domingo, 7 de abril de 2013

La organización de nuestro universo local

A pesar de que los astrónomos de nuestro mundo han visualizado las galaxias lejanas y otros cuerpos en nuestra gran Via Láctea, podríamos decir que nuestro universo local es un producto de una organización propia y local.

Según los documentos de L.U el término universo local se refiere a un gran grupo o conjunto de materia, soles,  y planetas que existen en medio de otras estructuras, afuera del borde lejano de la Via Láctea. El universo local sería más pequeño que la Vía Láctea, pero desde la perspectiva humana es enorme.

Podría comparar la creación de los universos locales a burbujas de agua. En medio de múltiples burbujas ya existentes, se genera otra que crece  (se infla) en medio de ellas. Este modelo descarta totalmente al Big Bang, ya que la organización de la materia es en etapas, incluso en medio de estructuras ya formadas.

(358.3) 32:2.1  A partir de las energías del espacio, previamente organizadas de esa manera, Micael, vuestro Hijo Creador, estableció los reinos habitados del universo de Nebadon y desde entonces siempre ha estado dedicado concienzudamente al gobierno de los mismos. A partir de la energía preexistente, estos Hijos divinos materializan la materia visible, proyectan las criaturas vivientes y con la cooperación de la presencia universal del Espíritu Infinito, crean un variado séquito de personalidades espirituales.

Notamos que el Hijo Creador proyecta y crea a los seres espirituales de su universo local y materializa la materia para luego crear a los seres materiales. Es enteramente verdad que Miguel crea nuestra realidad espacio-temporal. Desde nuestra óptica éstas palabras son completamente ciertas:

Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El. - Colosenses 1:16

(357.1) 32:0.1 Un universo local es la obra individual de un Hijo Creador de la orden paradisiaca de los Micaeles. Reúne cien constelaciones, cada una de ellas compuesta por cien sistemas de mundos habitados. Con el tiempo, cada sistema contendrá aproximadamente mil esferas habitadas.

(357.2) 32:0.2 Estos universos del tiempo y del espacio son todos evolucionarios. El plan creador de los Micaeles del Paraíso siempre sigue su curso a través de un desenvolvimiento gradual y desarrollo progresivo de las esencias y capacidades físicas, intelectuales y espirituales de las múltiples criaturas que habitan las variadas órdenes de las esferas, comprendidas en ese universo local.

(357.3) 32:0.3 Urantia pertenece a un universo local cuyo soberano es el Dios-hombre de Nebadon, Jesús de Nazaret y Micael de Salvington.

Los astrónomos pueden efectivamente observar otros universos locales (y creen que son parte de un mismo universo), ya que al igual que una burbuja transparente pueden ver de un extremo a otro pasando por varias burbujas. No obstante, cada universo local se organiza y crece como realidad espacial y temporal de forma individual. Por esa razón la astronomia se encuentra con situaciones extrañas y en el futuro la comprensión de estos asuntos demolerá las bases de la astrofísica actual que imagina una distribución unifome del espacio.

(359.6) 32:2.9 En Nebadon la organización de las residencias planetarias sigue su curso. Este universo es en realidad un grupo joven entre los reinos estelares y planetarios de Orvonton. Según el último registro había 3.840.101 planetas habitados en Nebadon

Los documentos también son claros al comentarnos que este univesro local aún no está concluido ni estabilizado en plentitud.

(360.4) 32:3.2 Los sistemas físicos del tiempo y del espacio son todos evolucionarios en origen. No están aún estabilizados físicamente hasta que sean impulsados hacia los circuitos establecidos de sus superuniversos. Tampoco se establece un universo local en luz y vida hasta que sus posibilidades físicas de expansión y desarrollo hayan sido agotadas, y hasta que el estado espiritual de todos sus mundos habitados haya sido establecido y estabilizado para siempre.

(360.5) 32:3.3 Con excepción del universo central, la perfección es un logro progresivo. En la creación central tenemos un modelo original de perfección, pero todos los otros reinos deben alcanzar esa perfección con los métodos establecidos para el progreso de esos particulares mundos o universos. Y una variedad casi infinita caracteriza los planes de los Hijos Creadores en lo que respecta a la organización, la evolución, la disciplinación y el establecimiento de sus respectivos universos locales.

Jesús como soberano de su universo, trabaja incansablemente para ajustar, perfeccionar y sincronizar su universo en organización. Y nosotros somos socios de Miguel.  Cada acción de amor, creación, responsabilidad familiar, religiosa,  social y global ayudan a perfeccionar la creación. Todos los actos humanos tienden a mejorar las cosas, a luchar por los cambios y transformaciones. Desde limpiar y sacar la basura hasta contribuir a cambiar el mundo. El progreso es una realidad. Y cuando el hombre toma conciencia de su papel glorioso en ayudar a Miguel a organizar su creación, todo adquiere un nuevo sentido. Cada acción humana positiva se vuelve sagrada.

(364.3) 32:5.1 Existe un gran y glorioso propósito en la marcha de los universos a través del espacio. Todas vuestras luchas mortales no son en vano. Todos nosotros somos parte de un plan inmenso, una empresa gigantesca, y es la vastedad de esa empresa la que convierte en imposible poder ver mucho de ello en un determinado tiempo y durante una vida cualquiera. Todos formamos parte de un proyecto eterno que los Dioses están supervisando y efectuando. Majestuosamente la totalidad del mecanismo universal sigue su marcha a través del espacio al compás de la música del pensamiento infinito y el propósito eterno de la Primera Gran Fuente y Centro.