón se dice que “de modo que lo que se contempla ha llegado a ser de cosas que no aparecen”.
En otras palabras, las cosas que observamos de nuestro planeta material
no son las únicas y son el último eslabón de otras moradas que son las
creadoras de nuestro plano visible. Y esto perfectamente concuerda con
la inmensa materia no conocida de nuestro universo.
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¿Son "tangibles" esos mundos?
Por
supuesto. Cuando Jesús apareció con un cuerpo glorificado, no era un
espíritu intangible, sino que tenía densidad y se le podía tocar. Las
otras "moradas" que Cristo prepara son lugares reales, son planetas muy
hermosos, que nos recuerdan el futuro paradisiaco que le espera a la
Tierra. Esas moradas son mundos que ya viven en un "paraíso" de
felicidad.
Esos lugares son el "cielo", las "moradas" que esperan a los santos.