viernes, 27 de septiembre de 2019

El escape por el Mar Rojo


Pregunta: Realmente se abrieron las aguas cuando los judíos escapaban de los egipcios? – Alonso

Una de las imágenes "sobrenaturales" de la Biblia más representada en el cine ha sido la "abertura" de las aguas en el Mar Rojo, en el éxodo del pueblo de Israel. Es interesante ésta declaración de los Documentos:

(1056.2) 96:3.5 Pero Moisés no se desalentó; esperó su momento, y en menos de un año, cuando las fuerzas militares egipcias estaban totalmente ocupadas resistiendo los ataques simultáneos de un fuerte empuje libio del sur y una invasión naval griega desde el norte, este intrépido organizador condujo a sus compatriotas fuera de Egipto en una espectacular huida nocturna. Esta carrera hacia la libertad fue planeada cuidadosamente y hábilmente ejecutada. Y tuvieron éxito, a pesar de la intensa persecución del faraón y de un pequeño cuerpo de egipcios, que cayeron todos ante las defensas de los fugitivos, abandonando mucho botín; estas huestes de esclavos acumularon aún más botín en su avance hacia su ancestral hogar en el desierto.

Los Documentos señalan que los hebreos huyeron en una "espectacular huida nocturna" y se señala que los egipcios "cayeron todos ante las defensas de los fugitivos", pero eso no niega la posibilidad de la muerte de ellos en el llamado Mar Rojo.

“Y aconteció, al tiempo en que Faraón envió al pueblo, que Dios no los guió por el camino de la tierra de los filisteos simplemente porque estaba cerca, porque dijo Dios: “Puede ser que el pueblo sienta pesar al ver guerra y ciertamente se vuelva a Egipto”.  Por lo tanto, Dios hizo que el pueblo rodeara por el camino del desierto del mar Rojo. Pero fue en orden de batalla como subieron los hijos de Israel de la tierra de Egipto”. – Exodo 13:17-18

“Entonces ciertamente dirá Faraón respecto a los hijos de Israel: ‘Andan errantes en confusión en la tierra. El desierto los tiene encerrados’.” – Exodo 14: 3

Durante siglos se ha pensado que cruzaron por el brazo del Mar Rojo llamado el Golfo de Suez, y que el Sinaí estaba en la ubicación de la actual Península del Sinaí, pero varias fuentes, incluso el apóstol Pablo, señalan que dicha montaña volcánica estaba en Arabia. Además, la Península del Sinaí era considerada parte del territorio de Egipto en esos siglos.

En las citas bíblicas anteriores ademas notamos que ellos no cruzan por el norte del "Mar Rojo" (Golfo de Suez) ni van por el camino de los Filisteos, sino que caminan por el desierto del mar rojo, el cual realmente hoy se llama el desierto de la Península de Sinaí. Ellos realmente iban a Arabia, más allá del Golfo de Aqaba. Allí en Arabia estaba el verdadero Monte Sinaí, el Volcán de Dios. Parece ser que ellos estaban siguiendo la dirección de la pluma del Volcán Hala-'l Badr:

“Y Jehová iba delante de ellos durante el día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y durante la noche en una columna de fuego para darles luz, para ir de día y de noche” – Éxodo 13:21

Luego parece ser que ellos llegan al puente natural de Nuweiba que sería la “calzada” natural por la que atraviesan hacia Arabia por el Golfo de Aqaba. Sin embargo, algunos han cuestionado la existencia real de dicha "calzada" y parece más probable que hayan cruzado por la Isla de Tiran y esos islotes sumergidos que con un fuerte viento podrían haber generado un paso natural. 

Además, la ruta señalada a continuación era parte del territorio egipcio y concuerda con el "camino del desierto del Mar Rojo" mencionado en Éxodo y que el "desierto los tenía atrapados".






“Moisés ahora extendió su mano sobre el mar; y Jehová empezó a hacer que el mar se retirara por un fuerte viento del este durante toda la noche, y que la cuenca del mar se convirtiera en suelo seco, y se iba efectuando una partición de las aguas. Por fin los hijos de Israel fueron por en medio del mar sobre tierra seca, mientras las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda”. – Exodo 14:21-22

Notamos que un viento fuerte durante toda la noche hizo la separación. No fue automático como en las películas. El Salmo 106:9 lo confirma:

 "Por consiguiente, reprendió al mar Rojo, y este gradualmente se secó". 

Simulaciones de computador, parte de un estudio mayor sobre cómo los vientos afectan a las aguas, mostraron que el viento puede empujar y hacer retroceder el agua creando una zona transitable, señaló el equipo del Centro Nacional de Investigación Atmosférica (NCAR por sus siglas en inglés) y la Universidad de Colorado en Boulder. “Las simulaciones encajan de forma bastante cercana con el relato en el Éxodo”, dijo Carl Drews de NCAR, que lideró el estudio.

"La separación de las aguas puede entenderse mediante dinámica de fluidos. Los vientos mueven el agua de una forma acorde a las leyes de la física, creando un pasaje seguro con agua a ambos lados y permitiendo luego volver al agua de forma abrupta", indicó. En él se muestra que un viento de 101 kilómetros por hora, soplando de forma continua durante 12 horas, pudo hacer retroceder las aguas de 2 metros de profundidad.

Estas son las simulaciones por ordenador, pero situadas en otra zona más al norte. El resultado, sin embargo, pudo ser semejante al del cruce más probable:



Y lo mismo ocurre cuando el fenómeno termina, ya que se dice que “Y el mar empezó a volver a su estado normal al amanecer. (…) Y las aguas siguieron regresando. Finalmente cubrieron los carros de guerra y a los soldados de caballería que pertenecían a todas las fuerzas militares de Faraón y que habían entrado en el mar tras ellos”.

Al parecer antes del retorno gradual de las aguas, los israelitas ya habían atacado a las fuerzas de Faraón en ese cruce durante la noche.  Parece que algunos se aprovecharon de la circunstancia nocturna y actuaron en defensas (como dicen los Documentos de Urantia) para que en el terreno se pudiesen estancar los carruajes y que éstos perdieran ciertas ruedas, lo cual fue atribuido a la Divinidad por los escribas posteriores. Esto haría que a éstos egipcios les costase huir cuando el Mar regreso a la normalidad. Cuando se dice que las aguas cubrieron a los carros y soldados egipcios se debe a que el agua los encontró ya derribados y en el suelo por el asalto israelita.

Algunos señalan a la Estela egipcia de la Tormenta en la que se habla de un dios desconocido que provoca una de las plagas similares a las descritas en la Biblia, la oscuridad, y  también se describe como una gran tormenta. Esta tormenta climática debe estar vinculada al fenómeno de los vientos en el Mar Rojo. De hecho, también se le llama la "Estela de la tempestad".  Es posible que incluso estos disturbios climáticos continuaran después del éxodo y se asentaron en Egipto por unos días. Precisamente la estela habla de intensas lluvias y tormentas que duraron varios días, con cielos ennegrecidos y grandes inundaciones, que llenaron de cadáveres flotando en río Nilo y que destruyeron todo a su paso desde el Delta hasta las zonas del Alto Egipto. Estos cadáveres flotando se parece a la descripción de los soldados muertos en la huida.

Moisés esperó que las condiciones climáticas se agravaran en Egipto para tener la certeza del apoyo de la Providencia Divina. Él era un fuerte creyente en que las fuerzas de la naturaleza eran manifestaciones divinas. Sin embargo, parece que no todos los egipcios e israelitas eran tan creyentes como él. Por esa razón la falta de fe y cuestionamientos hacía Moisés fueron constantes en algunos miembros del Pueblo y de los Egipcios.