martes, 25 de agosto de 2015

Preguntas de los lectores


¿Cómo es posible afirmar una resurrección celestial pre-cristiana en base a éstos textos?

Juan 3:13. Además, ningún hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre.

Hechos 2:34,35 De hecho, David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”

En la página 31 del Libro "Lo que la Biblia enseña" (que aparece en la columna lateral) se explica en este párrafo:

"Es correcto que desde Adán hasta la muerte y resurrección de Jesús no había acontecido ninguna resurrección celestial. Los fieles estaban durmiendo en la muerte, aunque esperaban la gloria celestial tal como hemos visto en este tema. Por esa razón se dice que "David no ascendió a los cielos" tras morir (Hechos 2:34) y que hasta la venida de Jesús, "Ningún hombre ha ascendido al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre". (Jn 3:13). Esto es en relación a la resurrección celestial".

Notemos que David no "ascendió a los cielos" al morir. Y hubo que esperar la resurrección de Jesús para la resurrección celestial. Como se explica en detalle en el referido capítulo, existió una “resurrección masiva” de los fieles precristianos después de la Resurrección de Cristo.  Este capítulo 5 del libro "Lo que la Biblia enseña"  entrega todas las pruebas bíblicas que los fieles precristianos esperaban la resurrección celestial, la cual fue después de que Cristo fue resucitado.

En Hecho Pedro está hablando de una expresión de David mientras vivía él vivía al componer el Salmo 110:

""De hecho, David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra,  hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”’.

Nota el contexto que está hablando del Rey verdadero, el Mesías, no el rey David. Para que el auditorio entendiese que David no habló de sí mismo sino del Mesías celestial que realmente gobernaría DESDE el cielo, se hace énfasis en que "David no ascendió" a los cielos para recibir ese poder real.

Evidentemente no ascendió al término de su vida, después de escribir el famoso Salmo 110:1 (Compárese Lucas 20:41-44 en dónde el quid del asunto es la existencia sobrehumana del Mesías y no meramente un descendiente de David).