viernes, 18 de diciembre de 2015

En la lucha interior


En las entradas pasadas llamadas “crónicas de los Anditas” aprendimos como la raza violeta se expandió y diluyó en el mundo. No solo el auge y declive de magnas civilizaciones lo demuestra. También nuestra amalgama racial complicada que nos trae muchos conflictos interiores.

(382.1) 34:7.1 La carne, la naturaleza inherente derivada de las razas de origen animal, no da naturalmente los frutos del Espíritu divino. Cuando se mejora la naturaleza mortal con el agregado de la naturaleza de los Hijos Materiales de Dios, así como las razas de Urantia se mejoraron hasta cierto punto por el otorgamiento de Adán, entonces el camino está mejor preparado para que el Espíritu de la Verdad coopere con el Ajustador residente para producir la hermosa cosecha de los frutos de carácter del espíritu.

(382.4) 34:7.4 Los pueblos de Urantia están sufriendo las consecuencias de una doble privación de ayuda en esta tarea de progresivo logro espiritual planetario. La sublevación de Caligastia precipitó una confusión mundial y robó a todas las generaciones subsiguientes de la asistencia moral que una sociedad bien ordenada hubiera provisto. Pero aun más desastrosa fue la falta de Adán que privó a las razas de un tipo superior de naturaleza física que habría sido más armoniosa con las aspiraciones espirituales.

(382.5) 34:7.5 Los mortales de Urantia están forzados a someterse a tan profunda lucha entre el espíritu y la carne debido a que sus ancestros remotos no estuvieron más plenamente imbuídos y adanizados por el otorgamiento edénico. Según el plan divino, las razas mortales de Urantia deberían haber contado con naturalezas físicas más naturalmente sensibles al espíritu.

Por esta razón al hombre le cuesta tanto contactar y dejarse guiar por el amoroso Ajustador. Nos llenamos de miedo, caos mental y angustia que nos inmoviliza en sentido espiritual. Muchas veces nos sentimos bloqueados para orar y recibir la orientación del mismo Dios.

Los animales están diseñados para vivir en el mundo físico. Muchas de sus reacciones neuronales químico-eléctricas son proporcionales al medio ambiente hostil en lo climático, geológico y biológico. El temor permite que las especies animales se protejan y sobrevivan. Sin embargo, mucha carga de miedo animal paralizante nos inunda la sangre. Y como dice el sabio Maestro Yoda de la “Guerra de las Galaxias: “El miedo es el camino al lado oscuro”.

Sobre los Serafines los Documentos dicen:

(1243.2) 113:2.5 La única emoción que os impulsa y que es para ellos algo difícil de comprender es la herencia del temor animal que ocupa tanto lugar en la vida mental del habitante promedio de Urantia. Los ángeles verdaderamente encuentran difícil comprender por qué vosotros permitís tan persistentemente que vuestros poderes intelectuales más elevados, aun vuestra fe religiosa, estén tan dominados por el temor, tan profundamente desmoralizados por el pánico irracional del miedo y de la ansiedad.

El apóstol Pablo en sus cartas alude a este conflicto entre la carne y el espíritu. Y declara que Jesús es la clave liberadora.

Fue Jesús el que nos trae la Buena Nueva que somos literalmente Hijos de Dios, poseemos la esencia y herencia que protege y sostiene al universo. No hay nada que temer. Estamos revestidos de Amor y Poder como HIJOS del mismo Padre. El nos enseñó a transformar nuestra naturaleza animal mediante el ejercicio de hacer la Voluntad de Dios.

(382.6) 34:7.6 A pesar de este doble desastre para la naturaleza del hombre y su medio ambiente, los mortales de hoy en día experimentarían menos de este aparente conflicto entre la carne y el espíritu si quisieran entrar en el reino del espíritu, donde los hijos de Dios por la fe disfrutan relativa redención de la servidumbre esclavizadora de la carne en el servicio iluminado y liberador de la devoción sincera al cumplimiento de la voluntad del Padre en el cielo. Jesús le mostró a la humanidad el camino nuevo de la vida mortal por donde los seres humanos pueden escapar de la mayor parte de las espantosas consecuencias de la rebelión de Caligastia y compensar más eficientemente las privaciones resultantes de la falta de Adán. «El espíritu de vida de Cristo Jesús nos ha liberado de la ley de la vida animal y de las tentaciones del mal y el pecado». «Ésta es la victoria que supera la carne, y aun vuestra fe».

El mensaje de las Buenas Nuevas de la Paternidad de Dios, implica ser liberados de esta esclavitud interior del miedo animal, y obtener la libertad de los Hijos de Dios.

(383.2) 34:7.8 Habiendo comenzado el camino de la vida eterna, habiendo aceptado el deber y recibido tus órdenes de avanzar, no temas los peligros del olvido humano e inestabilidad mortal, no te preocupes por el temor al fracaso, o por la confusión que te deja perplejo, no vaciles ni interrogues tu estado y situación porque en las horas sombrías, en cada encrucijada de la lucha por progresar, el Espíritu de la Verdad siempre hablará, diciendo: «Éste es el camino».