El objeto 2012 VP 113, publicado recientemente en Nature, está a 80 unidades astronómicas en su punto más cercano al sol, y cuando está más lejos se ubica a 452 unidades astronómicas. El planeta tiene un diámetro de unos 450 kilómetros, alrededor de la mitad de Sedna.
Los astrónomos no tienen explicación para la posición que tienen estos objetos según la estructura actual del sistema solar. Una teoría es que una estrella hermana del sol empujó a algunos de los cuerpos presentes en la Nube de Oort, creando una subdivisión orbital nueva.
Otra alternativa es que un planeta del tamaño de la Tierra fue expulsado del sistema solar, llevándose objetos del Cinturón de Kuiper a órbitas más lejanas. Ese planeta expulsado podría haber abandonado el sistema solar, o quizás todavía esté en una órbita más lejos.
Es sorprendente que en los años treinta los Documentos de Urantia ya hablaban de que nuestro sistema solar tiene realmente 12 planetas. Y sobre la formación de Monmatia (nuestro sistema solar) se dice:
(655.6) 57:5.1 Hace 5.000.000.000 de
años vuestro sol era un llameante orbe comparativamente aislado, tras haber
atraído para sí el grueso de la materia cercana que circulaba por el espacio,
residuo del cataclismo reciente que acompañara su nacimiento.
(655.8) 57:5.3 De este
modo quedó dispuesto el escenario del espacio local para el origen singular de
Monmatia, siendo éste el nombre de la familia planetaria de vuestro sol, el
sistema solar al cual pertenece vuestro mundo. Menos del uno por ciento de los
sistemas planetarios de Orvonton han tenido un origen similar.
(655.9) 57:5.4 Hace
4.500.000.000 de años el enorme sistema Angona comenzó a aproximarse a este sol
solitario. El centro de este gran sistema era un gigante oscuro del espacio,
sólido, altamente cargado, y poseedor de una tremenda atracción de gravedad.
Es interesante que los astrónomos han especulado con la posibilidad de una estrella o planeta X que provoca la singularidad del sistema solar. En realidad son dos sistemas solares que se entrecruzaron.
Este cruce de Angona por Monmatia produce el fenómeno que existe en la actualidad.
(656.5) 57:5.9 Los
cinco planetas interiores y los cinco exteriores muy pronto se formaron en
miniatura a partir de los núcleos que se enfriaban y condensaban en los
extremos menos masivos y de forma ahusada de la inmensa protuberancia producida
por la gravedad, la cual Angona había acertado en separar del sol; mientras que
Saturno y Júpiter se formaron de las porciones centrales más masivas y
protuberantes. La potente atracción de gravedad de Júpiter y Saturno desde un
principio capturó la mayor parte del material que se le había robado a Angona
tal como de ello da fe el movimiento retrógrado de ciertos satélites suyos.
(657.1) 57:5.12 Los
planetas no giran alrededor del sol por el plano ecuatorial de su madre solar,
lo cual harían si hubieran sido arrojados por la revolución solar. Más bien, se
desplazan por el plano de la extrusión solar de Angona, que existió a un ángulo
apreciable respecto del plano del ecuador solar.
(657.2) 57:5.13 Aunque
Angona no pudo captar nada de la masa solar, vuestro sol sí le agregó a su
familia planetaria en metamorfosis, material que iba circulando por el espacio
del sistema visitante. Debido al intenso campo de gravedad de Angona, su
familia planetaria tributaria seguía las órbitas a considerable distancia del
gigante negro; y poco después de la extrusión de la masa atávica del sistema
solar, mientras que Angona aún se hallaba en las inmediaciones del sol, tres de
los planetas mayores del sistema Angona pasaron tan cerca del masivo antepasado
del sistema solar que su atracción de gravedad, aumentada por la del sol, bastó
para contrarrestar el abrazo de la gravedad de Angona y para separar
permanentemente estos tres tributarios del viajero celestial.
Tres de los planetas exteriores eran realmente del sistema Angona y fueron "robados" por la gravedad del sol, y es la causa de que tengan unas órbitas extrañas.
(657.3) 57:5.14 Todo
el material celestial del sistema solar derivado del sol estuvo originalmente
dotado de un sentido homogéneo de paso orbital, y de no haber sido por la
intromisión de estos tres cuerpos espaciales foráneos, todo el material del
sistema solar seguiría manteniendo el mismo sentido de movimiento orbital. Sin
embargo, el impacto de los tres tributarios de Angona interpuso nuevas y
foráneas fuerzas direccionales en el sistema solar naciente con la aparición
resultante del movimiento retrógrado. El movimiento retrógrado
de todo sistema astronómico es siempre fortuito y aparece siempre como
resultado del impacto de una colisión de cuerpos extraños del espacio. Puede
que tales colisiones no siempre produzcan movimiento retrógrado; sin embargo,
el movimiento retrógrado sólo aparece en sistemas que contienen masas de
diversos orígenes.
Ciertamente la descripción que nos dan los Documentos sobre el Origen del Sistema Solar cuadra a la perfección con los últimos descubrimientos.