jueves, 27 de junio de 2013

La semilla de la división

El sofisma de la libertad individual y derechos de los grupos ha tenido repercusiones enormes.

(604.2) 53:3.7 Y fue con una Declaración de Libertad de este tipo que Lucifer lanzó su orgía de oscuridad y muerte.

La teoría de Lucifer aspiraba por sobre todas las cosas a la libertad espuria y sin límites del individuo, sistemas, planetas, tribus y naciones. Su objetivo no estaba centrado en la unidad o en causar división. Cuando se dice que el Diablo busca causar división en realidad es una verdad mal entendida. Los rebeldes no buscaban directamente ninguna división. Más bien patrocinaban su teoría de libertad a toda costa.

 En realidad sus energías estaban centradas en la libertad como una máxima.  La división y autodestrucción de los grupos y personas que aspiran a ser libres es la consecuencia nefasta que demuestra el fracaso de dicha filosofía. Sin embargo, Lucifer la llevó al extremo de considerarla como el principal derecho universal, aceptando incluso las tragedias como un daño colateral.

Lo podríamos ejemplificar con las protestas tan comunes en muchos países. Los grupos de presión que protestan lo hacen por la lucha de sus derechos y libertades. No obstante, esa libertad de expresión a menudo entra en fricción con la libertad de otras personas que no están de acuerdo y que no desean protestar. La supuesta libertad pasa a dañar la libertad de una comunidad mayor, causando tensión, controversia y división porque cada grupo que defiende su libertad se polariza. Pero la locura de éstos postulados rebeldes es creer que estos riesgos (incluso de guerras y muerte) son necesarios para preservar las libertades de los grupos e individuos.

(604.3) 53:4.1 El manifiesto de Lucifer fue emitido en el cónclave anual en el mar de cristal, en presencia de las huestes reunidas de Jerusem, el último día del año, alrededor de doscientos mil años atrás, tiempo de Urantia. Satanás proclamó que se podrían adorar las fuerzas universales —físicas, intelectuales y espirituales— pero que tan sólo se podrá tener lealtad al gobernante presente y actual, Lucifer, el «amigo de los hombres y de los ángeles» y el «Dios de la libertad».

Como notamos, unos de los postulados de los rebeldes tiene que ver con la adoración de las fuerzas universales y naturales, e incluso las intelectuales (algo muy similar al movimiento Nueva Era). Y Lucifer se presentó como el "amigo de los hombres y ángeles y el Dios de la libertad".

(604.4) 53:4.2 La autoaserción fue el grito de batalla de la rebelión de Lucifer. Uno de sus argumentos principales fue que, si el autogobierno era bueno y justo para los Melquisedek y otros grupos, debía de ser igualmente bueno para todas las órdenes de inteligencia. Fue atrevido y persistente en advocar la «igualdad de la mente» y «la hermandad de la inteligencia». Afirmaba que todo gobierno debía limitarse a los planetas locales y a su confederación voluntaria en los sistemas locales. Rechazaba toda la demás supervisión. Prometió a los Príncipes Planetarios que gobernarían los mundos como ejecutivos supremos. Denunció la ubicación de las actividades legislativas en la sede central de la constelación y la conducta de los asuntos judiciales en la capital del universo. Sostenía que todas estas funciones de gobierno debían estar concentradas en las capitales de los sistemas y procedió a establecer su propia asamblea legislativa y organizó sus propios tribunales bajo la jurisdicción de Satanás. Y llamó a los príncipes de los mundos apóstatas para que hicieran lo mismo.

La adoración del intelecto, la exaltación de los impulsos animales y materiales son parte de los sofismas de Lucifer. Y la independencia planetaria y autogobierno fue su canto seductor.

(604.5) 53:4.3 Todo el gabinete administrativo de Lucifer le siguió y todos prestaron juramento públicamente como funcionarios de la administración del nuevo jefe de «mundos y sistemas liberados».

Lucifer no pretendía que los seres humanos y ángeles le adorasen y siguiesen como líder. Más bien su propaganda seductora era que las mismas criaturas tendrían que ser sus propios líderes, ya sea a nivel individual y como grupos.

(605.1) 53:4.4 Aunque han habido dos rebeliones previas en Nebadon, éstas acontecieron en constelaciones distantes. Lucifer sostenía que estas insurrecciones no habían triunfado porque la mayoría de las inteligencias fracasó en seguir a sus líderes. Opinaba que «el gobierno pertenece a las mayorías», que «la mente es infalible». La libertad que le brindaron los gobernantes universales aparentemente contribuyó a alimentar muchas de sus opiniones nefastas. Desafió a todos sus superiores; sin embargo no parecieron tomar nota de sus acciones. Se le permitió proseguir en su plan seductor sin obstáculos ni frenos.

Pero Lucifer en el fondo si deseaba reconocimiento y admiración. Su orgullo y vanagloria era que sus seguidores le admirasen por otorgarles la supuesta libertad.

Pero el autogobierno y la creación de los derechos de cada grupo e individuos solo encierra la semilla de la división y la destrucción. Esto se debe a que cada grupo e individuo tratará de buscar su libertad sin frenos a costa de la libertad del otro grupo e individuo, y entonces los conflictos aparecerán.

(618.6) 54:6.3 Cada integrante de una familia se beneficia por la conducta recta de todos los demás miembros; del mismo modo, cada integrante ha de sufrir las consecuencias temporales inmediatas de la mala conducta de cualquier otro de los miembros. Las familias, como los grupos, como las naciones, como las razas, como los mundos, los sistemas, las constelaciones y los universos, son relaciones de asociación que poseen individualidad; y por lo tanto cada integrante de cada grupo grande o pequeño, cosecha los beneficios y sufre las consecuencias de la rectitud y de la maldad de cualquier otro de los miembros del grupo correspondiente.

La locura de la teoría de los rebeldes fue creer que se podría mantener la estabilidad mediante su técnica de aislación y defensa de los derechos y libertades.

(613.5) 54:1.3 La libertad es una técnica autodestructora de la existencia cósmica cuando su motivación no es inteligente, es incondicionada, e incontrolada. La verdadera libertad está progresivamente relacionada con la realidad y es por siempre respetuosa de la equidad social, la justicia cósmica, la fraternidad universal, y las obligaciones divinas.

(601.1) 53:0.1 Desde comienzos tan magníficos, a través del mal y del error, abrazó el pecado y ahora se lo numera como uno de los tres Soberanos del Sistema en Nebadon que sucumbieron al impulso del yo y se rindieron a los sofismas de la libertad personal espuria —el rechazo de la lealtad universal y el descuido de las obligaciones fraternales, la ceguera a las relaciones cósmicas.

El problema de la sociedad humana es que aunque posee grandes ideales y hay una fuerza interior en los hombres que busca la evolución (mediante los Ajustadores), las enseñanzas falsas de los rebeldes han penetrado como semillas de mala hierba intentando bloquear algunos nobles objetivos.

Un caso interesante para analizar es el de las Naciones Unidas.

En su Carta Constitucional se dice:

1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;

2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal.

4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.

7. Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligará; a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el Capítulo VII.

Aunque los objetivos de las Naciones Unidas son nobles (punto 1) y pueden establecer una dirección adecuada para un gobierno mundial fraternal, he querido resaltar en negrita lo que sale en los puntos 2, 4 y 7 de la Carta Constitucional de la ONU.

Notamos como en medio de ideas positivas de lograr la paz mundial mediante la cooperación y amistad, se insertan sutilmente las ideas de "igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos",  "la independencia política de cualquier Estado" y que la ONU en líneas generales no está autorizada a "intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligará; a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta".

Observamos unas cuñas interesantes que generan contradicciones  y una disonancia en esta Carta que bloquea a la misma ONU. Por eso las Naciones Unidas han fracasado en lograr la paz mundial. Su Carta Constitucional está viciada.

La llamada "libre determinación de los pueblos" anula todo otro propósito de unidad y paz global porque será evidente que cada pueblo tenga intereses discordantes con sus vecinos y viceversa.  En otras palabras, la declaración de la ONU parece un buen intento, pero está anulada por el hecho de mantener las ideas de la autodeterminación y derechos de los grupos.

Hábilmente la semilla del manifiesto de la Libertad también ha penetrado en todos los ámbitos, desde lo religioso hasta los clubes deportivos (tal como nos recordó Esteban).

La única forma de combatir estas ideas falsas es con el mensaje de Jesús de Nazaret basado en el Amor que diluye las barreras divisorias de la mente y de la mera exigencia de los derechos. Más bien se enfoca en la unidad, las responsabilidades globales, la regla de oro y el servicio altruista:

La Paternidad de Dios y la Hermandad de Todos los Hombres.