Claramente defender al nacionalismo por encima de la convivencia de las multiculturas es una estupidez. El aislacionismo y nacionalismo es la plaga de todas las guerras que hemos tenido como humanidad. Y lo diré con todas sus letras: la existencia de la ONU y la Unión Europea han representado un enorme avance positivo en la evolución humana. No hay nada de demoníaco en eso, salvo las tonterías estúpidas de algunos grupos que han fomentado el patriotismo y que promueven el aislacionismo so pretexto de mantener la identidad racial y cultural.
Por esta razón es un fracaso para la humanidad lo de la separación de Reino Unido de la UE, y representa un derrumbre de la tesis reptiliana de unos titiriteros en las sombras que deseaban crear un gobierno global para esclavizar a los pueblos. Lo eventos de éstas horas demuestran lo estúpido de éstas teorías.
Los grupos políticos de extrema derecha están tras los teóricos de la conspiración del Nuevo Orden Mundial, grupos evangélicos de derecha que financian a David Icke, Alex Jones y a otros. Luego, éstas teorías son mezcladas con otras ideas más delirantes y tienen un desarrollo propio adicional, y otros tantos, ciegamente repiten esas teorías en hispanoamérica.
La ONU y la Unión Europea son sumamente positivas en la evolución humana. El mundo no es ideal, pero ha mejorado desde la II Guerra Mundial. El retroceso a la existencia global de periodos anteriores a los años cuarenta del siglo XX representa un peligro. Cuando un país se retira de la UE como lo hace Reino Unido es volver a los niveles de patriotismo peligrosos de la Alemania Nazi. Ese es el peligro que representa Trump, quién celebra el Brexit diciendo que es "grandioso que los británicos se hayan salido de la Unión Europea".
(1487.9) 134:5.2 Las guerras en Urantia no han de acabar nunca mientras las naciones se afierren a las nociones ilusorias de ilimitada soberanía nacional.
(1489.1)
134:5.10 Urantia no disfrutará de una paz duradera hasta que las llamadas
naciones soberanas no cedan inteligente y plenamente sus poderes soberanos en
las manos de la fraternidad de los hombres —el gobierno de la humanidad.
(1489.1) 134:5.10 Es
imposible evitar que las naciones entren en guerra mientras éstas estén
infectadas con el virus engañoso de la soberanía nacional. El internacionalismo
es un paso en la dirección adecuada.
(1489.2) 134:5.11 A medida
que disminuye el número de las naciones verdaderamente soberanas (grandes
potencias), aumenta tanto la posibilidad como la necesidad del gobierno de la
humanidad. Cuando existan tan sólo unas pocas (grandes) potencias realmente
soberanas, éstas tendrán que embarcarse en una lucha a muerte por la supremacía
nacional (imperial) o, mediante la renuncia voluntaria a ciertas prerrogativas
de la soberanía, crearán el núcleo esencial de la potencia supernacional que
marcará el comienzo de la verdadera soberanía de toda la humanidad.
(1489.3) 134:5.12 No habrá
paz en Urantia hasta que todas las naciones llamadas soberanas entreguen el
poder de declarar la guerra en las manos de un gobierno representativo de toda
la humanidad. La soberanía política es innata en los pueblos del mundo. Cuando
todos los pueblos de Urantia creen un gobierno mundial, tendrán el derecho y el
poder de hacer que dicho gobierno sea SOBERANO; y cuando esa potencia mundial
representativa o democrática, controle las fuerzas terrestres, aéreas, y
navales del mundo, la paz en la tierra y la buena voluntad entre los hombres
podrán prevalecer, pero no hasta entonces.
(1489.4) 134:5.13 Podemos
utilizar una ilustración importante de los siglos diecinueve y veinte: los
cuarenta y ocho estados de la unión federal norteamericana viven en paz desde
hace mucho tiempo. Ya no hay guerras entre éstos. Han renunciado a su
soberanía, entregándosela a un gobierno federal, y por medio del arbitraje en
caso de guerra, abandonaron toda pretensión ilusoria de autodeterminación.
Aunque cada uno de los estados regula sus asuntos internos, no se ocupa de las
relaciones exteriores, tarifas, inmigración, asuntos militares, ni comercio
interestatal. Tampoco se ocupan los estados individuales de los asuntos de la
ciudadanía. Los cuarenta y ocho estados sufren los azotes de la guerra sólo
cuando se encuentra en peligro la soberanía del gobierno federal.
(1489.5) 134:5.14 Estos
cuarenta y ocho estados, al abandonar el doble sofisma de la soberanía y la
autodeterminación, disfrutan de paz y tranquilidad interestatal. Así comenzarán
a disfrutar de la paz las naciones de Urantia, cuando renuncien libremente a su
soberanía para confiársela a un gobierno mundial —la soberanía de la
fraternidad de los hombres. En este estado mundial las naciones más pequeñas
serán tan poderosas como las más grandes, así como el pequeño estado de Rhode
Island tiene sus dos senadores en el Congreso norteamericano, al igual que el
estado de Nueva York con su gran población, o que el estado de Texas con su
gran territorio.
(1490.1) 134:5.15 La
soberanía (estatal) limitada de estos cuarenta y ocho estados, fue instituida
por los hombres y para los hombres. La soberanía superestatal (nacional) de la
unión federal norteamericana fue creada por los primeros trece estados para su
propio beneficio, y para el beneficio de los hombres. Del mismo modo las
naciones crearán alguna vez la soberanía supernacional del gobierno planetario
de la humanidad, para su propio beneficio y para el beneficio de todos los
hombres.
(1490.2) 134:5.16 Los
ciudadanos no nacen para el beneficio de los gobiernos; los gobiernos son
organizaciones creadas y concebidas para el beneficio de los hombres. La
evolución de la soberanía política no puede sino terminar en la aparición del
gobierno soberano de todos los hombres. Todas las demás soberanías son de valor
relativo, de significado intermedio y de carácter subordinado.
¿Es necesario un solo
gobierno mundial? Claramente que lo es. Y la ONU y la Unión Europea representan
un esfuerzo en una buena dirección. Por ejemplo, ciertos asuntos de derechos
humanos han sido tratados por éstos tribunales continentales. Asuntos de
libertad cultural y libertad religiosa han sido defendidos por la UE y la ONU.
Pero lamentablemente, muchas personas están
infectadas en su mente con las tonterías de Internet que han demonizado a la
ONU y a la U.E. De forma ignorante no entienden que es nefasto cuando se rompen las alianzas de
cooperación social e internacional, de la misma forma como cuando la Alemania Nazi se retiró de
la Liga de Naciones y provocó una guerra mundial.
(1489.1) 134:5.10 En
presencia de un conflicto real, una de estas potencias mundiales se retirará de
la Liga y declarará guerra. Es imposible evitar que las naciones entren en
guerra mientras éstas estén infectadas con el virus engañoso de la soberanía
nacional. El internacionalismo es un paso en la dirección adecuada. Una policía
internacional podrá prevenir muchas guerras menores, pero no hará ningún efecto
en la prevención de las guerras mayores, los conflictos entre los grandes
gobiernos militares de la tierra.
Lo que ocurre en éstos días
es realmente lamentable para el mundo, porque se están colocando las piezas
para un futuro conflicto devastador.