Los sucesos ocurridos
durante las últimas horas demuestran cuan descaminados están quiénes creen en
las teorías de conspiración. También como los medios de comunicación internacionales,
especialmente los latinoamericanos, hacían un papelón al intentar ver con los
ojos de América el Sur un mundo totalmente aparte que es Norteamérica.
Pero las elecciones se
ganan internamente, no importa la visión externa de los demás países hacía
Trump (con excepción de Rusia). Estados Unidos es un mundo interno, un gran
clan y tribu interna. Esto, y los sucesos del Brexit, cuando Gran Bretaña se
separó de la Unión Europea, coloca al mundo en una posición en dónde la
globalización parece detenida o estancada (para tristeza de los teóricos de la
conspiración que hablaban del Nuevo Orden Mundial y la creación de los Estados
Continentales).
El experimento de
globalización parece fracasar en su gestión y motivos, ya que quiénes lo
gestaban estaban sacando demasiado provecho de él. En vez de un auténtico mundo
globalizado, ahora ocurre un aparente retroceso al aislamiento y nacionalismo (claro
ejemplo es el de Inglaterra).
¿Qué puede ocurrir en el
futuro inmediato? Estados Unidos dejaría de entrometerse en los destinos de
otras naciones y se centraría en sí mismo, en aislarse y revivir el
nacionalismo y feudalismo. Esto podría ser un arma de doble filo. ¿Por qué?
Porque es posible que la Paz y Seguridad internacionales se presenten y las
posibilidades de una guerra con Rusia disminuyan por ahora (Trump tiene buenas relaciones con Putin) mientras EEUU
inicia su recuperación económica interna y fortalecimiento de nacionalismo
crece otra vez (como ocurrió en los años treinta). Si es posible que en el
interior de EEUU ocurra una gran división y disturbios por un tiempo. Ahora
bien, el incremento del nacionalismo y patriotismo es un arma de doble filo.
¿Por qué?
134:5.8 (1488.6) La
dificultad en la evolución de la soberanía política, desde el núcleo familiar
hasta la humanidad en bloque, yace en la inercia-resistencia que se observa en
todos los niveles intermedios. Las familias desafían en ocasiones a su clan, en
tanto que los clanes y las tribus a menudo estaban subversivos en cuanto a la
soberanía del estado territorial. Cada evolución nueva y progresiva de la
soberanía política se encuentra (y se ha encontrado siempre) estorbada y
entorpecida por las «etapas de andamio» de las evoluciones anteriores en la
organización política. Y esto ocurre porque la lealtad humana, una vez en
movimiento, es difícil de cambiar. La misma lealtad que posibilita la evolución
de la tribu, dificulta la evolución de la supertribu —el estado territorial. Y
la misma lealtad (el patriotismo) que hace posible la evolución del estado
territorial, complica enormemente el desarrollo evolutivo del gobierno de toda
la humanidad.
134:5.7 (1488.5) A medida
que la soberanía pasa de grupos más pequeños a grupos más grandes, las guerras
disminuyen. Es decir que disminuyen las guerras menores entre naciones más
pequeñas, mientras que aumenta el potencial de guerras más grandes en la medida
en que las naciones que ejercen la soberanía se hacen más y más extensas.
Finalmente, cuando todo el mundo haya sido explorado y ocupado, cuando los
países sean pocos, fuertes y poderosos, cuando estas naciones grandes y
supuestamente soberanas lleguen a tocarse en las fronteras, cuando sólo los
océanos las separen, se habrá preparado el escenario para grandes guerras,
conflictos mundiales. Las así llamadas naciones soberanas, no pueden rozarse
sin generar conflictos y provocar guerras.
134:5.2 (1487.9) Las
guerras en Urantia no han de acabar nunca mientras las naciones se afierren a
las nociones ilusorias de ilimitada soberanía nacional.
Así que a corto plazo
veremos el intento de feudalizar, recuperar y mejorar a EEUU internamente,
aumentando la identidad nacional, patriotismo y nacionalismo. No obstante,
cuando las naciones evolucionan internamente así, se puede generar el escenario
para futuras confrontaciones globales.