sábado, 18 de abril de 2015

Exégesis de Marcos y Mateo - Parte 2


Antonio Piñero
Es importante leer la entrada anterior. 

El profesor Antonio Piñero que es experto en literatura griega del Nuevo Testamento y Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid me ha ayudado a verificar mis conclusiones. 

Piñero es uno de los grandes defensores de la existencia objetiva, histórica y real de Jesús de Nazaret, pero de forma científica separa esto de ciertos aspectos de las narraciones evangelísticas.

Al preguntarle sobre el cambio del lenguaje de la gran tribulación judía y la mezcla con la venida de Cristo en Mateo 24,  el profesor me comentó:

“Las predicciones sobre la ruina del Templo son comunes entre los apocalítpticos judíos de la época  (como indica Flavio Josefo, por ejemplo)”. Además el profesor comenta que coloreadas con el conocimiento de lo que sucedió por la mano del evangelista” se dio forma final al texto de Mateo 24 que mezcla la gran tribulación judía con la Parausía. El profesor dice:

“Por tanto, tenemos aquí, en este pasaje de Mateo (que sigue la tendencia teologizadora de Marcos), como en toda la pasión mateana, una mezcla casi indisoluble de teología cristiana más elementos legendarios que reinterpreta y mezcla datos del Jesús histórico”

 ¿Qué textos de la Apocalíptica Judía que pudo haber servido de base e inspiración para la frase de "viniendo con las nubes del cielo, las tribus de la tierra golpeándose en lamento"?

Primero notemos lo que dice Mateo 24:29,30:

E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.  Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.

Cómo se analizó en la entrada pasada, lo de los fenómenos celestes parece ser una alusión al profeta Joel. 

Ahora el Profesor Piñero me comenta sobre la venida del Hijo del Hombre sobre las nubes:

“Es posible que el texto más directo que pueda estar en la base sea la siguiente visión del Libro IV de Esdras:

Y vi cómo volaba ese mismo Hombre sobre las nubes del cielo y hacia donde se dirigía su mirada, temblaban todas las cosas que estaban bajo su vista,  y hacia donde salía la voz de su boca, se encendían todos los que oían su voz, como se derrite la cera cuando siente el fuego.  Y tras esto vi cómo se congregaba una muchedumbre de hombres innumerable de los cuatro vientos de la tierra; Y tras esto vi cómo todos los que se habían congregado contra él temían grandemente.” – IV Esdras 13: 3-5,8

Compare usted entonces el pasaje de Mateo y el IV de Esdras.

Es notable como el compositor de Mateo 24 inserta estos elementos de la Apocalíptica judía tan frecuentes en los círculos judíos y hábilmente los asocia y mezcla con los dichos de Jesús, como si el Maestro hubiese citado  las ideas que aparecen en el escrito del IV de Esdras.

Y aquí yo me hago esta pregunta: Jesús sabiendo toda esta teología profética judía, ¿la habría asociado tan directamente consigo mismo para reforzar lo que comentaban los apócrifos judíos? ¿Le estaba dando la razón a todas éstas expectativas mesiánicas judaicas? O, ¿Es más bien el anhelo del escritor de Mateo y Marcos que inserta estos elementos? La evidencia apunta ésto último.

Solo recordemos algo mencionado en las entradas pasadas:

El redactor usa lenguaje fuertemente judío como “cosa repugnante” en relación a los romanos, habla de “Daniel el profeta”, se refiere al “Lugar Santo” (Jerusalén y el Templo) y se preocupa por que los cristianos que huirán de Jerusalén "no violen el Sábado” al escapar.

(Sin embargo, supuestamente los cristianos ya no adoraban al Padre “ni en Jerusalén ni en Samaria”, este sistema había sido abolido por el sacrificio de Jesús y tampoco guardaban el sábado). Todo lo anterior, indica entonces que cristianos aún atados al judaísmo maquillaron el Evangelio de Marcos y Mateo.

Una exégesis de Marcos y Mateo muestra indisolublemente una venida en las nubes del Hijo del Hombre para terminar con la gran tribulación judía. Jesús de Nazaret no pudo haberse equivocado de esa forma. Esto refleja más bien, la expectativa de los escritores y no los dichos exactos de Jesús.

Hoy los grupos religiosos se han quebrado la cabeza intentando darle "segundos cumplimientos", "separando versículos" y haciendo "malabarismos bíblicos" para intentar dar a las palabras de la venida de Jesús y la gran tribulación una asociación forzosa con la consiguiente decepción general. Hasta los preteristas han intentando generar hipótesis forzadas que intentan validar una infalibilidad bíblica más que objetivamente admirar con compasión y simpatía el bien intencionado esfuerzo, pero equivocado, por querer que el Maestro volviera en la vida de los apóstoles.

Seguiremos analizando otros elementos de la apocalíptica judía insertados en los Evangelios.

Hasta pronto.