miércoles, 8 de agosto de 2012

Una Resurrección Mejor

Pregunta: ¿La Resurrección de Lázaro presenta un ejemplo de que Dios resucitará a las personas aquí en la Tierra?

Sobre las resurrecciones que hizo Cristo u otros profetas aquí en la Tierra, la carta a los Hebreos nos cuenta lo siguiente:

[Hubo] mujeres [que] recibieron a sus muertos por resurrección; pero otros [hombres] fueron atormentados porque rehusaron aceptar la liberación por algún rescate, con el fin de alcanzar una resurrección mejor. - Hebreos 11:35

Cómo estudiamos en una oportunidad el capítulo 11 de Hebreos nos demuestra que éstos hombres deseaban una ciudad celestial, y un lugar mejor: Celestial. Aquí Pablo nos recuerda a las mujeres que recibieron a sus hijos, y declara que hombres (de fe) de ésas épocas deseaban una "resurrección mejor".

E incluso Pablo coloca a los fieles en la misma posición que los cristianos:

39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;

40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.


Se habla también de que el lugar mejor es el cielo, y que veremos en la ciudad a la vida de éstos Justos que han sido perfeccionados (Hebreos 12).

"Por fe Abrahán, cuando fue llamado, obedeció, y salió a un lugar que estaba destinado a recibir como herencia; y salió, aunque no sabía adónde iba. Por fe residió como forastero en la tierra de la promesa como en tierra extranjera, y moró en tiendas con Isaac y Jacob, herederos con él de la mismísima promesa. Porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios" - Hebreos 11: 8-10.

Como notamos, se dice que Abrahán esperaba una "ciudad" y que "salió, aunque no sabía adónde iba". Notemos también que se dice que aunque Abrahán morara como forastero en la tierra de la promesa, para él era como una "tierra extranjera", puesto que Abrahán esperaba una "ciudad" superior. Abrahán tenía una esperanza particular. Veamos lo que nos muestra el escritor de Hebreos bajo este mismo contexto.

"En fe murieron todos estos, aunque no consiguieron [el cumplimiento de] las promesas, pero las vieron desde lejos y las acogieron, y declararon públicamente que eran extraños y residentes temporales en la tierra. Porque los que dicen tales cosas evidencian que buscan solícitamente un lugar suyo propio. Y sin embargo, si verdaderamente hubieran seguido acordándose de aquel [lugar] de donde habían salido, habrían tenido la oportunidad de volver. Pero ahora procuran alcanzar un [lugar] mejor, es decir, uno que pertenece al cielo. Por lo tanto, Dios no se avergüenza de ellos, de ser invocado como su Dios, porque les tiene lista una ciudad" - Hebreos 11: 13-16.

Estos versículos son esclarecedores, porque nos muestran que Abrahán y algunos de sus contemporáneos tenían una esperanza celestial. Abrahán habría tenido la oportunidad de volver al lugar de donde salió, pero su Fe le hizo morar esperando una vida superior, más allá de la existencia en la tierra de la promesa. De esa forma, Abrahán deseaba tener una ciudadanía celestial. Así también, los hombres y mujeres que imitan la Fe de Abrahán, también pueden optar a la ciudad que Dios les tiene lista.

Notemos como el escritor de Hebreos nos confirma ésto con los profetas, en un punto de la narración de Hebreos capítulo 11:

"[Hubo] mujeres [que] recibieron a sus muertos por resurrección; pero otros [hombres] fueron atormentados porque rehusaron aceptar la liberación por algún rescate, con el fin de alcanzar una resurrección mejor" - Hebreos 11: 35

Notemos como en el mismo contexto, se usa la misma expresión en relación a estos hombres de tiempos pre-cristianos. Note la semejanza y obviedad de que se está hablando de lo mismo:

"Pero ahora procuran alcanzar un [lugar] mejor, es decir, uno que pertenece al cielo" - Hebreo 11:16.

Parece que la Resurrección mejor y el Lugar mejor se refieren a lo mismo. La carta a los Hebreos sentencia así:

"Y, no obstante, todos estos, aunque recibieron testimonio por su fe, no obtuvieron [el cumplimiento de] la promesa, puesto que Dios previó algo mejor para nosotros, para que ellos no fueran perfeccionados aparte de nosotros". - Hebreos 11:39,40

Notamos como la carta a los Hebreos continua y dice posteriormente:

"Mas ustedes se han acercado a un monte Sión y a una ciudad de[l] Dios vivo, a Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, en asamblea general, y a la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos, y a Dios el Juez de todos, y a las vidas espirituales de justos que han sido perfeccionados" - Hebreos 12: 22,23

Notemos como magistralmente se explica que la ciudad celestial (Jerusalén Celestial) es el destino de los cristianos a quienes se dirige la carta a los Hebreos. ¿Y quiénes son los habitantes de dicha ciudad?

1- "Miriadas de ángeles"
2- "la congregación de los primogénitos que han sido matriculados en los cielos"
3- "y a Dios el Juez de todos"
4- "y a las vidas espirituales de justos que han sido perfeccionados"

Note esa última expresión idéntica a "para que ellos (hombres pre-cristianos") no fueran perfeccionados aparte de nosotros". En la lista de habitantes de la ciudad celestial aparecen los ángeles, los cristianos con vida celestial, y las vidas espirituales de justos que han sido perfeccionados. Éstos claramente son un grupo distinto a los anteriores y son una referencia explícita a los mismos hombres justos que esperaban una ciudad celestial, incluído el fiel Abrahán.

En cuanto a nosotros, nuestra ciudadanía existe en los cielos*, lugar de donde también aguardamos con intenso anhelo a un salvador, el Señor Jesucristo, que amoldará de nuevo nuestro cuerpo humillado para que se conforme a su cuerpo glorioso, según la operación del poder que él tiene, hasta para sujetar todas las cosas a sí mismo" - Filipenses 3:20,21.

* “nuestra vida en calidad de ciudadanos”


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Comentario de Jesús en el Libro de Urantia

El Libro de Urantia refuerza lo anterior cuando narra que Jesús tras resucitar a Lázaro le dice:

(1846.6) 168:2.7 Entonces fue Lázaro adonde Jesús y, con sus hermanas, se arrodilló a los pies del Maestro para manifestar su gratitud y ofrecer alabanza a Dios. Jesús, tomando a Lázaro de la mano, lo levantó diciendo: «Hijo mío, lo que te ha ocurrido a ti también lo experimentarán todos los que creen en este evangelio, excepto que resucitaran en una forma más gloriosa. Tú serás un testigo viviente de la verdad que yo he hablado —yo soy la resurrección y la vida. Pero vayamos ahora todos a la casa y compartamos alimentos para estos cuerpos físicos».- L.U

Esto indica que las resurrecciones de los hijos de las mujeres que ayudaron a los profetas como Elías, incluso la resurrección de Lázaro eran resurrecciones inferiores, en las cuales esos humanos volvieron a enfermar y morir. Su objetivo era provocar un testimonio "sobrenatural" del poder de Dios para esa época. Pero ciertamente no eran el verdadero programa de la resurrección que le aguarda a los humanos, ya que los resucitados en esos mundos "no pueden ya morir" (Lucas 20:36). De hecho, esas resurrecciones ocurrieron con cuerpos recientemente muertos. Tras miles de años, las partículas de un cadáver son reorganizadas en otras formas de materia. No hay ningún caso de hombres que vivieron siglos antes de Cristo y que fueran resucitados y viviesen como humanos aquí en la Tierra. Incluso cuando se habla en Lucas 20 de la Resurrección el contexto claramente habla de las resurrecciones futuras para los mortales (incluyendo a Abrahán, Isaac y Jacob) y Jesús establece que  "Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección" - Lucas 20:36.