miércoles, 1 de enero de 2014

El futuro abortado


Los documentos señalan que el camino de la transformación natural biológica puede generar civilizaciones, pero éstas tienden a decaer debido a las tendencias genéticas animales de la lucha. Cuando observamos algunos asentamientos muy antiguos de América se hace patente dicha reversión cultural. 

Para lograr el despunte final del hombre se necesitan las "inyecciones" del séquito materializado (a los que se le incorporan los genes de los mismos nativos) y los hijos de Adán para provocar un mejoramiento biológico. No es tanto un mejoramiento externo (ya que se mantienen en muchos casos las características externas raciales), sino más bien la incidencia de la elevación biológica está caracterizada en:

1- Aumento de la estabilidad mental, y ejecución sostenida de la inteligencia creativa.

2- Aumento de la receptividad espiritual verdadera.

3- Dominio de las pasiones animales y tendencias destructivas.

4- Un mayor aumento de la Paz interna y colectiva social.

5- Aumento de la protección contra enfermedades físicas.

6- Prolongación de la longevidad.

7- La creación de una civilización auténtica y perdurable basada en la fraternidad humana y la relación con Dios.

8- Un conocimiento certero sobre el "más allá" y la Cosmología Universal.

(593.5) 52:3.6 El resultado del don del plasma vital adánico a las razas mortales es una elevación inmediata de la capacidad intelectual y una aceleración del progreso espiritual. Usualmente también hay cierto mejoramiento físico. 

Son a estos factores primordiales a los que los Documentos se refieren con el mejoramiento biológico. No tiene nada que ver con la idea tonta del racismo moderno. La idea era que las mismas razas de color recibieran esos potenciales de equilibrio armónico. 

(585.5) 51:5.1 Cuando un Adán y una Eva Planetarios llegan a un mundo habitado, sus superiores les han instruido completamente sobre la mejor manera de efectuar el mejoramiento de las razas existentes de seres inteligentes. El plan de procedimiento no es uniforme, mucho queda librado al juicio de la pareja ministrante.

Algunos pueblos  lograron crear cultura y civilización antes de la llegada de Adán y Eva. Eran inteligentes y cultos, pero no eran pacificadores. Esto hizo que sus culturas se destruyesen. La cultura se sostiene en el tiempo cuando hay estabilidad mental y espiritual, y se prolonga la ejecución sostenida de la inteligencia creativa unida al amor fraternal.


La misión del séquito

(574.7) 50:3.5 Estos asistentes del Príncipe Planetario raramente se aparejan con las razas del mundo, pero siempre lo hacen entre sí. Dos clases de seres resultan de estas uniones: el tipo primario de seres intermedios y ciertos tipos elevados de seres materiales que permanecen asignados al séquito del príncipe una vez que sus progenitores han sido retirados del planeta al tiempo de la llegada de Adán y Eva. Estos hijos no se aparejan con las razas mortales excepto en ciertas situaciones de emergencia y aun entonces tan sólo por mandato del Príncipe Planetario. En un tal caso, sus hijos —los nietos del séquito corpóreo— tienen el mismo estado que las razas superiores de su época y generación. Toda la progenie de los asistentes del Príncipe Planetario son resididos por un Ajustador.

(856.5) 77:2.2 Los Portadores de Vida habían proyectado un nuevo tipo de mortal que uniría el conjunto de la prole del séquito del Príncipe con la primera generación de la prole de Adán y Eva. Por lo tanto habían formulado un plan que preveía una nueva orden de criaturas planetarias que, según sus esperanzas, se convirtiera en los gobernantes-maestros de la sociedad humana. Estos seres estaban concebidos para la soberanía social, no para la soberanía civil. Pero como casi se malogró por completo este proyecto, jamás sabremos de qué aristocracia benigna y cultura sin par fue privada Urantia, pues el séquito corpóreo sí se reprodujo, pero lo hizo posteriormente a la rebelión y después de ser privados de su conexión con las corrientes vitales del sistema.


El séquito del príncipe debía aguardar la llegada de Adán y Eva para poder generar una prole que aún estuviese conectada a los circuitos de vida del sistema y pudiese casarse con los hijos de la primera generación de Adán (que debía ascender casi al millón).

Pero la Rebelión Planetaria hizo que el Séquito tras unirse a Caligastia y a Lucifer en la Rebelión contra Miguel, fuera privado del árbol de la vida, y entonces precipitadamente incurrieron en la reproducción sexual entre ellos y con otras razas. Esto ocurrió hace 200 mil años.

Sus descendientes los Noditas, aunque eran superiores, ya estaban mestizados con algunos pueblos nativos, salvo pocas líneas directas. 

La idea era que el séquito tenía que esperar la llegada de Adán y mientras tanto ocuparse como Maestros sociales. Pero la rebelión hundió esos planes.

La misión de Adán y Eva

(583.2) 51:3.3 Un Adán y Eva Planetarios son, en potencia, el don pleno de la gracia física para las razas mortales. La actividad principal de dicha pareja importada consiste en multiplicar y elevar a los hijos del tiempo. Pero no hay mezcla inmediata entre el pueblo del jardín y los del mundo. Durante muchas generaciones Adán y Eva permanecen biológicamente segregados de los mortales evolucionarios mientras construyen una raza fuerte de su propia orden. Esto es el origen de la raza violeta en los mundos habitados.

(585.6) 51:5.2 Usualmente los pueblos violetas no comienzan a amalgamarse con los nativos planetarios hasta que su propio grupo no llega a sumar más de un millón. 


(593.4) 52:3.5 La progenie adánica no se amalgama nunca con los linajes inferiores de las razas evolucionarias. Tampoco consiste el plan divino en que se amalgamen los Adanes y Evas planetarios personalmente con los pueblos evolucionarios. Este proyecto de mejoramiento racial es tarea de su progenie. Pero la progenie del Hijo e Hija Materiales es movilizada por generaciones antes de que se inaugure el ministerio de amalgama racial.


(585.7) 51:5.3 En mundos normales el Adán y la Eva Planetarios nunca se aparean con las razas evolucionarias. Este trabajo de mejoramiento biológico es una función de la progenie adánica. Pero estos adanitas no van a mezclarse con las razas; el séquito del Príncipe conduce al Jardín del Edén a los hombres y mujeres superiores para el apareamiento voluntario con la descendencia adánica.


(586.2) 51:5.5 La raza violeta es un pueblo monógamo, y cada hombre o mujer que se une con los hijos e hijas adánicos promete no aceptar otros consortes e instruye a sus hijos e hijas de la misma manera. Los niños de cada una de estas uniones son instruidos y capacitados en las escuelas del Príncipe Planetario, después de lo cual se les permite ir en busca de la raza de su progenitor evolucionario, para contraer matrimonio allí entre los grupos seleccionados de mortales superiores.


Cuando ocurre la segunda Rebelión Planetaria hace 37.000 años, el séquito ya estaba muerto junto a sus primeros hijos.  Y los Noditas como sus descendientes estaban degradándose aunque eran superiores todavía a otras tribus.

Pero Adán y Eva violaron las instrucciones celestiales y con el deseo de ganar el terreno perdido se unieron directamente a los nativos noditas humanos, provocando la repentina aparición de la prole Andita.

También Adán y Eva solo pudieron dejar una limitada cantidad de hijos: 1570.

Si bien el pueblo Andita (fusión de los Noditas y Adanitas) fué superior, fué realmente una especie de un "fuego artificial" sorprendente pero no duradero.

Nuestra misma historia humana lo testifica. Las huellas han quedado en las piedras colosales. La explosión repentina de grandes civilizaciones lo demuestra. Pero la corta vida de estas magnas civilizaciones pone en evidencia la contumacia de Adán y Eva. Fue una gloria pasajera mal cimentada.

El hecho de que tan repentinamente se realizó el mestizaje con las otras razas que eran de una proporción mayor en número hizo que el fracaso comenzara a aflorar.

Así varias potencias como los Egipcios,  Asirios, Griegos y Romanos, teniendo la capacidad intelectual heredada de los Anditas, pronto cayeron en el salvajismo de las guerras imperialistas al tener los genes no mejorados de los pueblos más bélicos con los que se mezclaron.

¿Qué Planeta Magnifico habría sido este mundo si la misiones celestiales no hubiesen sucumbido al Diablo?

(823.6) 73:3.6 El sitio elegido para el Jardín era probablemente el paraje más bello del mundo entero, en su género, y el clima entonces era ideal. En ninguna otra parte existía un lugar que pudiera haberse prestado tan perfectamente para convertirse en tal paraíso de expresión botánica. En este lugar de reunión, se congregaba la crema y nata de la civilización de Urantia. Más allá de sus confines, el mundo estaba sumido en la oscuridad, la ignorancia y el salvajismo. Edén era el único punto risueño en Urantia; era naturalmente un sueño de belleza, y no tardó en convertirse en un poema de exquisita y perfeccionada gloria paisajística.
(827.2) 73:7.3 Nunca se pretendió que el Jardín fuera la residencia permanente de los adanitas. Habrían de convertirse en emisarios de una nueva vida para el mundo entero; habrían de movilizarse para la otorgación altruista a las razas necesitadas de la tierra.
(827.3) 73:7.4 Las instrucciones dadas por los Melquisedek a Adán, implicaron que habría de establecer sedes raciales, continentales y divisionales que estarían a cargo de sus hijos inmediatos, en tanto que él y Eva habrían de repartir su tiempo entre estas distintas capitales mundiales en carácter de asesores y coordinadores del ministerio mundial de la elevación biológica, el progreso intelectual y la rehabilitación moral.
(594.4) 52:4.1 En los planetas normales y leales, esta época se inaugura con las razas mortales mezcladas y biológicamente vigorosas. No hay problemas de raza ni de color; literalmente todas las naciones y las razas son de una sola sangre. Florece la hermandad entre los hombres, y las naciones están aprendiendo a vivir en la tierra en paz y tranquilidad. Un mundo de este tipo se encuentra en el umbral de un gran desarrollo intelectual culminante.
(588.1) 51:7.2 Antes de que el primer Hijo Magisterial concluya su misión en un mundo evolucionario normal, ya se ha unificado el trabajo administrativo y de enseñanza del Príncipe Planetario y el Hijo Material. Esta amalgama de la supervisión dual de un planeta da origen a un nuevo orden eficaz de administración mundial. Cuando parte el Hijo Magisterial, el Adán Planetario asume la dirección externa de la esfera. El Hijo y la Hija Materiales actúan así conjuntamente como administradores planetarios hasta el establecimiento del mundo en la era de luz y vida; después de lo cual el Príncipe Planetario es elevado a la posición de Soberano Planetario. Durante esta época de evolución avanzada, Adán y Eva pasan a ser lo que se podría llamar un con-junto de primeros ministros del reino glorificado.
(588.2) 51:7.3 Tan pronto como se ha establecido bien la capital nueva y consolidada del mundo evolucionario, y tan pronto como es posible capacitar debidamente a los administradores subordinados competentes se fundan subcapitales de tierras remotas y entre los distintos pueblos. Antes de la llegada de otro Hijo dispensacional, se habrán organizado de cincuenta a cien de estos subcentros.
(588.3) 51:7.4 El Príncipe Planetario y su equipo siguen fomentando los dominios de actividad espiritual y filosófica. Adán y Eva prestan especial atención a los estados físico, científico y económico del reino. Ambos grupos dedican igualmente sus energías a la promoción de las artes, las relaciones sociales, y los alcances intelectuales.
(600.1) 52:7.12 Ésta es la misma tierra renovada, la etapa avanzada planetaria, que el antiguo visionario visualizó cuando escribió: «'Pues así como los nuevos cielos y la nueva tierra que yo crearé durarán ante mí, así también vosotros y vuestros hijos perduraréis; y sucederá que de una luna nueva a otra y de un sábado a otro, toda la carne adorará ante mí', dice el Señor».
(588.4) 51:7.5 En el momento de la inauguración de la quinta dispensación de los asuntos mundiales, ya se ha logrado una administración magnífica de las actividades planetarias. La existencia mortal en una esfera tan bien gestionada es de hecho estimulante y productiva. Y si los urantianos pudiesen tan sólo observar la vida en tal planeta, apreciarían inmediatamente el valor de aquellas cosas que su mundo ha perdido al involucrarse en el mal y participar en la rebelión.