Los Documentos tienen una
opinión bien equilibrada y ponderada sobre lo que es Religión Organizada.
Reconocen el aspecto positivo y moralizante de dichas instituciones en la
transición de etapas y épocas en la Humanidad. Aún al día de hoy, la religión
organizada proporciona disciplina y respeto moral a individuos de tendencias
ingobernables, y también ha sido un preservador de la familia en épocas
confusas:
99:6.2 (1092.2) Existe un
propósito auténtico en la socialización de la religión. El propósito de las
actividades religiosas de grupo consiste en dramatizar las lealtades de la
religión; magnificar el atractivo de la verdad, la belleza y la bondad;
fomentar la atracción de los valores supremos; enaltecer el servicio de
comunidad altruista; glorificar el potencial de la vida de familia; promover la
educación religiosa; proveer asesoría sabia y guía espiritual; y alentar a la
adoración comunitaria. Y todas las religiones vivas estimulan la amistad
humana, conservan la moralidad, promueven el bienestar del vecindario y
facilitan la difusión del evangelio esencial de sus respectivos mensajes de
salvación eterna.
Sin embargo, a la vez los
Documentos también reconocen abiertamente algunos problemas y desafíos que trae
el mismo concepto de “religión organizada”. De los muchos que analiza, me
gustaría centrarme en uno, que quizás en esta época convulsa, se está volviendo
crítico.
Actualmente casi todas las
religiones están viviendo problemas relacionados con el abuso de menores. A
parte de las razones personales que llevan a individuos perversos a éstos crímenes,
muchas veces la misma estructura eclesial y organizativa propicia que se aniden
en ella estos abusadores. ¿La razón? La religión organizada funciona como una
Mini Sociedad dentro de otra Sociedad. Y ese es el problema radical. Jesús
nunca fundó una Organización que funcionara dentro de una civilización como
otra sociedad humana, con sus propias reglas, directrices y leyes de
auto-gobierno.
Veamos: un grupo humano amplio en
la Sociedad humana que funciona en un país tendrá individuos buenos y malos.
Habrá mucha gente que hace el bien, pero también existirán violadores y
criminales. Y esa sociedad humana tiene las reglas, competencias e instancias
que sancionan éstas acciones. Así podemos vivir en "comunidad". Ahora bien, las sociedades religiosas funcionan
como “micro sociedades” en donde también se cobijarán sin duda personajes de
maldad en réplica de escala menor, de una sociedad humana más grande. Y dichas
Entidades Religiosas también tienen sus propias “leyes”, “directrices” y códigos
que finalmente entorpecen el actuar de la Sociedad Civil más grande de la que afín de cuentas, forman parte. La razón es que la Religión Organizada no debería existir como un "país" dentro de otro país, con sus leyes paralelas y códigos internos, que en la
práctica entorpecen las cosas. Esto está trayendo graves problemas a las
religiones organizadas y aún no hay un auto examen sincero.
99:2.3 (1087.6) Los
religionistas deben funcionar en la sociedad, en la industria y en la política
como individuos, no como grupos, partidos ni instituciones. Un grupo religioso
que tiene la presunción de funcionar como tal, aparte de las actividades
religiosas, se torna inmediatamente un partido político, una organización
económica o una institución social. El colectivismo religioso debe limitar sus
esfuerzos al progreso de la causa religiosa.
Este es precisamente uno
de los mayores problemas de la religión organizada. El intento de funcionar
como un sistema social aparte o inserto en un sistema social ya establecido.
Por ejemplo, el excesivo protocolo de procedimientos, la adquisición y construcción
de bienes materiales y una excesiva mecanización y regulación de actividades,
solo provoca, aunque se niegue, una expresión de colectivismo social, una
especie de “país” dentro de otro país. Esto está provocando agotamiento,
porque el deber espiritual de la religión se ha desviado al deber colectivo,
social y material de la misma. Se han impuesto "cargas" que Jesús no ha pedido ni exigido.
Jesús fundó la Religión de
la Experiencia Viviente en Dios. El no pretendía que sus discípulos fundasen
una comunidad aparte de la sociedad humana de sus días. El deseaba que aquellos
nacidos del Espíritu, beneficiasen como Sal de la Tierra y Luz del mundo a la
misma Sociedad Humana que ya existía, y lo harían espiritualizando cada área de
la Humanidad, sin crear una “mini sociedad”. Así, el seguidor de Jesús, se
envuelve en la aventura transformadora del mundo.
El gran desafío de las personas religiosas que sobreviven en las mismas iglesias, está en "no perder el rumbo" al descuidar su espiritualidad interior, mientras navegan por este difícil mar de la transición humana. Tal como declaran los Documentos, la religión organizada es solo un "capullo" de transición temporal en ésta época humana. Finalmente el verdadero concepto de Jesús sobre el Reino emergerá victorioso como una mariposa.