Aunque
muchas aparentes y molestas apariciones “inútiles” de seres en el proceso son
esenciales para el esquema planetario global de todos los seres, algunos han
traído grandes males a la Humanidad. Esto lo veremos más adelante en el caso de
las bacterias y virus. El único problema es que una camada puntual de estos
virus y bacterias proliferaron en demasía.
Las bacterias y virus son “parientes” lejanos de los
vegetales.
Hay
mucha literatura científica que ha definido a las bacterias y virus. En
ocasiones se les presenta como antagonistas y bien diferentes. Notemos algo que
en el futuro será reconsiderado por la ciencia:
65:2.3
(732.1) La bacteria, un organismo vegetal sencillo de índole muy primitiva, ha
cambiado muy poco desde los primeros albores de la vida; incluso exhibe cierto
grado de retroceso en su comportamiento parasitario. Gran parte de los hongos
representa además un movimiento retrógrado en la evolución, siendo plantas que
han perdido su capacidad de hacer la clorofila y, en cierto modo, se han
convertido en parásitos. La mayoría de las bacterias que produce enfermedades y sus cuerpos
auxiliares de virus pertenecen a este grupo de hongos parasitarios desertores. Durante las edades intermedias,
todo el vasto reino de la flora ha evolucionado a partir de antepasados, de los
cuales también ha descendido la bacteria.
Se
declara que las bacterias y virus (que son sus auxiliares) son una especie de
hongos parasitarios. Claramente los catálogos humanos científicos las separan
entre sí, y menos las asocian con los hongos. Por ejemplo, los científicos los
catalogan diferentes en base a su estructura, formas y movilidad. Sin embargo, no lo hacen en base a su comportamiento. (Ver entrada anterior).
No
obstante, será interesante para los investigadores del futuro comenzar a “atar
cabos” de esta relación y comportamiento similar al hongo. Las bacterias y
virus serían “hongos” a nivel microscópico. Pero el sentido común nos dice que
esto es verdad. Por ejemplo, los resfríos y enfermedades proliferan en ambientes
oscuros, con humedad y poca ventilación. Lo cual es un comportamiento similar a
los hongos (que fueron plantas desertoras) que perdieron la capacidad de hacer
la clorofila.
Tanto
los hongos como bacterias forman colonias. Los hongos tienen alimentación heterótrofa,
puesto que no pueden realizar la fotosíntesis porque no tienen clorofila.
Tienen digestión externa, pues vierten al exterior enzimas digestivas,
sustancias proteicas que actúan sobre los alimentos dividiéndolos en moléculas
sencillas, que atacan a los alimentos. Los hongos absorben los alimentos
después de digerirlos. Notamos que el comportamiento es similar al de bacterias
y virus cuando atacan las células.
Por
otro lado, esa supuesta “guerra” entre las bacterias y virus no sería tal, sino
que los virus serían “auxiliares” de las bacterias.
65:5.2
(736.5) Pero a través de esta aventura biológica nuestra mayor decepción surgió
de la reversión de cierta flora primitiva hasta niveles de bacteria parasitaria
anteriores a la clorofila en escala tan grande y de manera tan inesperada. Esta eventualidad
en la evolución de la flora ocasionó muchas enfermedades aflictivas en los
mamíferos superiores, sobre todo en la especie humana más vulnerable. Al enfrentarnos con esta
situación que nos causaba perplejidad, dimos por descontadas, en cierto modo,
las dificultades implícitas, pues sabíamos que el mestizaje
subsiguiente del plasma vital adánico reforzaría la capacidad de resistencia de
la raza mestiza resultante, de tal forma que vendría a inmunizarla de todas
las enfermedades producidas por el tipo de organismo vegetal. Pero nuestras esperanzas
estaban destinadas a la decepción, debido a la calamidad de la contumacia
adánica.
Se
nos habla de cierta flora primitiva que retrocedió en su progreso y se transformó
en los virus y bacterias que nos asolan. Es cierto que las bacterias han sido
esenciales como eslabones grupales de muchas formas de vida, pero el problema
que experimentaron los Portadores de la Vida es que ésta explosión bacteriana y
viral fue en demasiada cantidad. La esperanza radicaba en el ADN adánico que
tenía que ser insertado en mayor cantidad. Estaríamos inmunizados de todas las
enfermedades producidas por estos hongos desertores de nivel microbiano.
76:4.7
(851.5) Las células del cuerpo de los Hijos Materiales y de su progenie son
mucho más resistentes a las enfermedades que las de los seres evolutivos
indígenas del planeta. Las células del cuerpo de las razas nativas son afines a los organismos
microscópicos y ultramicroscópicos vivientes del reino que producen
enfermedades.
Estos hechos explican por qué los pueblos de Urantia tienen que hacer un gran
esfuerzo en el campo científico para resistir a tantos trastornos físicos.
Seríais mucho más resistentes a las enfermedades, si vuestras razas llevaran
más de la sangre adánica.
Interesantemente
dice que nuestras “células son afines” a los microorganismos que producen
enfermedades.
La genética adanita era menos afín y por lo tanto inmune a las enfermedades. Una solución s ería
aumentar la genética adanita multiplicando nuestros genes ocultos. Y otra forma
es precisamente atacar a los virus y bacterias a como atacamos los hongos. Una
forma sería enfocarnos en esa pista indirecta que nos dan los Reveladores.
Hay
muchas soluciones para los hongos que pueden ser toxicas. Una interesante es la
composición del Ajo. Muchas propiedades del ajo son esenciales para prevenir
las enfermedades y causar inmunidad ante virus y bacterias. Y sorprendentemente
también son eficaces en matar a los hongos. Esto comprueba la relación de
función entre estos microorganismos. La Alicina del Ajo es la clave. A
diferencia de la creencia popular, la alicina no se encuentra naturalmente en
el ajo, sino que se libera cuando se fractura, corta o machaca el bulbo.
Compuestos de Alicina posiblemente pueden provocar grados de inmunización en la
sangre ante estos comportamientos de virus y bacterias.
La
clave estaría en ese camino. De la misma forma como los hongos pueden ser
erradicados, se debería experimentar con estos mismos compuestos en los Virus y
Bacterias.