jueves, 2 de junio de 2016

¿Es Shiva y Parvati una representación de los cósmicos Adán y Eva?

En entradas pasadas había analizado la relación de los Hijos Materiales con Krishna y su esposa Radha. Todo parece indicar que estas diversas manifestaciones de los dioses más emblemáticos de la India son un canto a las leyendas que surgieron de Adán y Eva:

http://estudiosdelasescrituras.blogspot.cl/2013/02/el-origen-de-la-aureola.html

Todas estas deidades parecen representar aspectos de los Hijos Materiales. Y parece que Shiva y su esposa Parvati son muy significativos. Es interesante, porque la cultura de la India es quizás la única que describe los colores y detalles interesantes de los Hijos Materiales.

Shiva aparece en muchas pinturas representado con esa piel violeta que era la tonalidad del brillo de Adán y Eva:

(580.6) 51:1.3 Los Hijos Materiales varían en altura de dos metros y medio a tres metros, y su cuerpo brilla con un halo de luz radiante de tonalidad violeta. Aunque la sangre material circula por sus cuerpos materiales, también están sobrecargados de energía divina y saturados de luz celestial.

También Shiva es descrito con cabellos rojizos y a veces casi rubio. Algo extraño para esas latitudes. Y sabemos que Adán y su prole tenían éstas características.

Los humanos que recibieron a Adán y Eva fueron tan impresionados que lamentablemente comenzaron a venerarlos como dioses. Y esto sin duda debe haber sido narrado a las generaciones siguientes:

(832.1) 74:4.1 Decidieron que la Divinidad había descendido a la tierra en forma corporal, que Adán y Eva eran en realidad dioses, o bien, tanto se aproximaban a tal estado que ameritaban una adoración reverente.

(832.2) 74:4.2 Los extraordinarios sucesos de los seis primeros días de Adán y Eva en la tierra resultaron excesivos para las mentes no preparadas incluso de los mejores hombres del mundo.

(834.7) 74:6.5 Despedían los cuerpos de Adán y Eva una luz trémula, pero siempre vestían ropa en conformidad con la costumbre de sus asociados. Si bien usaban muy poca por el día, vestían una capa a partir del atardecer. Data de los días de Adán y Eva el origen de la aureola tradicional que rodea las cabezas de los supuestos hombres sagrados y dignos de alabanzas. Puesto que se opacaban en gran parte las emanaciones de luz de sus cuerpos debido a la ropa, no se distinguía sino el resplandor radiante en torno a su cabeza. Los descendientes de Adansón siempre retrataban de este modo su concepto de los individuos que se tenían por seres extraordinarios en cuanto al desarrollo espiritual.

Además de volar Adán y Eva en las aves transportadoras llamadas Fándores, en una ocasión levitaron para escapar de la horda de los edenitas que querían adorarles:

(832.4) 74:4.4 Casi al amanecer de su séptimo día en la tierra supieron Adán y Eva la alarmante noticia de la propuesta de estos mortales bienintencionados, si bien descarriados; y entonces, mientras que las aves de pasaje aún se preparaban para llevarlos al templo, los seres intermedios, que son capaces de realizar incluso tales cosas, transportaron a Adán y Eva al templo del Padre.

Más de alguno pudo haber presenciado esa escena impactante. Con el tiempo, los descendientes del Edén, deben haber llevado muchas de éstas historias a la India, dando origen a la mitología de dicha zona:

(851.2) 76:4.4 Adán y Eva y la primera generación de sus hijos no se valieron de la carne de animales para alimento. Subsistieron enteramente a base de «los frutos de los árboles». Después de la primera generación, todos los descendientes de Adán comenzaron a tomar de los productos lácteos, pero gran parte de ellos continuaron siguiendo un régimen no carnívoro. Tampoco era carnívora la mayoría de las tribus meridionales con las que se unieron posteriormente. Más adelante, la mayoría de estas tribus vegetarianas emigraron hacia el este y sobreviven actualmente, mezcladas en los pueblos de la India.

Hay antiguos grabados, de éstos maestros rubios anditas, que aparecieron en tiempos remotos en la India. Estos descendientes de los adanitas ayudaron a crear mucho del folclore de la vasta India.