martes, 29 de enero de 2013

La modificación de nuestra naturaleza

Hemos considerado como la realidad del espacio-tiempo de alguna forma marca a fuego nuestra existencia material, el hecho de la muerte y la transformación de nuestros materiales.

La llegada de Adán y Eva supone una modificación positiva en la genética de la humanidad y prolongación de la vida de los humanos hasta llegar a vivir varios siglos. También la recepción para la espiritualidad se incrementa en las generaciones posteriores a Adán. Si viviésemos en un mundo "normal" nuestra vejez sería tras varios siglos y en medio de circunstancias más plácidas, algo parecido al fiel Job:

16 Y después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años, y llegó a ver a sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones. Y gradualmente murió Job, viejo y satisfecho de días.

Una versión añade: “Pero Job vivió después de la plaga ciento setenta años; todos los [años] que vivió fueron doscientos cuarenta y ocho [LXXא,B omiten: “y ocho”] años”, LXX.

Según L.U, la misión de los Adanes y Evas  -entre otras que tienen - era que sus hijos directos se casaran con lo mas selecto de la raza predominante en la Tierra, con el fin de impulsar una nueva amalgama racial, una que gracias al plasma adanico, permitiría formar una raza con cualidades físicas, biológicas y espirituales avanzadas, mucho mas avanzadas que la que predominaban en la época, y que progresaría en un tiempo corto, lo que a las razas nativas les tomaria siglos si no fuera por la infusión del plasma adánico en los genes de estas nuevas generaciones. Esto es lo que se conoce como "Elevación Biológica de la raza".

Esto es lógico desde cierto punto de vista, ya que a una población humana con defectos genéticos sobre todo en su cerebro, se les hace más difícil la incorporación de verdades espirituales y un progreso interior. Un soporte físico dañado  en el área cerebral no imposibilita la adquisición del progreso espiritual, pero la retarda mucho más.

Ahora bien...los humanos del siglo 21, a pesar de la Rebelión de Lucifer que lanzó parcialmente al traste  los planes de elevación biológica, aun gozamos con una parte de ese plasma adánico en nuestros genes, que si bien no se llevó a cabo de la manera planeada, alcanzó a generar una amalgama racial superior...solo que no tan superior como debería de haber sido. Por lo tanto, por culpa de la Rebelión, nuestras cepas raciales actuales aún tienen mucho de primitivo, y muy poco de este plasma adánico, y eso se refleja no solo en el tipo de alimentación que comemos, sino en nuestra manera de comportarnos en sociedad, ya que a veces parecemos aun hombres de las cavernas.

Ahora bien, este comportamiento primitivo efectivamente tiene que ver con nuestro enfermizo apego a las cosas materiales.

La fuerte tendencia y obsesión por el sexo es claramente un desequilibrio interior, es la lucha enfermante entre la "carne y el espíritu" que comenta Pablo. El apóstol reconoce la naturaleza del hombre, la cual tiene en sus genes el desbalance y desajuste a nivel mental, espiritual y físico en dónde nuestros soportes materiales (el cuerpo) está claramente en desarmonía.

El vehiculo o cuerpo donde normalmente la mente, la personalidad y el espiritu funcionan en desajuste no calibrado, que se alejan (pero no mucho) del modelo establecido para los otros planetas, esto puede traer como consecuencia que los circuitos de energia, mentales y espirituales trabajen menor o mayor dificultad.

Como ejemplo:
P.1213 - §1 El Ajustador encuentra casi imposible registrar estas guías espirituales inspiradoras en una mente animal tan completamente dominada por las fuerzas químicas y eléctricas inherentes a vuestra naturaleza física.

"tan completamente dominada por las fuerzas químicas y eléctricas... parece que esto nos hace ser bastante inconstantes y emociales..ni siquiera Jesús con todo su autodominio pudo escapar a la naturaleza de su vehiculo material, P.1807 - §2 Y fue en este momento, poco antes de compartir la cena, en que Jesús experimentó uno de esos raros momentos de éxtasis emocional que sus seguidores ocasionalmente presenciaron.
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Si Adán y Eva no hubiesen fracasado, las razas actuales tendrían una mayor facilidad inherente en sus genes para controlar el deseo para pecar, y la sociedad promedio tendría más autodominio, y mayor tendencia natural y espontánea a lo espiritual desde niños. A los padres se les haría más fácil guiarlos en aspectos espirituales y morales. La Sociedad sería más proclive a recibir una Revelación superior y llegar más rápido a la Era de Luz y Vida.

Cuando Jesús llega a la Tierra tiene el trabajo cuesta arriba. Y él intenta lo imposible. En medio de un mundo lleno de gente enferma y con primitivismo inyecta un mensaje espiritual con la esperanza de que este modifique al hombre e incluso su genética.

Precisamente Jesús nos enseña que nuestras vidas deberían estar consagradas a la persecución de bienes espirituales, antes que materiales.

P.1302 - §0.. la alianza con el espíritu libera la elección del nivel físico y al mismo tiempo asegura la estabilidad divina producida por un mayor discernimiento universal y una mayor comprensión cósmica.

Pensemos
 que el espiritu siempre esta presto para ayudarte a alcanzar la estabilidad, aunque la carne es debil, recordemos las batallas...


(581.2) 51:1.5  Esta pareja original no puede trasmitir inmortalidad incondicionada a sus hijos e hijas procreados. Su progenie depende para continuar la vida de una sincronía intelectual ininterrumpida con el circuito gravitacionario de mente del Espíritu.

En otras partes de los documentos se dice que la Fe y lo espiritual pueden modificar nuestra genética. Es un camino más arduo, pero que nos recuerda que podemos mejorar. La epigenética nos muestra que los genes y el ADN, no controlan nuestra biología, como lo enuncia la escuela de Darwin de determinismo genético o herencia, sino que los genes y el ADN están controlados por señales externas, incluyendo los mensajes energéticos emanados por nuestros pensamientos positivos y negativos. Y nuestros cambios genéticos son transmitidos por nosotros a las siguientes generaciones.

Jesús no consideraba tan "normal" la existencia de personas enfermas u anormales. Por esa razón modificó su genética y los sanó en relación al deseo o fe de algunos de los involucrados. Una de las razones que impulsaba a Jesús a dejar que lo utilizaran como catalizador para las curaciones obedecía al deseo de la persona enferma de ser "sanada". La persona necesitaba y quería la curación porque entendía que eso le impedía cierto progreso en su alma en mayor o menor nivel. Por esa razón, Jesús no sanó a todo el mundo, solo a los que buscaban esa sanación para ellos o sus seres queridos.
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Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua.  Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.  Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?  Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. - Juan 5

Jesús no sanó a todos los enfermos del lugar, sino a quién necesitaba la curación porque de alguna forma la veía como impedimento para su desarrollo humano. El hombre entendía que su genética y cuerpo en mal estado no era lo más apropiado para avanzar. Por esa razón la Fe de la persona combinada con el catalizador poderoso de Jesús obraba el "milagro".

Hoy no tenemos a Jesús en la carne para que nos sirva de enlace material con la Energía divina, pero podemos hacer modificaciones graduales de nuestra genética en menor escala en la medida en que nos unifiquemos gradualmente con nuestro Ajustador residente y cultivemos una personalidad unificada, logrando derrotar con la Ayuda del Espíritu las tendencias carnales.

Adán tenía la misión de influir directamente en la genética de la humanidad y que esta facilitara la espiritualidad del mundo. Fracasó en esa misión. Jesús inyectó la espiritualidad en el mundo, y esta gradualmente cambiará la genética de los hombres. El Hijo del Hombre de forma heroica tomó las cosas de la forma más difícil. Y depende de nosotros colaborar con él y hacer despertar en los hombres el mensaje espiritual que puede afectar sus vidas de forma plena.