(697.1) 61:3.6 Los descomunales elefantes de éste y
subsiguientes períodos disponían de un cerebro grande además de un cuerpo
grande, y no tardaron en invadir el mundo entero, con la excepción de
Australia. Por primera vez dominó el mundo un animal enorme con un cerebro
suficientemente grande para permitirle sobrevivir. Frente a las especies de
vida de estos tiempos que eran sumamente inteligentes, ningún animal del tamaño
de un elefante podría haber sobrevivido a no ser que tuviera un cerebro de
tamaño mayor y de calidad superior. En
cuanto a inteligencia y adaptación, sólo el caballo se le puede comparar y sólo
el hombre le supera. Aun así, de las cincuenta especies de elefantes que
existían al principio de este período, sólo han sobrevivido dos de ellas.
(697.5) 61:3.10 El cerebro del caballo sigue en calidad
animal, al del elefante, pero en un aspecto, es indudablemente inferior; pues,
el caballo nunca se sobrepuso del todo a la propensión profundamente arraigada
de huir ante lo que le asusta. El
caballo carece del dominio emocional del elefante, mientras que el elefante
tiene la franca desventaja del tamaño y la falta de agilidad.
Mentes atrapadas en cuerpos enormes.
Los Documentos sorprendentemente nos enseñan que dos
animales están por debajo del hombre en inteligencia, y éstos son el elefante y
el caballo.
Con una masa de un poco más de 5 kg, los cerebros de
los elefantes son más grandes que los de cualquier otro animal terrestre, y
aunque las ballenas más grandes tiene masas veinte veces mayores que las de un
elefante típico, los cerebros de las ballenas son apenas dos veces más grandes
en masa que los de los elefantes. Además, los elefantes tienen un total de 257
mil millones de neuronas. El cerebro de los elefantes es similar al de los
humanos en términos de estructura y complejidad; por ejemplo, el córtex del
elefante tiene la misma cantidad de neuronas que un cerebro humano.
Los elefantes exhiben una variedad de comportamientos,
incluidos aquellos asociados con el duelo psicológico, el aprendizaje, el
mimetismo, el cuidado maternal, el juego, el altruismo, el uso de herramientas,
la compasión, la cooperación, la conciencia de sí mismos, la memoria y el
lenguaje. Además, existe evidencia que sugiere que los elefantes son capaces de
entender el gesto de señalar: la habilidad de comunicar en forma no verbal un
objeto extendiendo un dedo, o su equivalente.
Los elefantes asiáticos tienen el mayor volumen de
corteza cerebral disponible para el procesamiento cognitivo de todos los
animales terrestres existentes. El volumen de corteza cerebral disponible para
estos procesos excede el de cualquier especie de primates.
Lo más increíble de todo es que los elefantes parece
que tienen cementerios y conciencia de la muerte. Los elefantes son la única
especie de mamíferos además del Homo sapiens sapiens de los que se conoce que
tengan o hayan tenido rituales reconocibles respecto a la muerte de uno de sus
individuos. Los elefantes muestran un interés importante en los huesos de otros
de su especie (incluso si son de elefantes que murieron mucho antes y no tienen
ninguna conexión con ellos). Frecuentemente se los ve investigando los huesos
con sus trompas y pies al mismo tiempo que permanecen muy quietos. En algunas
ocasiones, elefantes que no tienen ninguna relación con el fallecido visitan
sus tumbas. Cuando un elefante está herido, otros elefantes (incluso si no
tienen relación alguna) lo ayudan.
La inteligencia de los elefantes, hizo que algunas
culturas los adorasen o tengan como símbolos de buena suerte. El filósofo
griego, Aristóteles, una vez dijo que el elefante era "el animal que
superaba a todos los demás en mente e ingenio."