En la entrada que encabezó
la serie de entradas sobre las acciones violentas de Dios, se analizó como éstas
imágenes pictóricas han influido en nuestras ideas erróneas de Dios y la relación
con el prójimo:
Los hechos recientes en
Francia y la sombra del terrorismo religioso nos hacen recordar cuanta gente aún
tiene esa imagen viva del Dios castigador y justiciero. Esto avala como un
residuo las llamadas “guerras santas” y los actos crueles en Nombre de la
justicia de Dios.
La naturaleza violenta de
Dios sigue expresándose. El cristianismo si no hubiese recibido parte de los
frenos de las enseñazas de Jesús, sería una religión violenta y más atrasada. La
mayoría de los llamados milagros del Antiguo Testamento tienen que ver con el
castigo y actos violentos destructivos. Jesús en cambio, intencionadamente realiza milagros, pero todos
estos tienen un carácter positivo y amoroso de índole constructiva y sanadora.
Esto de por sí es un testimonio de la Revelación del Padre Universal revelado
en Jesús de Nazaret.
Semejante cambio es una prueba de la diferencia entre los conceptos de Dios, y cómo Jesús viene a enseñarnos a un Padre Amoroso, y nos predica que todos somos hermanos. Esta enseñanza de Jesús y sus acciones nos indican que los Diluvios, Fuego del cielo, y Plagas no fueron causados por el Dios Verdadero. La Naturaleza imperfecta y violenta no es la representación adecuada de Dios.