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Alejandro Magno ingresa en Babilonia |
En su primera mención en la revelación de Juan, Babilonia aparece como parte del mensaje de segundo ángel en capítulo 14:8 y dice así: "
Y otro ángel le siguió, diciendo:Ha caído, ha caído Babilonia, aquella grande ciudad, porque ella ha dado á beber á todas las naciones del vino del furor de su fornicación.". Lo primero que se nombra es su caída, y se repite en el 16:19. La caída de Babilonia se nombra dos veces, antes de sugerirse que haya tal cosa como una Babilonia. Se le describe de manera completa en los capítulos 17 y 18.
Incluso los analistas religiosos de varias Iglesias coinciden que el mensaje de Apocalipsis 18 es casi una segunda aplicación de la profecía de Jeremías sobre la desolación de Babilonia (Jer. 50-51); Por ejemplo, en particular el incidente de la piedra echada al mar (v. 21; Jer. 51: 63-64). Babilonia ciudad del Eufrates, la ciudad maravilla del mundo antiguo, era la ciudad que había llevado cautivo al pueblo de Dios. Así, pues, Juan aplica el nombre a la potencia mundial que había de ser la enemiga de los creyentes.
Jeremías profetizó su destrucción: "He aquí que será la última de las naciones; desierto, sequedal y páramo... porque pecó contra Jehová". Haciendo eco a las palabras de Jeremías, Apocalipsis 14:8 proclama: "Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación". E Isaías también habló de ella:
19Y Babilonia, la decoración de reinos, la hermosura del orgullo de los caldeos, tiene que llegar a ser como cuando Dios derribó a Sodoma y Gomorra. 20 Nunca será habitada, ni residirá por generación tras generación. Y allí el árabe no asentará su tienda, y no habrá pastores que dejen que [sus rebaños] se echen allí. - Isaías 13
'Y será Babilonia para montones, morada de chacales, espanto y silbo, sin morador. A una rugirán como leones; como cachorros de leones bramarán. En su calor los pondré sus banquetes; y áreles que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño, y no despierten, dice Jehová. Hacerlos he traer como corderos al matadero, como carneros con cabritos. ¡Cómo fue presa Sesach, y fue tomada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo fue Babilonia por espanto entre las gentes! ' - Jeremías 51: 37-41
La fuerza del lenguaje profético descrito indica que los Medos destruirían a Babilonia como Sodoma y Gomorra y que la ciudad quedaría en un montón de ruinas, desolada, desierta y sin habitantes. Puesto que Sodoma y Gomorra fueron destruidas al instante, la fuerza del lenguaje apocalíptico daba a entender que la Ciudad sería destruida de un solo golpe.
Sabemos que Babilonia fue conquistada por los Medos en el año 539 a.C, pero su destrucción fue gradual, su desaparición no fue instantánea, fue a largo plazo. Tanto los Medo-Persas, Alejandro Magno y muchos otros mantuvieron a Babilonia habitada pese a conquistar la Ciudad. Un estudiante de historia sabe que Babilonia fue gradualmente deshabitada tras muchos siglos. Algo similar ocurrió con Egipto y varias profecías en torno a su desolación.
De hecho, en 331 a.C Alejandro Magno ingresaba en una ciudad que todavía funcionaba. La decadencia y desolación de la Ciudad sería un proceso de varios siglos.
Y la gran pregunta es: Si la destrucción de Babel para que quedara como un desierto duró varios siglos, ¿por que el llamado cumplimiento apocalíptico tendría que ser diferente?