Estos días han sonado las
alarmas sobre una orden presidencial en Estados Unidos para protegerse ante una
tormenta solar (producto de una gran erupción solar). Decenas de páginas en
Youtube y foros han comentado esta noticia. Hay quiénes creen que esto encubre
la posibilidad de una guerra entre Rusia y EEUU, en la cual las armas nucleares
arrojadas en la atmósfera provocarían efectos similares a una tormenta solar.
Se basan también en que el Sol aparentemente ha disminuido su actividad, aunque
hace unos días parece haber vuelto a activarse. Aunque todas las situaciones anteriores son posibilidades
reales, es interesante lo que nos muestran los Documentos de Urantia
sobre el Sol:
57:5.2 (655.7)
Hoy por hoy vuestro sol ha logrado una estabilidad relativa; no obstante, los
ciclos de manchas solares que acusa cada once años y medio demuestran que fue
una estrella variable durante su juventud. Durante los tiempos primitivos de
vuestro sol, la contracción continua y consiguiente aumento gradual de
temperatura inició formidables convulsiones en su superficie. Estas
alteraciones bruscas de proporciones titánicas necesitaban tres días y medio para
cumplir un ciclo de brillantez variante. Este estado variable, esta pulsación
periódica volvían a vuestro sol sumamente sensible a ciertas influencias
externas con las cuales, pronto, habría de tropezar.
Se nos comenta que el Sol
tiene una estabilidad relativa. Lo interesante es que al parecer las
influencias externas gravitacionales de otra estrella o gigante gravitacional equivalente
puede alterar sus pulsaciones:
57:5.4 (655.9)
Hace 4.500.000.000 de años el enorme sistema Angona comenzó a aproximarse a
este sol solitario. El centro de este gran sistema era un gigante oscuro del
espacio, sólido, altamente cargado, y poseedor de una tremenda atracción de
gravedad.
Este gigante puede ser la
llamada estrella oscura o Némesis a la cual algunos aluden (de este sistema
solar vecino se desprendieron los tres planetas gigantes que quedaron atrapados
en las orbitas externas del sistema solar).
57:5.5 (656.1)
A medida que Angona se iba acercando más al sol, en los momentos de máxima
expansión durante las pulsaciones solares, se precipitaban al espacio chorros
de material gaseoso, a manera de gigantescas lenguas solares. En un principio
estas llameantes lenguas de gas invariablemente volvían a caer en el sol; sin
embargo, al acercarse Angona cada vez más, la atracción de la gravedad del
descomunal visitante se hizo tan fuerte que estas lenguas de gas se desprendían
en ciertos puntos. Las raices volvían a caer en el sol, en tanto que las
secciones exteriores se separaban para formar cuerpos independientes de
materia, meteoritos solares, los cuales de inmediato comenzaban a girar en
torno al sol en sus propias órbitas elípticas.
Los Documentos señalan que
durante un largo proceso de miles de años, estos pedazos del Sol se
desprendieron formando los planetas del sistema solar, mientras Angona y su “Sol”
oscuro se acercaba. Podemos concluir entonces que:
-
Las erupciones
solares masivas y violentas parecen ser provocados por la influencia
gravitacional foránea de algún astro inmensamente cargado con atracción
gravitacional. Esto vuelve loco al sol. La gravedad externa "tira" el material del sol en la forma de erupciones.
Y surge la pregunta: Si
Angona con su “estrella” negra se acercó alguna vez y luego se alejó, ¿volverá
a acercarse a las inmediaciones del Sistema Solar? Por que lo anterior, pareciera ser claramente la descripción de una órbita
extremadamente elíptica (o binaria como se explica en el diagrama inferior). Si es así, Angona volvería a pasar y enloquecer al
Sol, aunque nosotros solo nos daríamos cuenta por los efectos en el Sol.
Y surge otra pregunta: ¿Habrán
detectado los astrónomos que Angona se está acercando gradualmente al sistema
solar? ¿Han detectado a la llamada “estrella” Némesis? ¿Sabe la NASA que esto “agitará”
al Sol en el futuro cercano?
Es curioso que Angona en
su inmenso ciclo de millones de años fue el causante de que el Sol expulsara a
los planetas desde su núcleo. En otras palabras, existimos gracias a él. Ahora, en un proceso lentamente gradual volverá a
excitar al Sol cada vez más.
Esto no significa que la Humanidad desaparecerá
y la Tierra será barrida en el futuro cercano. Pero si claramente en un largo proceso, el acercamiento gradual
de Angona volverá a activar al Sol. Y esa activación será en la forma de tormentas
solares, las cuales comenzarán a ser cada vez más cotidianas y agresivas. Y estas erupciones solares si nos pueden dar de lleno en cualquier momento.