sábado, 9 de marzo de 2013

El Mensaje que debemos despertar

(1608.1) 143:1.4 «He venido a este mundo para hacer la voluntad de mi Padre y para revelar su carácter amante a toda la humanidad. Ésta es, hermanos míos, mi misión. Y ésta es la única cosa que haré, aunque los judíos o gentiles de esta época o de otras generaciones interpreten mal mis enseñanzas. Pero no debéis olvidar que aun el amor divino conlleva una disciplina severa. El amor de un padre por su hijo obliga muchas veces al padre a reprimir las acciones tontas de su hijo imprudente. El hijo no siempre comprende los motivos sabios y amantes de la disciplina restrictiva del padre. Pero yo os declaro que mi Padre en el Paraíso gobierna un universo de universos por la irresistible fuerza de su amor. El amor es la más grande de todas las realidades espirituales. La verdad es una revelación liberadora, pero el amor es la relación suprema. Sean cuales fueren los errores que puedan cometer vuestros semejantes en la organización del mundo de hoy, el evangelio que os declaro gobernará este mismo mundo en una era futura. El propósito final del progreso humano es el reconocimiento reverente de la paternidad de Dios y la materialización amante de la hermandad del hombre. - Libro de Urantia.

¿Estamos listos para asumir nuestro papel como proclamadores del auténtico Evangelio?

¿Seguiremos retrasando el advenimiento del Reino?

Aún las religiones evolutivas están en una lucha ciclónica interna para definir el norte de su mensaje. Hace poco un redactor de la revista la Atalaya tuvo el acierto de declarar en el artículo de estudio “Residentes temporales” que sirven unidos al Dios verdadero" mencionó algunas frases destacables:
 
Cierto libro señala: “Las razas de la humanidad son lo que la Biblia dice que son: hermanas” (The Races of Mankind). Los hermanos pueden ser muy diferentes, pero siguen siendo hermanos.
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No obstante, las características que comparte con el resto de la gente, independientemente de su nacionalidad, son mucho más significativas. Por tanto, si alguien opina que los extranjeros son diferentes es simplemente porque se enfoca en aquello que los distingue. Pero cuando aprendemos a mirar más allá de tales diferencias —sean reales o imaginarias—, nos damos cuenta de que en realidad todos somos iguales. Al fin y al cabo, si la entera humanidad viviera bajo un único gobierno, nadie sería extranjero. Y ese era justo el propósito original de Jehová: que todos los seres humanos viviéramos unidos como una familia bajo un único gobierno, Su gobierno. ¿Será posible lograr algo parecido hoy día?
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El fundador de la cadena de televisión CNN, Ted Turner, quien tuvo la oportunidad de trabajar con profesionales muy preparados procedentes de diversos países, comentó: “Conocer a estos hombres y mujeres fue una experiencia increíble. Dejé de verlos como extranjeros y empecé a tratarlos como conciudadanos del mismo planeta.
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¿Ha pensado en cómo será su vida cuando se cumpla esa promesa? Las fronteras inventadas por el ser humano habrán desaparecido, así que ya nadie será extranjero. En ese tiempo, cualquier diferencia natural en el aspecto físico de los seres humanos no será más que un reflejo de la maravillosa variedad que vemos en la creación divina. ¡Qué futuro tan emocionante nos espera! Sin duda, vale la pena continuar esforzándonos al máximo por alabar y honrar a nuestro Creador, Jehová.
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Aunque vivimos en este mundo malvado, estamos totalmente separados de él. Nuestra unida familia internacional es un adelanto del futuro que se avecina: un mundo sin extranjeros. Entonces, todos y cada uno de los seres humanos tendrán la dicha de comprobar lo ciertas que son las palabras del libro citado al principio: “Las razas de la humanidad son lo que la Biblia dice que son: hermanas(The Races of Mankind)-  Atalaya
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Es encomiable lo que comenta la Atalaya citada, la cual ya fué analizada en las congregaciones por el mundo. Sin duda el redactor manifestó un espíritu muy sintonizado con el mensaje de Jesús de la Hermandad entre los hombres.
 
Incluso el redactor hizo un apunte interesante:
 
Al hacerlo, se pasaron por alto las barreras nacionales en aquellos aspectos en los que la ley lo permitía. Esto también demuestra que Jesucristo, el Rey que Jehová entronizó, está venciendo en su lucha por eliminar las fronteras humanas. Y muy pronto va a “completar su victoria” (Rev. 6:2).
 
Notamos como se acepta que la visión simbólica del jinete guerrero en el caballo blanco no alude a una intervención violenta sino a una modificación que ya ocurre en el panorama mundial.
 
Sin duda hay muchos elementos que aún tienen que ajustarse y pulirse. Pero el futuro de éste grupo puede ser magnífico como instrumento si se somete al mensaje del Maestro.
 
Bendiciones.