sábado, 27 de octubre de 2018

La cuarta dimensión y el ámbito celestial

A raíz de la entrada pasada que analizaba la "posibilidad" de que la "sede celestial" para Urantia se encuentre en el Yosemite Park he continuado tocando este tema. Como se comentó ahí, aunque estuviésemos presente ante una gran asamblea angelical, en general no percibiríamos nada extraordinario.

Pues bien, hay una cita interesante en los Documentos:

44:0.15 (498.6) Todas estas actividades de los mundos morontiales y espirituales son reales. Para los seres espirituales el mundo espiritual es una realidad. Para nosotros el mundo material es lo más irreal. Las formas de espíritus más elevadas pasan libremente a través de la materia común. Los espíritus elevados no reaccionan a nada material, excepto a algunas de las energías básicas. Para los seres materiales el mundo espiritual es más o menos irreal; para los seres espirituales el mundo material es casi totalmente irreal, siendo tan sólo una sombra de la substancia de las realidades espirituales.

44:0.16 (498.7) Yo no puedo, con visión exclusivamente espiritual, percibir el edificio en el cual esta narrativa está siendo traducida y registrada. Un Consejero Divino desde Uversa, que al azar se encuentra a mi lado, percibe aún menos de estas creaciones puramente materiales. Discernimos de qué manera se os presentan estas estructuras materiales visualizando una contraparte espiritual presentada a nuestra mente por uno de los transformadores de la energía aquí presentes. Este edificio material no es exactamente real para mí, un ser espiritual, pero es muy real y muy útil para los mortales materiales.

Es interesante que el Edificio al que el Revelador hace alusión es el lugar de Chicago (a decenas de Kilómetros del Yosemite Park) en donde se recibieron los Documentos de Urantia. Para los elevados seres espirituales, la materia prácticamente es irreal, algo "nebuloso" que requiere ser visto gracias a la ayuda de otros seres que pueden hacer de enlace (los seres intermedios se encuentran entre ellos). Es curioso, porque para nosotros, lo que llamamos "mundo espiritual" parece etérico, fantasmal y casi irreal. Pero a los ojos del universo, nosotros somos una "sombra" de la verdadera realidad.

Así que para los elevados seres espirituales, el lugar físico de la Tierra en dónde se encuentren, puede carecer de importancia y lo atravesarían sin dificultad, de la misma forma como nosotros nos movemos por el aire o una bruma. Perfectamente podrían existir entorno a nosotros incluso "estructuras" espirituales muy reales y tangibles para ellos, pero inexistentes para nosotros (de la misma forma como para las plantas limitadas en percepción puede parecer inexistente una casa al lado de ellas). Esto me trae el recuerdo de la Cuarta Dimensión y el Hipercubo:


Es prácticamente difícil e imposible para la mente humana imaginar como es la "cuarta dimensión", aunque sospechamos que estaría sobre puesta (o superpuesta) a nosotros:


Los "filamentos" de materia oscura que atraviesan la Tierra posiblemente estén envueltos en configurar dichas realidades espirituales.

106:0.10 (1163.4) Estos niveles de realidad son simbolizaciones convenientes de compromiso de la presente era universal y para la perspectiva mortal. Existen muchas otras maneras de observar la realidad desde una perspectiva distinta de la perspectiva mortal y desde el punto de vista de otras eras universales. Por lo tanto es necesario reconocer que los conceptos aquí presentados son enteramente relativos, relativos en el sentido de que están condicionados y limitados por:

106:0.11 (1163.5) 1. Las limitaciones de la lengua mortal.

106:0.12 (1163.6) 2. Las limitaciones de la mente mortal.

106:0.13 (1163.7) 3. El desarrollo limitado de los siete superuniversos.

106:0.14 (1163.8) 4. Vuestra ignorancia de los seis propósitos primarios de desarrollo del superuniverso que no se refieren a la ascensión mortal al Paraíso.

106:0.15 (1163.9) 5. Vuestra incapacidad de captar un punto de vista aun parcial de la eternidad.

106:0.16 (1163.10) 6. La imposibilidad de describir la evolución cósmica y el destino en relación con todas las eras del universo, no tan sólo respecto de la era presente de desarrollo evolucionario de los siete superuniversos.

106:0.17 (1163.11) 7. La incapacidad de toda criatura de captar lo que realmente se quiere significar por preexistenciales o postexperienciales —lo que yace antes de los comienzos y después de los destinos.