Juan 3:13. Además, ningún
hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del
hombre.
Hechos 2:34,35 De hecho,
David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor:
“Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para
tus pies”
En la página 31 del Libro
"Lo que la Biblia enseña" (que aparece en la columna lateral) se
explica en este párrafo:
"Es correcto que
desde Adán hasta la muerte y resurrección de Jesús no había acontecido ninguna
resurrección celestial. Los fieles estaban durmiendo en la muerte, aunque
esperaban la gloria celestial tal como hemos visto en este tema. Por esa razón
se dice que "David no ascendió a los cielos" tras morir (Hechos 2:34)
y que hasta la venida de Jesús, "Ningún hombre ha ascendido al cielo sino
el que descendió del cielo, el Hijo del hombre". (Jn 3:13). Esto es en
relación a la resurrección celestial".
Notemos que David no
"ascendió a los cielos" al morir. Y hubo que esperar la resurrección
de Jesús para la resurrección celestial. Como se explica en detalle en el
referido capítulo, existió una “resurrección masiva” de los fieles
precristianos después de la Resurrección de Cristo. Este capítulo 5 del libro "Lo que la
Biblia enseña" entrega todas las
pruebas bíblicas que los fieles precristianos esperaban la resurrección
celestial, la cual fue después de que Cristo fue resucitado.
En Hecho Pedro está
hablando de una expresión de David mientras vivía él vivía al componer el Salmo
110:
""De hecho,
David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi
Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo
para tus pies”’.
Nota el contexto que está
hablando del Rey verdadero, el Mesías, no el rey David. Para que el auditorio
entendiese que David no habló de sí mismo sino del Mesías celestial que
realmente gobernaría DESDE el cielo,
se hace énfasis en que "David no ascendió" a los cielos para recibir
ese poder real.
Evidentemente no ascendió al término de su vida, después de escribir el famoso Salmo 110:1 (Compárese Lucas 20:41-44 en dónde el quid del asunto es la existencia sobrehumana del Mesías y no meramente un descendiente de David).
Evidentemente no ascendió al término de su vida, después de escribir el famoso Salmo 110:1 (Compárese Lucas 20:41-44 en dónde el quid del asunto es la existencia sobrehumana del Mesías y no meramente un descendiente de David).