En algunas publicaciones cristianas se anima a los padres a ejercer gran paciencia, buscar los momentos para hablar con sus hijos y no desistir para estimularles a que abracen los valores duraderos. En los tratos con la humanidad el Padre Celestial dispone de una dimensión de tiempo y paciencia mucho más abarcadora con todos los hombres.
La entrada anterior nos enseña que los ángeles operan de una forma muy fascinante y compleja que excede la comprensión simplista básica general. Al respecto es bueno señalar estas máximas:
- El libre albedrio es un pilar inalterable en los seres humanos.
- No se puede espiritualizar a los hombres a la fuerza.
- Los seres humanos poseen una fracción del Padre Universal.
- Los seres humanos tienen el potencial del bien.
La entrada anterior nos enseña que los ángeles operan "a través del medio ambiente social, ético y moral de los seres humanos" mediante circunstancias externas.
(1245.3) 113:4.3 Los serafines funcionan como maestros de los hombres guiando los pasos de la personalidad humana hacia caminos de experiencias nuevas y progresivas. Aceptar la guía de un serafín raramente significa conseguir una vida fácil. Al seguir esta guía, con seguridad encontrarás, y si tienes la valentía, atravesarás, las empinadas colinas de la elección moral y del progreso espiritual.
Como somos criaturas dotadas con libre albedrio los ángeles ayudan a crear condiciones externas planetarias favorables para que podamos realizar auténticas elecciones internas. Por ejemplo, es posible que ciertas actividades cívicas, religiosas o ciudadanas nos inviten a la resolución de problemas, a afrontar desafíos que otorgarán la posibilidad de realizar elecciones que permitan generar una mayor comunicación del hombre con su Ajustador. De esa forma, aquel hombre sintonizado con el amor, la belleza y la bondad puede ser una manifestación de Dios a la humanidad.
Pero no nos confundamos. Los ángeles no causan los problemas. Más bien ellos proveen circunstancias y plataformas externas que nos animan a la resolución de los mismos. El gobierno planetario seráfico abarca éstas áreas humanas:
(1255.4) 114:6.5 1. Los ángeles de la época. Éstos son los ángeles de la era corriente, el grupo dispensacional. Estos servidores celestiales están encargados de la supervisión y dirección de los asuntos de cada generación, tales como son diseñados que adapten al mosaico de la edad en la cual ocurren. El actual cuerpo de ángeles de la época que sirve en Urantia es el tercer grupo asignado al planeta durante la dispensación corriente.
(1255.5) 114:6.6 2. Los ángeles del progreso. Estos serafines están encargados de la tarea de iniciar el progreso evolucionario de las sucesivas edades sociales. Fomentan el desarrollo de la tendencia progresiva inherente de las criaturas evolucionarias; trabajan incesantemente para hacer que las cosas sean lo que deben ser. El grupo presentemente en servicio es el segundo que haya sido asignado al planeta.
(1255.6) 114:6.7 3. Los guardianes religiosos. Éstos son los «ángeles de las iglesias», los contendientes sinceros por lo que es y lo que ha sido. Intentan mantener los ideales de lo que ha sobrevivido para el tránsito seguro de los valores morales de una época a la otra. Son los jaque y mates de los ángeles del progreso, y buscan trasladar constantemente de una generación a la otra los valores imperecederos de las formas antiguas y pasadas en los esquemas de pensamiento y conducta más nuevos y por lo tanto menos estabilizados. Estos ángeles luchan por las formas espirituales, pero no son la fuente del ultrasectarismo y de las divisiones controversiales, sin sentido, de los religionistas profesantes. El cuerpo ahora funcional en Urantia es el quinto que así sirve.
(1255.7) 114:6.8 4. Los ángeles de la vida nacional. Éstos son los «ángeles de las trompetas», directores de las actuaciones políticas de la vida nacional en Urantia. El grupo que funciona ahora en el supercontrol de las relaciones internacionales es el cuarto cuerpo que sirve así en el planeta. Es particularmente a través del ministerio de esta división seráfica a través del que «los Altísimos gobiernan en los reinos de los hombres».
(1255.8) 114:6.9 5. Los ángeles de las razas. Aquellos que trabajan por la conservación de las razas evolucionarias del tiempo, sin importarles sus problemas políticos y agrupaciones religiosas. En Urantia existen restos de nueve razas humanas que se han mezclado y combinado en el pueblo de los tiempos modernos. Estos serafines están estrechamente asociados con el ministerio de los comisionados de la raza, y el grupo presentemente en Urantia es el cuerpo original asignado al planeta poco después del día de Pentecostés.
(1255.9) 114:6.10 6. Los ángeles del futuro. Éstos son los ángeles de proyección, que pronostican una edad futura y planean la realización de cosas mejores de una nueva dispensación en avance; son los arquitectos de las eras sucesivas. El grupo ahora en el planeta ha funcionado así desde el comienzo de la dispensación corriente.
(1256.1) 114:6.11 7. Los ángeles del esclarecimiento. Urantia recibe actualmente la ayuda del tercer cuerpo de serafines dedicados a fomentar la instrucción planetaria. Estos ángeles se ocupan de la capacitación mental y moral en cuanto ésta afecta a los individuos, familias, grupos, escuelas, comunidades, naciones y razas enteras.
(1256.2) 114:6.12 8. Los ángeles de la salud. Éstos son los ministros seráficos asignados a la asistencia de aquellas agencias mortales dedicadas a la promoción de la salud y a la prevención de la enfermedad. El cuerpo vigente es el sexto grupo que sirve durante esta dispensación.
(1256.3) 114:6.13 9. Los serafines del hogar. Urantia disfruta ahora de los servicios del quinto grupo de ministros angélicos, dedicados a la preservación y avance del hogar, la institución básica de la civilización humana.
(1256.4) 114:6.14 10. Los ángeles de la industria. Este grupo seráfico se ocupa de fomentar el desarrollo industrial y de mejorar las condiciones económicas entre los pueblos de Urantia. Se ha reemplazado este cuerpo siete veces desde el autootorgamiento de Micael.
(1256.5) 114:6.15 11. Los ángeles de la diversión. Éstos son los serafines que fomentan los valores del juego, el humor y el descanso. Intentan elevar constantemente las diversiones recreacionales del hombre y promover así una utilización más aprovechable del tiempo libre humano. El presente cuerpo es el tercero de esa orden que ministra en Urantia.
(1256.6) 114:6.16 12. Los ángeles del ministerio superhumano. Éstos son los ángeles de los ángeles, aquellos serafines que están asignados a ministrar toda otra vida superhumana en el planeta, provisional o permanente. Este cuerpo ha servido desde el comienzo de la dispensación presente.
(1256.8) 114:6.18 Ninguno de estos grupos angélicos ejerce un control directo o arbitrario sobre los dominios de sus asignaciones. No pueden controlar plenamente los asuntos de sus respectivos reinos de acción, pero pueden manipular las condiciones planetarias y asociar circunstancias de manera de influir favorablemente en las esferas de la actividad humana a las cuales están asignados, y así lo hacen.
Cada actividad social y ética de los seres humanos puede espiritualizarse y motivar al hombre a que coopere con su Ajustador para que el bien, la belleza espiritual y la bondad puedan finalmente transformar el mundo. De esta forma el Ajustador se libera para trabajar mejor en el hombre. Así la Obra de Dios se hace en la Tierra y el Altísimo gobierna en la Humanidad.
Este ministerio de los ángeles es arduo pero a la vez incansable, paciente y tiene que lidiar con el respeto al libre albedrio humano mientras que busca motivar a los hombres para que entre caídas y levantadas puedan por sí mismos elegir el bien como fuerza suprema.
El gran problema de los ángeles para ayudar al progreso humano radica en que deben respetar la autonomía humana. Para ellos la voluntad del hombre es sagrada. El aparente retraso de la humanidad se debe a que las conciencias humanas tienen diferentes grados de madurez espiritual. Los ángeles son pacientes para que el hombre por sí mismo pueda elegir.
A veces notamos que ciertas áreas de la acción seráfica están estancadas o en retroceso. Eso se debe a que las voluntades humanas muchas veces estorban o obstaculizan la dirección de los ángeles.
(1246.1) 113:5.2 Los ángeles están tan cerca de vosotros y con tanto sentimiento os cuidan, que figurativamente «lloran por vuestra intolerancia y testarudez intencionadas».
(1245.4) 113:4.4 El serafín guardián está manipulando constantemente el medio ambiente mortal para el propósito de aumentar el discernimiento cósmico del ascendente humano con el fin de que dicho candidato para la supervivencia pueda adquirir una realización enaltecida de la presencia del Ajustador residente y de esta manera pueda dar una mayor cooperación a la misión espiritual de la presencia divina.
El trabajo de los ángeles es arduo y paciente. Tienen una visión mucho más positiva sobre el género humano que muchos de nosotros. Cada día los ángeles encargados de trabajar por motivar la espiritualidad, el amor, la belleza y la bondad en todos los ámbitos humanos se reúnen:
(1250.2) 114:0.2 Hoy al mediodía cuando pasamos lista a los ángeles y guardianes planetarios y otros ángeles en Urantia había 501.234.619 pares de serafines. Asignados a mi comando había doscientas huestes de serafines: 597.196.800 pares de serafines ó 1.194.393.600 ángeles individuales. El registro sin embargo muestra 1.002.469.238 individuos. Por consiguiente se deduce que estaban ausentes de este mundo, 191.294.362 ángeles en misiones de transporte, de mensajería y de muerte. (En Urantia existe alrededor del mismo número de querubines que serafines, y están organizados en forma similar).
(1259.2) 114:7.17 Vuestro mundo aislado no está olvidado por los consejeros del universo. Urantia no es un huérfano cósmico, manchado por el pecado y separado del cuidado divino por la rebelión. Desde Uversa hasta Salvington y hasta Jerusem, aun en Havona y en el Paraíso, todos saben que nosotros estamos aquí; y vosotros los mortales que habitáis ahora en Urantia sois tan tiernamente amados y tan fielmente cuidados como si esta esfera no hubiese sido traicionada jamás por el Príncipe Planetario infiel, y más aun. Es eternamente verdad: «El Padre mismo os ama».