martes, 5 de junio de 2018

Fraternidad interplanetaria

El desarrollo de ésta entrada quizás sea una de las más complejas de redactar. Surge de una inquietud sobre nuestra posible socialización con seres de otros planetas que también resucitarán y con los cuales nos encontraremos en los mundos de estancia. ¿Será una experiencia chocante? ¿Se parecerá a un ambiente tipo Star Wars? Todas éstas cuestiones intentarán ser analizadas en ésta entrada que se irá desarrollando gradualmente.

Antes de entrar a responder directamente esta cuestión es bueno dejar en claro como son realmente los seres físicos extraterrestres. Según los Documentos de Urantia los seres inteligentes y con potencial de vida eterna son casi todos de aspecto humanoide, algunos más altos y otros más bajos, con las siete características raciales en todos los mundos. Esto nos aleja de la visión más monstruosa de Hollywood la cual es irreal. Lejos estaría encontrarse con un ser inteligente tipo insecto gigante (de la película "los Hombres de Negro") o con Jabba el Hut de Star Wars.

La Forma Humana
Primero debemos comprender un aspecto fundamental en el universo. Parece que todas las criaturas volitivas inteligentes con potencial espiritual adquieren la forma humana, la cual es universal. La forma humana no es patrimonio nuestro. Como veremos más adelante, nosotros somos una adaptación planetaria hacia la forma humana, nuestros rasgos crean una variante más en los mundos. La forma humana considera una cabeza, un tronco y sus respectivas extremidades, y aún parece ser una meta superlativa divina. 


Aspecto de Ficción 
49:4.1 (564.3) Existen grandes diferencias entre los mortales de los distintos mundos, aun entre aquellos que pertenecen a los mismos tipos intelectuales y físicos, pero todos los mortales de dignidad volitiva son animales erectos, bípedos.

Las "grandes diferencias" son con respecto a los rasgos y ciertas estructuras externas e internas que nos diferencian entre las razas interplanetarias. Por ejemplo, existen órganos y funciones que permiten a algunas razas respirar gases pesados, vivir en atmósferas finas, no respirar, vivir en los océanos y eventualmente volar, etc. Se nos dice que:

49:2.18 (562.2) El siete por ciento pertenece al tipo acuático; el diez por ciento, al tipo aéreo; el setenta por ciento, al tipo terrestre, y trece por ciento son tipos terrestres y aéreos combinados. Pero estas modificaciones de las criaturas inteligentes primitivas no son ni peces humanos ni pájaros humanos. Son de los tipos humanos y prehumanos, ni superpeces ni pájaros glorificados sino claramente mortales.

No podemos imaginar a estos seres con cuerpos humanos y cabezas de pájaros (como el dios Horus ), etc. Más bien, como mencioné antes, la forma humana es la universal, y somos nosotros los que tenemos variaciones de la misma. Somos más bien animales adaptados a esa Humanidad universal.

49:2.17 (562.1) Es a la vez sorprendente y divertido observar la civilización primaria de una raza primitiva de seres humanos que se va formando, en un caso, en el aire y en las copas de los árboles y, en otro, en las aguas poco profundas de lagunas tropicales protegidas, así como también en los fondos, los costados y las orillas de estos jardines marinos de las razas de los albores de dichas esferas extraordinarias. Aun en Urantia existió una larga edad durante la cual el hombre primitivo se preservó a sí mismo y avanzó su civilización primitiva viviendo en su mayor parte en las copas de los árboles así como lo hicieron los antepasados arbóreos más tempranos.

Aspecto más Real y Posible de Humanos
marinos en otros mundos.
Para los seres de otros mundos, nosotros somos humanos con residuos de rasgos lemures adaptados a esa Humanidad. Sin duda, les debe llamar la atención nuestras orejas, y otros rasgos ancestrales lemures humanizados. Y para nosotros, algunos de los humanos de otros mundos son hombres con residuos de rasgos de seres marinos y voladores. 

Con respecto a la altura, se nos dice:

49:2.20 (562.4) Los varios tipos planetarios de mortales varían en altura, siendo el promedio en Nebadon alrededor de dos metros. Algunos de los mundos más grandes están poblados de seres que tienen una altura tan sólo de aproximadamente setenta y cinco centímetros. La estatura mortal varía a partir de este punto, a través de alturas promedio en los planetas de tamaño promedio hasta alrededor de dos metros y medio en las esferas habitadas más pequeñas.

Ahora bien, la mente y las metas espirituales son significativamente similares entre los habitantes de los mundos. Pese a los diversos aspectos culturales, nuestra alma y ser interior es muy semejante y hay gran parentesco en este asunto:


49:4.8 (564.10) La mente es la dote del Espíritu Infinito y funciona de la misma manera en los distintos medios ambientes. La mente de los mortales es similar a pesar de las diferencias estructurales y químicas que caracterizan las naturalezas físicas de las criaturas volitivas de los sistemas locales. Sean cuales fueran las diferencias personales o físicas planetarias, la vida mental de todas estas distintas órdenes de mortales es muy similar, y sus carreras inmediatas después de la muerte son muy parecidas.

Podríamos usar el ejemplo de nuestras razas terrestres y culturas humanas. Aquí en la Tierra hay diversas culturas e ideologías religiosas, junto a sus respectivas mezclas raciales, pero el Alma del Hombre sigue siendo la misma. Pues, el Hijo Creador colocó a las diversas razas humanas de la Tierra como una capacitación para aprender a fraternizar. Esto tiene su razón de ser para proyectarnos a la vida eterna y ensayar la fraternidad con Hijos de Dios de otros mundos. En la medida en aquí en la Tierra aprendemos a amar, respetar y aprendemos de las diversas culturas, adquirimos una visión elasticada para nuestra Alma, y que es el primer entrenamiento para ser progresivamente capacitados en la cultura cósmica y de fraternidad interplanetaria. Si somos abiertos en la experiencia humana con nuestros hermanos terrestres de diversas razas y culturas, no nos será complicado seguir ese aprendizaje con las razas estelares.

49:4.8 (564.10) Sean cuales fueran las diferencias personales o físicas planetarias, la vida mental de todas estas distintas órdenes de mortales es muy similar, y sus carreras inmediatas después de la muerte son muy parecidas.

Y lo anterior ya nos introduce a la fraternidad cósmica en la vida morontial:


En la vida moroncial
Todo indica que en las etapas iniciales de la Vida Morontial no socializamos masivamente o grupalmente con seres nativos de otros mundos (posiblemente podrían darse algunos casos en que individualmente sí sea posible el contacto tal como explicaremos). 

Los Documentos enseñan que las razas están en estructuras o alas separadas (imagen lateral) al momento de resucitar en el Templo de la Resurrección. Luego se crean grupos de clases que sin duda deben ser conducidos por separado a sus respectivas escuelas. Esto tiene sentido porque las primeras etapas son de índole compensatoria para corregir las deficiencias en la carne. Así que sería lógico que personas con algunos prejuicios raciales en su vida en la carne no puedan fraternizar aún con otras criaturas, antes de corregir y purgar esos puntos de vista. Lo más sensato es que estén agrupados inicialmente con sus pares humanos y no vean aún a otros seres.

También el tamaño de los primeros mundos moronciales indica que ésto es posible. Dichas esferas son del tamaño de Urantia. Y tal como en nuestro mundo hay países y continentes en dónde evolutivamente se han organizado agrupaciones raciales y tribales llamadas naciones, en los mundos moronciales deben exitir zonas organizadas para agrupar (en cursos de clases) inicialmente a las distantas razas extraplanetarias, sin tener obviamente, los componentes políticos y nacionalistas de nuestro mundo.

Ahora bien, se informa que desde el Tercer Mundo de Estancia la Instrucción ya no se concentra en arreglar los defectos, sino que ahora es más positiva, y la siguiente cita indica que posiblemente ahi comenzamos el inicio de la fraternidad más cósmica:

47:5.3 (536.1) En este tercer mundo de estancia los sobrevivientes verdaderamente comienzan su cultura morontial progresiva. Ésta es la introducción real a la comprensión inteligente de los significados cósmicos y las interrelaciones en el universo

Esto tendría sentido porque Pablo en su experiencia en este Tercer Cielo (en realidad fué su Ajustador el que viajó allí) describe a seres con otros idiomas hablando:

“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo.  Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar” – 2 Corintios 12:2-4

¿Habrá tenido como objeto esa experiencia (que la tuvo antes de emprender su apostolado a los gentiles) en Pablo lograr que tuviese una apertura mental para comprender el carácter universal de la filiación y fraternidad? Si Pablo pudo "contemplar" a seres humanos de otros mundos y otras lenguas ciertamente le indicó que el cristianismo tenía que tener ese carácter universal. Y Pablo demostró ser uno de los principales maestros cristianos que universalizó a los gentiles la doctrina Cristiana.

En armonía con este apunte, es interesante que los estudiantes moronciales que en persona habitan dichos mundos pueden comenzar a utilizar intérpretes de idiomas universales:

48:3.12 (546.5) 5. Intérpretes y Traductores. Durante la primera parte de la carrera en los mundos de estancia podrás recurrir frecuentemente a los intérpretes y traductores. Conocen y hablan todas las lenguas de un universo local; son los lingistas de los reinos.

Esta primera parte sin duda debe corresponder a los primeros mundos de estancia. Es lógico pensar que grupalmente ya desde el tercer cielo podamos recurrir más frecuentemente a éstos intérpretes (lo cual ya marcaría el inicio del contacto grupal con seres de otros mundos), pero incluso podría darse el caso de una persona que muy adelantada en su clase a nivel individual pueda fraternizar con otros seres y tenga que recurrir a los intérpretes celestiales en los primeros dos mundos.

48:6.22 (553.3) 2. Intérpretes de las Razas. No todas las razas de seres mortales son semejantes. Es verdad que existe un modelo planetario que se manifiesta en las naturalezas y tendencias físicas, mentales y espirituales de las distintas razas de un mundo dado; pero también hay tipos raciales definidos, y tendencias sociales muy claras que caracterizan a las progenies de estos diferentes tipos básicos de seres humanos. En los mundos del tiempo, los intérpretes raciales seráficos suplementan los esfuerzos de los comisionados de la raza en la armonización de los variados puntos de vista de las razas, y continúan actuando en los mundos de estancia, en los que estas mismas diferencias tienden a persistir hasta cierto punto. En un planeta confuso, tal como Urantia, estos seres brillantes prácticamente no han tenido oportunidad justa de actuar, pero son los sociólogos hábiles y los consejeros étnicos sabios del primer cielo.

La cita anterior podría referirse al contacto con las razas de otros mundos, pero parece más bien una referencia a las razas humanas de un mismo planeta que comienzan a trabajar en unidad, desde el mismo primer cielo o mundo de estancia. Sin embargo, como hemos señalado antes, parece que la ampliación más cósmica a otras civilizaciones empieza en el tercer mundo y gradualmente va incrementándose. 

Pero el contacto más pleno, constante y colaborativo sin duda comienza a producirse en Jerusem. De hecho, en la carrera ascendente estudiaremos la cultura y la Historia de los 619 mundos del sistema:

48:6.31 (554.5) Los registradores de todas las órdenes seráficas dedican cierta cantidad de tiempo a la educación y capacitación de los progresores morontiales. Estos custodios angélicos de los hechos del tiempo son los instructores ideales de todos los que buscan averiguar hechos. Antes de abandonar a Jerusem, te familiarizarás completamente con la historia de Satania y de sus 619 mundos habitados, y los registradores seráficos impartirán mucho de esta historia.



Ya en Jerusem hay una serie de actividades en dónde los nativos de los distintos planetas comienzan a colaborar:

46:5.27 (526.2) 5. Los círculos de los mortales ascendentes. Un grupo de 619 monumentos planetarios que representan los mundos habitados del sistema, ocupa el área central de los círculos de los mortales ascendentes y estas estructuras sufren periódicamente amplios cambios. Es privilegio de los mortales de cada mundo acordar, de vez en cuando, ciertas modificaciones o agregados a sus monumentos planetarios. Muchos cambios se están haciendo aún en estos momentos en las estructuras de Urantia. El centro de estos 619 templos está ocupado por un modelo de trabajo de Edentia y sus muchos mundos de cultura ascendente. Este modelo tiene un diámetro de unos sesenta y cinco kilómetros y es una reproducción real del sistema de Edentia, idéntico al original en cada detalle.

46:5.28 (526.3) Los seres ascendentes disfrutan al servir en Jerusem y tienen el gusto de observar las técnicas de otros grupos. Todo lo que se hace en los distintos círculos está abierto a la observación plena de todo Jerusem.

46:5.29 (526.4) Las actividades de tales mundos son de tres variedades distintas: trabajo, progreso, y recreación. Dicho de otra manera, son: servicio, estudio y descanso. Las actividades compuestas consisten en relaciones sociales, entretenimiento de grupo, y adoración divina. Hay gran valor educacional en la combinación de los distintos grupos de personalidades, órdenes muy distintas unas de las otras.

Aquí vemos que ya se ha obtenido un gran compañerismo entre los seres nativos de diferentes mundos. Esto queda reforzado porque el equipo de los 100 de Caligastia siendo Graduados de Jerusem, provenían originalmente de 100 mundos diferentes.

Y hay una cuestión de afinidad que se esconde más allá de las formas externas:

49:5.29 (567.9) 5. Series de parentesco de criaturas. Los planetas no sólo están organizados en forma vertical en sistemas, constelaciones y así sucesivamente, sino que la administración universal también provee agrupaciones horizontales de acuerdo con el tipo, serie y otras relaciones.

49:5.30 (568.1) Estos factores de parentesco se manifiestan en todos los niveles, porque las series de parentesco existen entre las personalidades no humanas así como también entre las criaturas mortales —aun entre órdenes humanas y superhumanas. Los seres inteligentes están relacionados verticalmente en doce grandes grupos de siete divisiones principales cada uno. La coordinación de estos grupos singularmente relacionados de seres vivientes se efectúa probablemente mediante una técnica no plenamente comprendida del Ser Supremo.

Tal como vimos antes, las diferentes formas humanas en los diversos mundos son adaptaciones o variaciones de lo que es la Humanidad. Y esos rasgos nativos tienen que ver con el origen del planeta y hábitat en cuestión.  Y aquí llegamos a un punto interesante. Aunque las primeras formas moronciales mantengan los rasgos propios de sus mundos, con el tiempo va emergiendo la verdadera forma moroncial y espiritual de la criatura, la forma del Alma, y los rasgos externos nativos irán desapareciendo, asomando la forma universal y de parentesco del Alma, el Hombre Interno, que es universalmente similar.