Uno
de los conceptos más mal entendidos es el asunto de la "perfección". Esta palabra
ha sido muy mal utilizada y se han hechos grandes abusos de la misma, creando
paradigmas mentales que no se ajustan a la realidad.
Por
lo general la expresión que entendemos como “perfección” es equivalente a algo
sin mella o defecto, que posee todas las cualidades deseables, etc. Sin
embargo, la Biblia no entrega este sentido básico de esta expresión.
“El
concepto de perfección se expresa en hebreo con términos derivados de verbos
tales como ka·lál (perfeccionar; compárese con Eze 27:4), scha·lám (quedar
completo; compárese con Isa 60:20) y ta·mám (completar; llegar a la
perfección; compárese con Sl 102:27; Isa 18:5). En las Escrituras Griegas
Cristianas se emplean las palabras té·lei·os (adjetivo), te·lei·ó·tēs (nombre)
y te·lei·ó·ō (verbo) para comunicar ideas como: llevar a la perfección o alcanzar la plenitud (Lu 8:14; 2Co 12:9; Snt 1:4); ser una
persona desarrollada físicamente, adulta o madura (1Co 14:20; Heb 5:14), y
haber alcanzado el objetivo,
propósito o meta conveniente o señalada. (Jn 19:28; Flp
3:12.)” - Perspicacia para Comprender las Escrituras.
Cómo notamos, el término tiene que ver con completar y alcanzar la plenitud como objetivo. Perfección es la meta, no es el origen. Observamos un crecimiento en una sola dirección progresiva, nunca un estado absoluto de inmovilidad. Es algo en desarrollo.
“Porque
antes de la siega, cuando la flor llega a la perfección y lo florecido llega a
ser una uva que va madurándose, uno también tiene que cortar los tallitos con
podaderas y tiene que quitar los zarcillos, [los] tiene que escamondar”.-
Isaías 18:5
Observamos la idea del crecimiento hacia la plenitud. Nunca de inmovilidad. Una semilla o flor no aparece en estado de perfección, no es creada así. Más bien, llega a la perfección como meta. No es el origen.
Lo
mismo ocurre con nuestra creación. Esta acción progresiva se manifiesta en el Génesis cuando se dice que el día Sábado es un proceso de acción continúa. La Traducción del Nuevo Mundo reconoce que hay
más de 40 casos en el capítulo 1 de Génesis en que la acción progresiva se indica mediante un verbo hebreo en el estado
imperfecto. Los procesos de pensamiento hebreos eran diferentes a los nuestros.
La palabra descansar no tiene que ver
con el término del trabajo asociado el
cansancio. En realidad tiene que ver con
“cesar, detener, desistir, llegar al final”.
Solo
el Padre Celestial puede definirse realmente como "perfecto". Solo su
morada celestial que excede al universo material es realmente perfecta. Sin embargo, el Génesis y todas las referencias bíblicas indican una acción progresiva como meta en torno a su creación.
Esto tiene grandes repercusiones en la cuestión del origen de la vida. Tal como hemos dicho muchas veces, los religiosos a menudo solo se centran en el aspecto de la belleza de una supuesta perfección en la creación, lo cual demuestra la existencia de Dios. Por otra parte los naturalistas han encontrado grandes cabos sueltos en torno a extinciones masivas, deformaciones en la vida animal, vegetal, terremotos, etc. Y esto es usado como argumento contra la existencia de un Dios Todopoderoso puesto que la premisa de ellos es que él (si fuera real) no permitiría estos accidentes.
Ambas posiciones son extremas y tuertas. Es cierto que la creación es producto de un gran diseño y no es fruto del azar. Sin embargo, la creación está adaptada al espacio-tiempo, a realidades incompletas que aún se calibran y que provocan los fenómenos accidentales.
Esto de alguna forma es lamentable porque se ha inducido a millones a esperar una vida ideal, un Dios que debe intervenir para evitar accidentes, en anhelar una vida perfecta en poco tiempo, en circunstancias perfectas, etc. Esto provoca decepción y agotamiento ya que no se enseña que aún en las penosas dificultades actuales podemos obtener felicidad, una existencia realizada y llena de paz.
La Biblia está llena de mensajes que recalcan esta realidad. En ninguna parte se habla de un Adán y Eva perfectos. Es más, ellos tenían que trabajar hacia la perfección como meta, transformado la Tierra en un bello parque, lo cual demuestra que la Tierra no era perfecta, era inhóspita y salvaje, y que el Edén era una pequeña creación artificial en medio de un planeta aún imperfecto.
Posteriormente la Biblia dice sin rodeos que el hombre está sujeto al paso del tiempo y al suceso imprevisto (Ecle. 9:11).
Y en las Escrituras Cristianas se indica que incluso Jesús aún no era perfecto:
“Y, no obstante, todos estos, aunque recibieron
testimonio por su fe, no obtuvieron [el cumplimiento de] la promesa, puesto
que Dios previó algo mejor para nosotros, para que ellos no fueran
perfeccionados aparte de nosotros”. – Hebreos 11:39,40
Esto tiene grandes repercusiones en la cuestión del origen de la vida. Tal como hemos dicho muchas veces, los religiosos a menudo solo se centran en el aspecto de la belleza de una supuesta perfección en la creación, lo cual demuestra la existencia de Dios. Por otra parte los naturalistas han encontrado grandes cabos sueltos en torno a extinciones masivas, deformaciones en la vida animal, vegetal, terremotos, etc. Y esto es usado como argumento contra la existencia de un Dios Todopoderoso puesto que la premisa de ellos es que él (si fuera real) no permitiría estos accidentes.
Ambas posiciones son extremas y tuertas. Es cierto que la creación es producto de un gran diseño y no es fruto del azar. Sin embargo, la creación está adaptada al espacio-tiempo, a realidades incompletas que aún se calibran y que provocan los fenómenos accidentales.
Esto de alguna forma es lamentable porque se ha inducido a millones a esperar una vida ideal, un Dios que debe intervenir para evitar accidentes, en anhelar una vida perfecta en poco tiempo, en circunstancias perfectas, etc. Esto provoca decepción y agotamiento ya que no se enseña que aún en las penosas dificultades actuales podemos obtener felicidad, una existencia realizada y llena de paz.
La Biblia está llena de mensajes que recalcan esta realidad. En ninguna parte se habla de un Adán y Eva perfectos. Es más, ellos tenían que trabajar hacia la perfección como meta, transformado la Tierra en un bello parque, lo cual demuestra que la Tierra no era perfecta, era inhóspita y salvaje, y que el Edén era una pequeña creación artificial en medio de un planeta aún imperfecto.
Véase entrada con los siguientes enlaces:
La naturaleza progresiva
http://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2013/10/la-naturaleza-progresiva.html
Posteriormente la Biblia dice sin rodeos que el hombre está sujeto al paso del tiempo y al suceso imprevisto (Ecle. 9:11).
Y en las Escrituras Cristianas se indica que incluso Jesús aún no era perfecto:
“Aunque
era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de
haber sido perfeccionado vino a ser responsable de la salvación eterna” – Hebreos
5:8
Como iremos notando, solo al ser resucitado Cristo adquiere su perfección. Incluso estaba sometido a la degradación (corrupción) antes de morir. La misma obra Perspicacia (tal como lo comentamos en una entrada que hablaba de la Incorrupción) admite:
"Incluso los cuerpos
humanos perfectos son corruptibles, es decir, pueden deteriorarse o ser
destruidos. Por este motivo, el apóstol Pablo pudo decir que Jesús, después de
su resurrección, estuvo “destinado a nunca más volver a la corrupción” (Hch
13:34), o no volver a vivir nunca en un cuerpo humano corruptible" - Perspicacia.
Lo que debe admitir Perspicacia es que la expresión "corrupción" de alguna forma está relacionada con la imperfección corporal, por lo tanto Jesús envejecía y era imperfecto.
Intentar utilizar e insertar la expresión "perfección" en otra dirección es meramente un punto de vista extrabíblico que lleva a razonamientos errados que se repiten miles de veces.
Intentar utilizar e insertar la expresión "perfección" en otra dirección es meramente un punto de vista extrabíblico que lleva a razonamientos errados que se repiten miles de veces.
Véase:
Inmortalidad e Incorrupción
http://estudiosdelasescrituras.blogspot.com/2014/08/inmortalidad-e-incorrupcion.html
Otro problema es confundir pecado con imperfección. Este lío implica creer que un pecador debe ser imperfecto, o que alguien que no tiene pecado es porque es perfecto, pero sabemos que hasta los seres como los ángeles pueden pecar.
Tal como leímos en Hebreos 5:8 Jesús después de completar su carrera terrestre es perfeccionado (alcanza la perfección). También se declara aquí:
"Porque
le fue propio a aquel por cuya causa todas las cosas son y mediante el cual
todas las cosas son, al llevar a la gloria a muchos hijos, perfeccionar
mediante sufrimientos al Agente Principal de su salvación" - Hebreos 2:10.
Y notemos que eso también ocurre con los humanos en su carrera ascendente por los cielos u otras moradas:
“a fin de conocerlo a él y
el poder de su resurrección y una participación en sus sufrimientos,
sometiéndome a una muerte como la de él, [para ver] si de algún modo puedo
alcanzar la resurrección más temprana de entre los muertos. No que lo haya
recibido ya, ni que ya haya sido
perfeccionado, sino que prosigo para ver si también puedo asir aquello para
lo cual yo también he sido asido por Cristo Jesús” – Filipenses 3:10-12.
Y en Hebreos se declara que es en las otras moradas donde alcanzamos la perfección:
“Mas ustedes se han
acercado a un monte Sión y a una ciudad de[l] Dios vivo, a Jerusalén celestial,
y a miríadas de ángeles, en asamblea general, y a la congregación de los
primogénitos que han sido matriculados en los cielos, y a Dios el Juez de todos,
y a las vidas espirituales de justos que han sido perfeccionados” – Hebreos 12:22,23
La cuestión es clara, las únicas referencias a la perfección con claridad se refieren a que en la vida celestial alcanzamos la perfección. Esta no es posible en la materia ya que "carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción" (1 Corintios 15:50).
La perfección es la meta, no es nuestro origen. Todas las referencias y palabras claras con respecto a la perfección así lo demuestran. El resto son puras especulaciones, teorías extrabíblicas con el mismo mal fundamento de los tipos y antitipos y la cronología, asuntos que pueden ser fascinantes, pero que finalmente son fábulas de gran imaginería (tal como el asunto de los potenciales descendientes perfectos de Jesús aclarado en una Atalaya de junio de 2011).
En realidad el cristianismo no se basa en la escapatoria de los males humanos, sino en que en esta vida podemos caminar con éxito y hacerles frente. Pero no lo hacemos como una ilusión evasiva de la mente para anclarnos aquí en la Tierra por la eternidad.
Si se enseñara que realmente en sentido verdadero somos residentes temporales y que estamos de paso en la Tierra, la ansiedad desaparecería en muchos y se esforzarían por producir frutos espirituales en esta vida, y tampoco en postergar los deberes trascendentales de la existencia.
Es cierto que existirá una civilización maravillosa en el futuro, pero nuestro llamado durante esta dispensación es para contribuir a establecer los cimientos para ese mundo.
Notad que la Biblia indica que la esperanza clara para los lectores individuales de la misma es la esperanza celestial. Y notad que cuando se refiere a la vida en la Tierra en mejores condiciones habla de la especie humana en general.
Notad que la Biblia indica que la esperanza clara para los lectores individuales de la misma es la esperanza celestial. Y notad que cuando se refiere a la vida en la Tierra en mejores condiciones habla de la especie humana en general.