jueves, 5 de junio de 2014

Sueños premonitorios y presentimientos

(121.4) 11:4.3 Aquí en el Paraíso periférico están las enormes áreas de exhibición histórica y profética asignadas a los Hijos Creadores, dedicadas a los universos locales del tiempo y el espacio. Hay tan sólo siete billones de estas reservaciones históricas ya establecidas o en reserva, pero estas instalaciones, en suma, ocupan solamente alrededor de un cuatro por ciento de esa porción del área periférica así asignada. Inferimos que estas vastas reservas pertenecen a creaciones que, alguna vez han de situarse más allá de las fronteras de los siete superuniversos habitados que se conocen ahora.

De alguna forma los Ajustadores del Pensamiento mediante el fenómeno de reflectividad universal pueden "descargar la información" de la Isla Paraíso. A veces los Ajustadores del Pensamiento logran "conectar" con la reflectividad universal y "saltarse" el espacio-tiempo, ya que ellos no están sujetos al espacio-tiempo de la mente. Luego, esas impregnaciones "gotean" en la mente como "sueños premonitorios".

Sobre algunos Ajustadores durante el sueño se nos dice:

(1196.8) 109:2.6 5. En algún momento, durante el sueño humano, se ha separado temporalmente de la mente de encarcelamiento mortal para realizar alguna obra de enlace, contacto, reinscripción u otro servicio extrahumano asociado con la administración espiritual del mundo asignado.

(1199.2) 109:5.1 En tales momentos, y a veces durante el sueño, el Ajustador puede arrestar las corrientes mentales, detener el flujo, y luego desviar la procesión de las ideas; y se hace todo esto para efectuar transformaciones espirituales profundas en los recesos más elevados de la superconciencia. De este modo las fuerzas y energías mentales se ajustan más plenamente a la clave de los tonos de contacto del nivel espiritual del presente y del futuro.


No obstante, no deben buscarse ni potenciarse esas experiencias como un método para buscar presagios. ¿Por qué? 

Por que a menudo dicha información se confunde con la propia información subconsciente y tergiversada de nuestra mente inestable de origen animal. Esto puede llevar a metidas de pata en cuanto a la precognición, tal como sucede con los psiquícos en un mar de aciertos y desaciertos. Por esa razón los llamados videntes (dejando de lado a los fraudulentos) son sumamente erráticos y con altibajos en sus "precogniciones".

Además, hay peligros de trastornos mentales que pueden generarse al buscarse dichas experiencias. Por lo tanto, dichos sueños es mejor dejarlos brotar espontáneamente y de ninguna forma buscarlos e inducirlos, pero también debemos analizarlos de forma juiciosa y crítica, y ser honrados con nosotros mismos. Lamentablemente tenemos soportes y esquemas mentales defectuosos que tergiversan mucho de lo que podemos captar, ya que tampoco es misión del Ajustador entregarnos dicha información tal como nosotros creemos. Esta más bien, es una especie de "goteo" que ocurre dada algunas circunstancias.

(1199.4) 109:5.3 Pero vuestras actitudes mentales inquietas y en rápido cambio frecuentemente dificultan los planes e interrumpen la tarea de los Ajustadores. Su tarea no está tan sólo interferida por la naturaleza innata de las razas mortales, sino que también se retarda considerablemente este ministerio por vuestras propias opiniones preconcebidas, ideas fijas y prejuicios antiguos. Debido a estos obstáculos, muchas veces sólo sus creaciones no terminadas emergen a la conciencia, y por consiguiente es inevitable la confusión del concepto.

(1099.6) 100:5.8 Existe gran peligro asociado con la práctica habitual de los ensueños religiosos; el misticismo puede volverse una técnica para evitar la realidad, aunque a veces haya sido un medio para la comunión espiritual genuina. Cortas temporadas de retiro de las escenas activas de la vida, pueden no ser gravemente peligrosas, pero el aislamiento prolongado de la personalidad no es deseable. No debe cultivarse nunca, bajo ninguna circunstancia, el estado semejante al trance de una conciencia visionaria como experiencia religiosa.

(1099.7) 100:5.9 Las características del estado místico son, la difusión de la conciencia con vívidas islas de atención focal que operan sobre un intelecto comparativamente pasivo. Todo esto lleva la conciencia hacia el subconsciente en vez de llevarla en dirección de la zona de contacto espiritual, el superconsciente. Muchos místicos han llevado su disociación mental hasta un nivel de manifestaciones mentales anormales.

Debido a lo anterior se nos comenta como en épocas pasadas posiblemente la mayoría de los sueños proféticos eran métodos inestables y quizás hasta erróneos:

(963.9) 87:5.14 No era tan sólo por curiosidad por la que los antiguos trataban de conocer el futuro; querían evitar la mala suerte. La adivinación fue simplemente un intento de prevenir dificultades. Durante esos tiempos, se consideraba que los sueños eran proféticos, y todo lo que estuviera fuera de lo común era considerado un símbolo. Aun hoy día las razas civilizadas están cargadas de creencias en signos, presagios y otros residuos supersticiosos del culto a los fantasmas en avance de la antigüedad. El hombre es lento, muy lento en abandonar esos métodos mediante los cuales él tan gradual y dolorosamente ascendió la escala evolucionaria de la vida.

(1100.1) 100:5.10 La actitud más sana de la meditación espiritual se ha de encontrar en la adoración reflexiva y en la oración de acción de gracias. La comunión directa con el Ajustador del Pensamiento, tal como ocurrió en los últimos años de la vida de Jesús en la carne, no debe ser confundida con estas experiencias así llamadas místicas. Los factores que contribuyen a la iniciación de la comunión mística son indicativos del peligro de tales estados psíquicos. El estado místico está favorecido por cosas tales como la fatiga física, el ayuno, la disociación psíquica, profundas experiencias estéticas, impulsos sexuales vívidos, temor, ansiedad, rabia y baile desenfrenado. Mucho del material que surge como resultado de esta preparación preliminar tiene su origen en la mente subconsciente.

(1100.2) 100:5.11 Aunque las condiciones pudieran ser favorables para los fenómenos místicos, es necesario comprender claramente que Jesús de Nazaret no recurrió nunca a estos métodos para comunicarse con el Padre en el Paraíso. Jesús no tenía delirios subconscientes ni ilusiones superconscientes.
(1000.4) 91:7.3 El éxtasis religioso es permisible cuando resulta de antecedentes sanos, pero estas experiencias son más frecuentemente consecuencia de influencias puramente emocionales más bien que manifestaciones de un carácter espiritual profundo. Las personas religiosas no deben considerar todo presentimiento psicológico vívido y toda experiencia emocional intensa como una revelación divina ni como una comunicación espiritual. El éxtasis espiritual genuino generalmente se asocia con una gran calma exterior y con un control emocional casi perfecto. Pero la verdadera visión profética es un presentimiento super-psicológico. Estas visitaciones no son seudoalucinaciones, ni tampoco éxtasis del tipo del trance.
(1000.5) 91:7.4 La mente humana puede funcionar en respuesta a la así llamada inspiración cuando es sensible a las sublevaciones del subconsciente o al estímulo del superconsciente. En cualquiera de estos dos casos el individuo tiene la impresión de que estos aumentos del contenido de la conciencia son más o menos ajenos. El entusiasmo místico sin frenos y el éxtasis religioso desencadenado no son credenciales de la inspiración, supuestamente credenciales divinas.
(1000.6) 91:7.5 La prueba práctica de todas las experiencias religiosas extrañas del misticismo, el éxtasis y la inspiración consiste en observar si estos fenómenos hacen que un individuo:
(1000.7) 91:7.6 1. Disfrute de una salud física mejor y más completa.
(1000.8) 91:7.7 2. Funcione más eficaz y prácticamente en su vida mental.
(1000.9) 91:7.8 3. Socialice más plena y alegremente en su experiencia religiosa.
(1000.10) 91:7.9 4. Espiritualice más completamente su vida diaria descargando al mismo tiempo fielmente los deberes comunes de la existencia mortal rutinaria.
(1001.1) 91:7.10 5. Aumente su amor y apreciación de la verdad, la belleza y la bondad.
(1001.2) 91:7.11 6. Conserve los valores sociales, morales, éticos y espirituales, reconocidos en su época.
(1001.3) 91:7.12 7. Aumente su compenetración espiritual, su conciencia de Dios.
(1001.4) 91:7.13 Pero la oración no tiene asociación verdadera con estas experiencias religiosas excepcionales. Cuando la oración se vuelve demasiado estética, cuando consiste casi exclusivamente de la contemplación bella y bendecida de la divinidad paradisiaca, pierde mucho de su influencia socializadora y tiende hacia el misticismo y el aislamiento de sus devotos. Existe cierto peligro asociado con la excesiva oración en privado, lo cual es corregido y prevenido por la oración en grupo, las devociones comunitarias.

Por lo tanto, no deben buscarse las experiencias de "sueños premonitorios", y éstos deben si ocurren espontáneamente estar bajo el control del juicio correcto y racional, sin descuidar las obligaciones éticas y familiares. Esto significa que no todo sueño puede ser exaltado a profecía, y debe sopesarse con cuidado y de forma personal su importancia real y debida.