martes, 21 de mayo de 2013

Un estudio sobre las criticas a los documentos de Urantia - Parte 1

El pensamiento crítico nunca debe desprenderse de forma razonable en la mente humana, pero siempre debe estar realizado mediante métodos intelectuales legítimos y honestos, racionales y coherentes, apegados a la verdad y no al chismorreo.

Tanto la historicidad de Jesús de Nazaret como de otros personajes siempre ha sido sometida a cuestionamiento por los grupos de la alta crítica y los círculos escépticos. Sin embargo, cuando la crítica se basa en un prejuicio y se niega a utilizar la lógica del razonamiento correcto, paradojalmente se transforma en aquello que supuestamente ataca: adquiere una posición fundamentalista.

Algunos lectores pueden señalar a S. Jarré (que niega también la existencia de Dios)  o Martín Gadner como autoridades críticas al Libro de Urantia. Sin embargo, es evidente que estos críticos no han leído cuidadosamente El Libro de Urantia, por lo tanto su ataque se vuelve hasta cierto punto ilegítimo e irracional.

¿Tiene que ver con el New Age?
Por lo general el Libro de Urantia se defiende por si solo en contra de todo tipo de críticas. Algunos han dicho de forma ignorante que los documentos patrocinan el New Age o que es un renacimiento del Gnosticismo - una liturgia que la Iglesia Cristiana repudió en los primeros años de su existencia. El New Age (Nueva Era) es una mescolanza o sincretismo de múltiples ideas entre las cuales se acepta la reencarnación, la magia, metafísica, las experiencias de misticismo, el cristianismo, etc.


Sin embargo, de manera específica los Documentos de Urantia golpean todas estas cosas que se nos presentan como secretos, símbolos, lemas, ceremonias y otras técnicas mágicas para ganarse el favor divino. Se consigue la vida eterna mediante el conocimiento de Dios, no por los nombres secretos de demonios interventores - sino mediante la FE.  El Libro rechaza la enseñanza de que Dios crea igualmente el bien y el mal. Repudia las divinidades planetarias y todo aquello referido a  cosas astrológicas. El Libro no enseña ascetismo. El Libro no reconoce ninguna extraña y confusa superstición oriental recogida por las especulaciones gnósticas. No hay nada sombrío ni fantástico acerca de Jesús en los Documentos de Urantia. Su pasado, presente y futuro, su naturaleza y status en el universo, están reseñadas y esbozadas claramente y sus enseñanzas presentadas con certeza y autenticidad. Dejemos que el Libro hable:

(1680.5) 150:3.3 1. El curso de las estrellas en los cielos nada tiene que ver con los acontecimientos de la vida humana en la tierra. La astronomía es un interés apropiado de la ciencia, pero la astrología es una masa de errores supersticiosos que no tiene lugar en el evangelio del reino.

(1680.6) 150:3.4 2. El examen de los órganos de un animal recientemente sacrificado nada puede revelar del tiempo atmosférico, los acontecimientos futuros o la conducta de los asuntos humanos.

(1680.7) 150:3.5 3. Los espíritus de los muertos no regresan para comunicarse con sus familiares ni con sus amigos vivos.

(1681.1) 150:3.6 4. Los amuletos y las reliquias son impotentes contra las enfermedades, no previenen los desastres ni influyen sobre los espíritus malvados; la creencia en estas formas materiales de influir sobre el mundo espiritual no es sino superstición flagrante.

(1681.2) 150:3.7 5. Echar la suerte, aunque pueda ser una forma conveniente de resolver muchas dificultades menores, no es un método creado para revelar la voluntad divina. Los resultados de estas actividades tan sólo son casualidades de orden material. La única forma de comunión con el mundo espiritual corresponde al don del espíritu otorgado a la humanidad; el espíritu residente del Padre, juntamente con el espíritu derramado del Hijo y la influencia omnipresente del Espíritu Infinito.

(1681.3) 150:3.8 6. La adivinación, la hechicería y la brujería son supersticiones de mentes ignorantes, lo mismo que la ilusión de la magia. La creencia en números mágicos, en signos de buena suerte y presagios de mala suerte, es pura superstición y sin ningún fundamento.

(1681.4) 150:3.9 7. La interpretación de los sueños es en gran parte un sistema supersticioso y sin fundamento de especulación ignorante y fantástica. El evangelio del reino no debe tener nada en común con los sacerdotes adivinos de las religiones primitivas.

(1681.5) 150:3.10 8. Los espíritus del bien o del mal no pueden habitar en símbolos materiales de arcilla, madera o metal; los ídolos no son más que la sustancia de la cual están hechos.

(1681.6) 150:3.11 9. Las prácticas de los encantadores, magos, hechiceros y brujos provienen de las supersticiones de los egipcios, los asirios, los babilonios y los antiguos cananeos.
Los amuletos y toda suerte de encantamientos son fútiles tanto para ganar la protección de los buenos espíritus como para protegerse de los así llamados espíritus impuros.

(1681.7) 150:3.12 10. Jesús desenmascaró y denunció la creencia en encantamientos, ordalías, hechicerías, maldiciones, signos, mandrágoras, cuerdas anudadas, y todas las demás formas de superstición ignorante y esclavizante.

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Sobre la reencarnación, los documentos dicen:

(1.029)  De todas las contaminantes creencias las cuales podrían haber sido asegurados por lo puede haber sido un monoteísmo emergente, ninguna fue tan insultante como esta creencia en la trasmigración. la doctrina de la reencarnación de almas ... Esta enseñanza filosófica debilitante fue pronto seguida por la invención del escape eterno de si mismo por la inmersión en el descanso universal y la paz de la absoluta unión con Brahaman.. El deseo mortal y la ambición humana fueron efectivamente arrebatados y virtualmente destruidos.

Sobre el cultivo de la meditación trascendental se dice:

(1.099)  Bajo ninguna circunstancia debe el estado de trance de una conciencia visionaria ser cultivado como una experiencia religiosa.

(1.100)  Las características del estado místico son difusión y conciencia con islas vividas de focal atención operando en un comparativamente pasivo intelecto. Todo esto lleva a la conciencia más hacia el subconsciente que en dirección de la zona de contacto espiritual, la súper conciencia. Muchos místicos han llevado sus desordenes mentales al nivel de manifestaciones mentales anormales.

(1.100)  Sin embargo, favorable puede haber sido la condición para el fenómeno místico, debe ser claramente entendido que Jesús de Nazaret nunca recurrió a tales métodos para comunicarse con el Padre del Paraíso. Jesús no tenía engaños subconscientes o ilusiones superconcientes.