jueves, 12 de diciembre de 2013

El problema de la enfermedad

Los interesantes Documentos L.U señalan que la Tierra pertenece a la orden de planeta decimal. Es un mundo muy inestable e imperfecto en su nivel material. Por esa razón se permitió que "en terreno" se hiciesen algunas modificaciones en el programa del ADN cuando este se implantó en la Tierra. La preparación final del ADN en nuestro planeta fué realizada  en la misma Tierra (se hizo por las contingencias del lugar) experimentando "en el terreno". Este planeta se convirtió en experimental en el sentido de que comenzaron a probar formas de vida que hiciesen frente a la contingencia material. Esto sería comparable a levantar una tienda de campaña en una ladera de una montaña, lo cual obligaría a realizar una adaptación experimental al lugar con otras varillas, etc.

(739.6) 65:8.2 Si la prolongada tardanza en efectuar los cambios evolucionarios del desarrollo de la vida os ocasiona perplejidad, procedo a señalar que no podemos cronometrar el proceso vital para desarrollarse a paso más acelerado que lo que permiten las metamorfosis físicas del planeta. Tenemos que aguardar el desarrollo físico y natural de un planeta; no disponemos de control alguno sobre la evolución geológica. De permitirlo las condiciones físicas, podríamos disponer la evolución completa de la vida en mucho menos de un millón de años. Pero todos estamos bajo la jurisdicción de los Gobernantes Supremos del Paraíso, y el tiempo no existe en el Paraíso.

Es precisamente la adaptación al espacio-tiempo, a las Eras geológicas existentes, cambiantes  y complejas lo que hizo necesario el despliegue gradual de la vida con la meta de la aparición de la aventura humana inteligente. Por esa razón los trilobites existieron cuando tenían que existir, así como los dinosaurios  aparecieron en su momento preciso, pero esto solo fué hasta que la era geológica los extinguió cuando la Tierra cambió.  También hay muchas otras especies que no lograron sobrevivir a los cambios planetarios de las épocas antiguas.

(733.7) 65:3.1 Casi no será posible explicarle a la mente humana de hoy en día gran parte de los acontecimientos extraños y aparentemente grotescos del progreso evolucionario inicial. Un plan que suponía un propósito estaba funcionando durante toda esta evolución de lo viviente, al parecer extraña; y sin embargo, no se nos permite interferir arbitrariamente en el desarrollo de los modelos de vida una vez que se han puesto en funcionamiento.

Los Portadores activan el ADN de la vida en la Tierra. Narran que hicieron tres siembras con ADN idéntico en diferentes continentes. Una vez que el programa se activa, este comienza a desplegarse solo y a luchar contra las incertidumbres de un planeta aún en formación. Por esa razón este comienza con formas que puedan aguantar las contingencias externas, a medida que el planeta madura, aparecen las formas que pueden sobrevivir en el medio más adecuado, con la meta final del hombre. Pero ellos no pueden intervenir arbitrariamente una vez que se inicia el proceso.

(398.4) 36:2.17  El plasma de vida original de un mundo evolucionario debe contener el potencial pleno de todas las variaciones futuras de desarrollo y de todos los cambios y modificaciones evolucionarios subsiguientes. La disposición para estos proyectos de tan largo alcance de metamorfosis de la vida pueden requerir la aparición de muchas formas de vida animal y vegetal aparentemente inútiles. Tales productos derivados de la evolución planetaria, previstos o no previstos, aparecen en el campo de acción sólo para desaparecer, pero a través de este entero y largo proceso corre el hilo de las formulaciones sabias e inteligentes de los diseñadores originales del plan de la vida planetaria y el esquema de las especies. Los múltiples productos derivados de la evolución biológica son todos esenciales para la función final y plena de más altas formas de la vida inteligente, a pesar de que una gran disonancia exterior puede prevalecer de vez en cuando en la larga lucha ascendente de las criaturas más elevadas para dominar las formas de la vida más bajas, muchas de las cuales a veces tanto antagonizan la paz y la comodidad de las criaturas volitivas evolucionarias.

En el proceso aparecen ciertas formas de vida no directamente previstas por los Portadores, que repentinamente debido a cierta adaptación a una variante externa repentina, han tenido un accionar retrógrado e inútil en el sentido de que rompen con la mayoría de un ecosistema más grande. 
Falla en la impresión.

(737.2) 65:6.2 En las cosas y seres vivientes existe la dotación original de la adaptación. En toda célula viviente vegetal o animal, en todo organismo viviente, material o espiritual, existe un anhelo insaciable por la consecución de un grado constantemente creciente de perfección en el ajuste medio ambiental, la adaptación del organismo, y una realización cada vez mayor de la vida. Estos interminables esfuerzos de todo lo viviente evidencian que éste entraña un afán innato de perfección.

(734.5) 65:4.1 No olvidéis que se nos asignó Urantia como mundo de vida experimental. En este planeta hicimos nuestro sexagésimo intento de modificar y, de ser posible, mejorar la adaptación sataniana de los proyectos de vida nebadónicos.

Los Portadores se encontraron con la aparición de organismos retrógrados en este complicado planeta decimal. El problema de ciertos organismos pequeños es que actúan de forma desarmónica en su anhelo de expansión, y estos seres no previstos que aparecen en los complicados planetas decimales han causado muchos problemas a los ecosistemas estables.

(736.5) 65:5.2 Pero a través de esta aventura biológica nuestra mayor decepción surgió de la reversión de cierta flora primitiva hasta niveles de bacteria parasitaria anteriores a la clorofila en escala tan grande y de manera tan inesperada. Esta eventualidad en la evolución de la flora ocasionó muchas enfermedades aflictivas en los mamíferos superiores, sobre todo en la especie humana más vulnerable. Al enfrentarnos con esta situación que nos causaba perplejidad, dimos por descontadas, en cierto modo, las dificultades implícitas, pues sabíamos que el mestizaje subsiguiente del plasma vital adánico reforzaría la capacidad de resistencia de la raza mestiza resultante, de tal forma que vendría a inmunizarla de todas las enfermedades producidas por el tipo de organismo vegetal. Pero nuestras esperanzas estaban destinadas a la decepción, debido a la calamidad de la contumacia adánica.

Para que el lector lo comprenda esto es semejante a un programa en un ordenador que tiene grabados en su memoria varias figuras y letras. Las envía a una impresora a distancia y esta comienza a imprimir de forma correcta en una oficina aún en construcción, en la que en determinado instante se corta la luz por intermitencias del lugar, y una de las hojas aparece con la impresión interrumpida (ver segunda imagen). Esto ocurre solo en determinado momento, pero es suficiente para producir una página dañada en el libro que se imprime.

La venida del Séquito y posteriormente Adán y Eva eran la solución para las enfermedades que nos afligen. Pero la falta de ámbos proyectos nos hundió en muchas enfermedades.

(732.1) 65:2.3 La bacteria, un organismo vegetal sencillo de índole muy primitiva, ha cambiado muy poco desde los primeros albores de la vida; incluso exhibe cierto grado de retroceso en su comportamiento parasitario. Gran parte de los hongos representa además un movimiento retrógrado en la evolución, siendo plantas que han perdido su capacidad de hacer la clorofila y, en cierto modo, se han convertido en parásitos. La mayoría de las bacterias que produce enfermedades y sus cuerpos auxiliares de virus pertenecen a este grupo de hongos parasitarios desertores. Durante las edades inter-medias, todo el vasto reino de la flora ha evolucionado a partir de antepasados, de los cuales también ha descendido la bacteria.

Los virus, bacterias y hongos provienen entonces de algunas plantas que retrocedieron hasta perder su capacidad de crear clorofila y se volvieron entidades parásitas. 

(736.4) 65:5.1 Los Portadores de Vida mucho nos apenamos por el hecho de que nuestros esfuerzos para modificar la vida inteligente en Urantia se hubiesen entorpecido tanto debido a depravaciones fuera de nuestro control: la traición de Caligastia y la falta de Adán.

Si Adán y su prole hubiesen sembrado más de su ADN en la humanidad, las enfermedades e incluso la muerte acelerada no hubiesen atacado tanto a los humanos.

(851.5) 76:4.7 Las células del cuerpo de los Hijos Materiales y de su progenie son mucho más resistentes a las enfermedades que las de los seres evolutivos indígenas del planeta. Las células del cuerpo de las razas nativas son afines a los organismos microscópicos y ultramicroscópicos vivientes del reino que producen enfermedades. Estos hechos explican por qué los pueblos de Urantia tienen que hacer un gran esfuerzo en el campo científico para resistir a tantos trastornos físicos. Seríais mucho más resistentes a las enfermedades, si vuestras razas llevaran más de la sangre adánica.