¿Estamos listos para asumir nuestro papel como proclamadores del auténtico Evangelio?
¿Seguiremos retrasando el advenimiento del Reino?
Aún las religiones evolutivas están en una lucha ciclónica interna para definir el norte de su mensaje. Hace poco un redactor de la revista la Atalaya tuvo el acierto de declarar en el artículo de estudio “Residentes temporales” que sirven unidos al Dios verdadero" mencionó algunas frases destacables:
Cierto libro
señala: “Las razas de la humanidad son lo que la Biblia dice que son: hermanas”
(The Races of Mankind). Los hermanos pueden ser muy diferentes, pero
siguen siendo hermanos.
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No obstante, las
características que comparte con el resto de la gente, independientemente de su
nacionalidad, son mucho más significativas. Por tanto, si alguien opina que los
extranjeros son diferentes es simplemente porque se enfoca en aquello que los
distingue. Pero cuando aprendemos a mirar más allá de tales diferencias —sean
reales o imaginarias—, nos damos cuenta de que en realidad todos somos iguales.
Al fin y al cabo, si la entera humanidad viviera bajo un único gobierno, nadie
sería extranjero. Y ese era justo el propósito original de Jehová: que todos
los seres humanos viviéramos unidos como una familia bajo un único
gobierno, Su gobierno. ¿Será posible lograr algo parecido hoy día?
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El fundador de la
cadena de televisión CNN, Ted Turner, quien tuvo la oportunidad de trabajar con
profesionales muy preparados procedentes de diversos países, comentó: “Conocer
a estos hombres y mujeres fue una experiencia increíble. Dejé de verlos como
extranjeros y empecé a tratarlos como conciudadanos del mismo planeta.
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¿Ha pensado en
cómo será su vida cuando se cumpla esa promesa? Las fronteras inventadas por el
ser humano habrán desaparecido, así que ya nadie será extranjero. En ese
tiempo, cualquier diferencia natural en el aspecto físico de los seres humanos
no será más que un reflejo de la maravillosa variedad que vemos en la creación
divina. ¡Qué futuro tan emocionante nos espera! Sin duda, vale la pena
continuar esforzándonos al máximo por alabar y honrar a nuestro Creador,
Jehová.
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Aunque vivimos en
este mundo malvado, estamos totalmente separados de él. Nuestra unida familia
internacional es un adelanto del futuro que se avecina: un mundo sin
extranjeros. Entonces, todos y cada uno de los seres humanos tendrán la dicha
de comprobar lo ciertas que son las palabras del libro citado al principio:
“Las razas de la humanidad son lo que la Biblia dice que son: hermanas” (The
Races of Mankind)- Atalaya
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Es encomiable lo que comenta la Atalaya citada, la cual ya fué analizada en las congregaciones por el mundo. Sin duda el redactor manifestó un espíritu muy sintonizado con el mensaje de Jesús de la Hermandad entre los hombres.
Incluso el redactor hizo un apunte interesante:
Al hacerlo, se
pasaron por alto las barreras nacionales en aquellos aspectos en los que la ley
lo permitía. Esto también demuestra que Jesucristo, el Rey que Jehová
entronizó, está venciendo en su lucha por eliminar las fronteras humanas. Y muy
pronto va a “completar su victoria” (Rev. 6:2).
Notamos como se acepta que la visión simbólica del jinete guerrero en el caballo blanco no alude a una intervención violenta sino a una modificación que ya ocurre en el panorama mundial.
Sin duda hay muchos elementos que aún tienen que ajustarse y pulirse. Pero el futuro de éste grupo puede ser magnífico como instrumento si se somete al mensaje del Maestro.
Bendiciones.