(590.1) 52:1.5 Pero pronto durante esta era los mortales aprenden a encender y
mantener el fuego, y con el aumento de la imaginación inventiva y el
mejoramiento de las herramientas, el hombre en evolución muy pronto conquista a
los animales más grandes y más indomables. Las razas primitivas también hacen
amplio uso de los animales voladores más grandes. Estas enormes aves son
capaces de llevar a una o dos personas de tamaño promedio en vuelo
ininterrumpido por más de ochocientos kilómetros. En algunos planetas estas
aves son de gran utilidad, puesto que poseen un orden elevado de inteligencia,
siendo muchas veces capaces de hablar muchas palabras de los idiomas del reino.
Estos pájaros son altamente inteligentes, muy obedientes e increíblemente
afectuosos. En Urantia, estas aves para pasajeros se extinguieron hace mucho
tiempo, pero vuestros antepasados primitivos disfrutaron de sus servicios.
Al respecto se nos cuenta como en Dalamatia se "domesticó" a éstas aves gigantescas:
(746.2) 66:5.4 2. La junta de domesticación y
utilización de los animales. Este consejo se dedicó a la labor de
seleccionar y criar aquellos animales que mejor se adaptaban a ayudar a los
seres humanos al llevar cargas y trasportar a los mismos, para proporcionar
sustento, y más adelante, para prestar servicio en la labranza de la tierra.
Bon dirigió este cuerpo competente.
(746.4) 66:5.6 En esta época se utilizaron por primera vez las palomas
mensajeras; se las llevaba en los viajes largos, a fin de enviar mensajes o
súplicas de socorro. El grupo de Bon consiguió amaestrar a los grandes fándores
como aves de transporte, pero éstos se extinguieron hace más de treinta mil
años.
Sí, la película Avatar parece una copia de lo narrado en Urantia. Los nativos de Pandora parecen ser una versión primitiva y salvajes que me evocan a los Hijos Materiales, y más aún con sus aves voladoras que están inspirados en los fándores de Urantia.
Pues bien, miles de años después de Dalamatia los humanos aún seguían usando a estas aves de transporte y se nos cuenta como los Hijos Materiales volaron incluso sobre ellas:
(831.1) 74:3.4 El tercer día se dedicaron a una inspección del Jardín. Desde las
enormes aves de pasaje —los fándores— apreciaron las vastas extensiones del
Jardín al surcar los aires por encima de éste, el paraje más hermoso de la
tierra. Se remató este día de inspección con un colosal banquete en honor a
todos los que habían laborado para crear este jardín de belleza y grandiosidad
paradisiacas.
Adán y Eva volaron en sus fándores observando desde las alturas el Jardín de Edén. Estas aves pueden transportar hasta dos personas promedio, y creo que tanto Adán y Eva volaron en sus respectivas aves.
Lo anterior puede parecer hasta un cuento de ficción de los años treinta o un relato muy pintoresco de los picapiedras sino fuera por los descubrimientos relativamente recientes de aves gigantescas que efectivamente existieron.
Me refiero a una de ellas,
el Argentavis magnificens (ave argentina magnífica), un ave gigante fósil
hallada en Argentina en el año 1979. Esta ave era una especie de buitre o Cóndor
gigante (quizás por eso los Documentos le llamen Fándor). Sus alas abiertas podían
llegar hasta los siete u ocho metros.
El misterio si el hombre
realmente podía volar y hacer figuras como las líneas de Nazca y otras
construcciones que desde el aire se pueden apreciar, parece ser producto de ésta explicación, aunque
esto quizás defraude a los creyentes en los OVNIS, pero parece innecesario que
dichas naves extraterrestres necesitasen pistas de aterrizaje de ese estilo. Todo indica más
bien, que hubo una época perdida en la humanidad en que durante miles de años los hombres volaban sobre éstas aves y entonces los pueblos crearon los sistemas de orientación similares a Nazca para los fándores y sus "pilotos". (También en Europa y España además de en muchos países se han encontrado geoglifos similares a los de Nazca).
Esto quizás haya creado la historia de Horus que es el Halcón que es Hijo de Osiris e Isis, además de una serie de leyendas sobre esa época humana de los albores de la civilización. Una época perdida y fascinante.