La historia del
Diluvio no se basa en un mito irreal. Efectivamente grandes inundaciones
afectaron el mundo cercano al Edén:
(890.8) 80:2.4 Por las épocas de estos cambios
climáticos en África, Inglaterra se separó del continente, y Dinamarca emergió
del mar, mientras que el istmo de Gibraltar, que protegía la cuenca occidental
del Mediterráneo, cayó como resultado de un terremoto, de manera que
este lago interior se elevó rápidamente al nivel del Océano Atlántico. Acto
seguido se sumergió el puente terrestre siciliano, creando de esta manera un
solo Mar Mediterráneo y conectándolo con el Océano Atlántico. Este
cataclismo de la naturaleza inundó decenas de asentamientos humanos y ocasionó
la mayor pérdida de vidas por inundación de la entera historia del mundo.
(891.1) 80:2.5 Esta inundación de la cuenca del Mediterráneo limitó inmediatamente los movimientos de los adanitas hacia el oeste, mientras que el gran influjo de saharianos los llevó a buscar salidas para su población en aumento hacia el norte y el este de Edén. A medida que los descendientes de Adán se trasladaban hacia el norte desde los valles del Tigris y del Eufrates, se encontraron con barreras montañosas y con el por entonces más expandido Mar Caspio.
(891.1) 80:2.5 Esta inundación de la cuenca del Mediterráneo limitó inmediatamente los movimientos de los adanitas hacia el oeste, mientras que el gran influjo de saharianos los llevó a buscar salidas para su población en aumento hacia el norte y el este de Edén. A medida que los descendientes de Adán se trasladaban hacia el norte desde los valles del Tigris y del Eufrates, se encontraron con barreras montañosas y con el por entonces más expandido Mar Caspio.
(874.7) 78:7.2
Durante miles de años tras la sumersión del primer Edén, continuaron elevándose
las montañas a lo largo de la costa oriental del Mediterráneo y las del
noroeste y noreste de Mesopotamia. Cerca
de 5000 a .
de J.C. se aceleró considerablemente esta elevación de las tierras altas, lo
cual, juntamente con mayores nevadas en las cordilleras del norte, produjo cada
primavera inundaciones inauditas por todo el valle del Eufrates. Estas
inundaciones primaverales fueron empeorándose cada vez más de tal modo que, a
la larga, los habitantes de las regiones fluviales se vieron obligados a irse a
vivir en las tierras altas del este. Durante
casi mil años decenas de ciudades quedaron prácticamente abandonadas debido a
estos vastos diluvios.
Desde tiempos
remotos cuando Dalamatia fue inundada hay recuerdos de vastos cataclismos.
Inundaciones posteriores asociadas al Primer Jardín, al Mar Mediterráneo, en el
Mar Negro y en el Mar Caspio sumaron a éstas tradiciones. Y más recientemente
las grandes inundaciones de Mesopotamia también sumaron a la creación posterior
del “Diuvio Universal”. La arqueología y geología han demostrado la existencia
de éstos varios diluvios locales y dispersos.
Los
adanitas y anditas (que exploraron hasta el último rincón del globo) llevaron éstos
recuerdos sumados de hechos diferentes, pero fundidos y resumidos en una gran
narrativa. Es frecuente que hechos históricos similares pero separados por
siglos, vistos desde una perspectiva más lejana, suelen ser refundidos en un
gran acontecimiento. Así el “Diluvio” adquirió un carácter global. De hecho,
los últimos anditas llevaron los recuerdos a varias zonas del desastre más
cercano a la época de Noé. Pero un Diluvio global simultáneo en un solo momento
es otra cuestión:
78:7.4 (875.1) Son universales las narrativas tradicionales de una
época en la cual el agua cubría la superficie entera de la tierra. Muchas razas
conservan la historia de un diluvio mundial en alguna edad pasada. La historia
bíblica de Noé, el arca y el diluvio es invento del sacerdocio hebreo durante
su cautividad en Babilonia. No ha habido nunca una inundación universal desde
que se estableció la vida en Urantia. El único tiempo en que la superficie de
la tierra estuvo completamente cubierta de agua fue durante aquellas edades
arqueozoicas, antes de que despuntara la tierra.
La
imposibilidad simultánea de un Diluvio global al mismo tiempo se observa en las
dunas de los desiertos, el gran cañón de EEUU,
y otros depósitos que no se
forman bajo las aguas rugientes de un Diluvio. Estos requieren no sólo de
tiempo, sino también, de tierra seca. Además, es completamente imposible que
las plantas sobrevivieran a un año de inundación. Sin embargo, la Biblia indica
que una paloma trajo una rama de Olivo, lo cual indica que la inundación,
aunque vasta, era un fenómeno local. Además, si la mayoría de los árboles
estaban podridos y muertos, y las plantas y cosechas dañadas, ¿cómo se podrían
alimentar las decenas de especies animales herbívoras que salieron del arca? Tras
el diluvio, se hubiera perdido la producción primaria del planeta, a excepción
del fitoplancton. Si el agua era dulce, mataría a los organismos marinos por
descompensación osmótica. Si era salada, morirían los de agua dulce y además, ¿dónde están los tremendos depósitos salados
que debería haber? Y no menos interesante es como los canguros y otras especies
encerradas en ese continente llegaron a Australia después del hipotético
diluvio global, una Isla Continente aislada.
Así que
una suma de vastos diluvios que abarcaron una gran zona dio origen a la
narrativa posterior. Según los Documentos de Urantia Noé efectivamente existió:
(875.2) 78:7.5 Pero Noé en efecto vivió; era un viñador de Aram, un poblado
ribereño cerca de Erec. Llevaba cada año un registro escrito de los días de las
crecientes del río. Fue objeto de gran escarnio porque subía y bajaba el valle
del río propugnando que se construyeran de madera todas las casas a manera de
barcos, y que se subieran a bordo todas las noches los animales domésticos al
aproximarse la estación de inundaciones. Iba a los asentamientos ribereños
vecinos cada año y les advertía que en tantos días vendrían las inundaciones.
Finalmente llegó un año en que las inundaciones fueron aumentadas
considerablemente por precipitaciones pluviales insólitas de modo que la
crecida repentina aniquiló la aldea entera; sólo se salvaron Noé y su familia
inmediata en su casa flotante.
Hoy podríamos calificar a Noé de un
climatólogo y científico. Un ecologista que advierte de los peligros de la
naturaleza y el cambio climático. Sin embargo, el Diluvio que padeció fue en su
región y zona específica del mundo (debido a las causas anteriores descritas). El hecho de que Noé pudiera anticipar el
desastre con su método científico de registros era considerado por las gentes
como un sinónimo de un “vidente”. Así se incrusta la idea de que Noé tenía
contacto con la Divinidad y Dios le anticipó el desastre.
No abarcó a todo el mundo, y tampoco fue
ordenado como un castigo de Dios a los malvados. Esta historia modificada fue
diseñada durante el exilio judío en Babilonia:
(875.1) 78:7.4 La historia bíblica de
Noé, el arca y el diluvio es invento del sacerdocio hebreo durante su
cautividad en Babilonia. No ha habido nunca una inundación universal desde que
se estableció la vida en Urantia.
(874.8) 78:7.3 Casi cinco mil años
más tarde, al intentar los sacerdotes hebreos cautivos en Babilonia volver sobre
los pasos del pueblo judío remontándose hasta los tiempos de Adán, se toparon
con grandes dificultades en reconstruir la historia; a uno se le ocurrió
abandonar el esfuerzo, a fin de dejar que el mundo se ahogara en la maldad de
la época de la inundación de Noé, y así estar en mejor posición para remontarse
al origen de Abraham a partir de uno de los tres hijos sobrevivientes de Noé.
Noé fue un personaje real, su arca y
la inundación fueron catástrofes y eventos locales muy impactantes en esa zona.
El carácter universal y como castigo divino fue añadido en el exilio muchos
siglos después. ¿Hay pruebas bíblicas internas que lo confirmen? Claro que sí.
Los sacerdotes judíos sabían de éstas
antiguas inundaciones por los varios registros preexistentes de los cuales
hasta los babilonios y sumerios conocían. Sabían de una aniquilación
descontrolada y para nada selectiva en dónde murieron no solo hombres sino
también los animales de la región.
Por esa razón tuvieron que crear una
explicación en la que Dios también se indignaba con los animales. Eso lo deja
ver el mismo Génesis:
De modo que Jehová dijo: "Voy a
borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado, desde hombre
hasta animal doméstico, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los
cielos, porque de veras me pesa haberlos hecho". - Génesis 6:7
¿Qué culpa tenían los miles de
animales de la maldad del hombre? ¿Por qué le pesa a Dios la creación de éstos
seres vivos? Pareciera más bien una destrucción indiscriminada. Esto sería
semejante a si Dios al destruir a los malvados en el futuro Armagedón bíblico,
aniquilara también los bosques, animales, aves, etc. Esto está en contra de una
destrucción selectiva divina. Justamente por esa razón hay grupos evangélicos
que argumentan que toda la Tierra será quemada algún día como castigo divino
incluyendo a todos sus seres vivos.
Puesto que ese suceso catastrófico
natural ocurrió aniquilando gran parte de la creación de la zona, los
redactores de la crónica del Génesis necesariamente tenían que declarar que
Dios también estaba indignado con los animales y aves.
Otro de los detalles más anacrónicos
que se presentan en las Escrituras sobre la narración diluviana es el siguiente:
Después de eso Jehová dijo a Noé:
"Entra, tú y toda tu casa, en el arca, porque es a ti a quien he visto
justo delante de mí en medio de esta generación. De toda bestia limpia tienes
que tomar para ti de siete en siete, el macho y su hembra; y de toda bestia
que no es limpia solamente dos, el macho y su hembra; también de las
criaturas voladoras de los cielos de siete en siete, macho y hembra, para
conservar viva prole sobre la superficie de toda la tierra. - Gen. 7:1-3 (T.N.M)
¿Cómo era posible que Noé supiera la
diferencia entre una bestia limpia e inmunda si la Ley de Moisés fue dada
muchos siglos después? Solamente con la Ley Mosaica muchos siglos después
comenzó a establecerse un catálogo ceremonial que diferenciaba a los
animales limpios de inmundos, algo que finalmente resultó ser muy escrupuloso
para el pueblo judío.
Este detalle significativo del
Génesis nos hace ver que la narrativa parece haber sido modificada por algún
escriba o copista de épocas posteriores que creó y dio forma final al relato
registrado en el texto actual.
De hecho, cuando el compilador del
relato escribe sobre los animales en el capítulo anterior (Génesis
6) se le olvidó el detalle de las bestias limpias y no limpias:
"Y de veras establezco mi pacto
contigo; y tienes que entrar en el arca, tú y tus hijos y tu esposa y las
esposas de tus hijos contigo. Y de toda criatura viviente de toda clase
de carne, dos de cada una, traerás dentro del arca para
conservarlas vivas contigo. Macho y hembra serán. De las criaturas voladoras
según sus géneros y de los animales domésticos según sus géneros, de
todos los animales movientes del suelo según sus géneros, dos de cada uno
entrarán a donde ti allí para conservarlos vivos". - Génesis 6:18-20
Notamos el énfasis en que el redactor
(atribuyéndole a Dios) hace del ingreso de los animales. Dice que de todas las
criaturas (incluyendo a los domésticos que serían llamados en el futuro
inmundos) dos de cada uno ingresarían al arca.
Pero parece que Dios no tomó en
cuenta la susceptibilidad de los lectores judíos de la época de Babilonia y el
retorno del destierro de los días de Esdras, así que "Dios" un poco
se desdice de la instrucción anterior y vuelve a mencionar nuevamente toda la
orden pero de ésta forma:
"Entra, tú y toda tu casa, en el
arca, porque es a ti a quien he visto justo delante de mí en medio de esta
generación. De toda bestia limpia tienes que tomar para ti
de siete en siete, el macho y su hembra; y de toda bestia
que no es limpia solamente dos, el macho y su hembra; también de las
criaturas voladoras de los cielos de siete en siete, macho y hembra, para
conservar viva prole sobre la superficie de toda la tierra". - Gen. 7:1-3
Parece ser que esta enmienda en el
relato como segunda orden obedece a que en la época del destierro en Babilonia
y en el regreso del exilio para los judíos hubiese sido repulsivo que no se
señalase en el relato que no había distinción de animales conviviendo con Noé
en el arca. Este detalle lo haría más aceptable para estos judíos que
necesitaban restablecer su respeto a la Ley. Esto demuestra que el
relato es posterior y se relee con esa cultura judía ya desarrollada.
Y también el redactor del relato
bíblico iba a mencionar el detalle de los sacrificios de animales tras la
salida del arca. No olvidemos que al momento de la salida del arca los hombres
y animales reciben nuevamente el mandato de reproducirse (Gen. 8:17). En la
narrativa si Noé hubiese sacrificado a la sola pareja de animales, los habría
extinguido como especie. Por esa razón es necesaria la enmienda de Gen.
7:1-3, ya que en Gen. 8: 20 se indica que se tuvo que sacrificar a los limpios
los cuales eran de "siete en siete". De esa forma, calzaría el resto
del relato. Pero claramente el escriba comete el desliz de comentar sobre los
animales limpios e impuros como si ya Noé hubiese sabido de ellos. Esto nos
indica que gran parte del relato es una construcción posterior.
Fue Esdras y un grupo de sacerdotes
en Babilonia y tras el retorno de los judíos que hicieron una compilación de
los libros sagrados de acuerdo a las necesidades de los judíos repatriados.
El Diluvio, Noé y el arca fueron
efectivamente reales. Fue un desastre natural de gran magnitud, sumado a otros
desastres anteriores.
Los hebreos de épocas posteriores
sabían de ese gran cataclismo(s) y le adjudicaron a Dios la causa de éstos
porque era lo común dado el pensamiento religioso de la época (deidades y castigo) y porque Moisés
creía en la Providencia y la asociación de los fenómenos naturales a causas
divinas. Y en un afán por dejar un modelo aleccionador e inspirador de
obediencia para los judíos exiliados y retornados se enfatizó esta historia
como un castigo de Dios.
Parece ser que los sacerdotes judíos
usaron la historia real del Noé viñador y crearon una especie de
novelización de los hechos destinada a los judíos exiliados y repatriados
como primer público lector, en dónde claramente cometieron el desliz comentado
en esta entrada. Y quizás ni siquiera fue un desliz por que el mismo Génesis
contiene elementos de la Ley aplicados a la cosmología de la creación (El
sábado de Dios tras la creación, los animales impuros y puros en el arca, etc).
Ellos ni siquiera imaginaban que la Biblia no quedaría únicamente circunscrita
al mundo judío sino que con el tiempo llegaría a otros pueblos. Creyeron que el
relato solamente sería leído por un universo de lectores hebreos. El hecho, de
que el Génesis es una construcción muy posterior queda demostrada en varios
deslices cometidos por los escritores. Algunos ejemplos:
“Y el nombre del tercer río es Hidequel;
es el que va al este de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates”. –
Génesis 2:14
Aquí se narra la ubicación del Jardín
de Edén, y se comenta la existencia de Asiria como referencia
a este jardín. Esto demuestra que Asiria ya existía al tiempo de la
narración de éste pasaje. Además el redactor habla del rió Hidequel,
nombre dado en la época del exilio en Babilonia al río Tigres:
“Y en el día veinticuatro del primer
mes, mientras sucedía que yo mismo estaba en la ribera del gran río, es
decir, Hidequel” – Daniel 10:4
Y otro detalle que se le escapó al
redactor de Génesis:
“Y Abrán siguió a través de la tierra
hasta la ubicación de Siquem, cerca de los árboles grandes de Moré; y
en aquel tiempo el cananeo estaba en la tierra” – Génesis 12:6.
Las palabras anteriores, por lo
tanto, fueron escritas cuando el cananeo ya no estaba en la tierra,
una época muy posterior al reinado de David inclusive. El
escritor del Génesis tiene claro en que tiempo histórico él se encuentra, y
que, por lo tanto, está describiendo una historia del pasado remoto.
Los sacerdotes judíos sabían de las
antiguas inundaciones por los varios registros preexistentes de los cuales
hasta los babilonios y sumerios conocían. Sabían de una aniquilación
descontrolada y para nada selectiva en dónde murieron no solo hombres sino
también los animales de la región. Esta historia base la podemos encontrar en
los registros sumerios. Los Sumerios nos hablan de Gilgamesh. Este en su epopeya
legendaria visitó a su antepasado Utnapistim, sobreviviente del Diluvio. En la
conversación que tuvieron, Utnapistim explicó que se le había dicho que construyera
una embarcación e introdujera en ella ganado y bestias salvajes, además de su
familia. En esta historia se
inserta la idea de que el cataclismo es un castigo de los dioses. Es muy
significativo el significado de Utnapistim: "El
reposo de los hombres". Precisamente la variante y pronunciación hebrea
"Noé" (No - Ah) significa "El traerá descanso o reposo".
Utnapishtim claramente es Noé. Y
las similitudes entre ambos relatos lo confirma. Los sumerios crearon una
narración épica de Noé. Posteriormente
los judíos al momento del exilio en Babilonia escucharon mucho sobre la
historia del "descanso de los hombres". Seguramente todavía quedaban
rastros de los antiguos diluvios en las riberas del Éufrates. Restos de
animales y ciudades daban testimonio de las aguas diluviales. De hecho,
Noé vivió cerca de Erec, y los Babilonios consideraban a Erec la
residencia de Gilgamesh. Los habitantes de Erec se hallaban entre los
pueblos que el emperador asirio Asnapar trasladó a Samaria. (Esd 4:9, 10.) Los sacerdotes hebreos al realizar su relato de la
creación se toparon con la historia inspiradora de Noé y la
tradujeron al hebreo realizando algunos cambios. La adaptaron al monoteísmo e
incluyeron el detalle de los animales puros e impuros, entre otras cosas.
El hecho de darle un carácter de
dramatismo universal o global en la narrativa judía del Diluvio es común en los
escritores bíblicos.
En muchos casos se usa un lenguaje dramático
que desde la perspectiva de un observador local pareciera ser global.
Sobre el llamado futuro “Día de
Jehová” la Biblia declara:
“Sin falta pondré fin a todo de sobre
la superficie del suelo”, es la expresión de Jehová. “Pondré fin al hombre terrestre y a la bestia. Pondré fin a la criatura
voladora de los cielos y a los peces del mar, y a los tropiezos con los
inicuos; y ciertamente cortaré a la humanidad de la superficie del
suelo —es la expresión de Jehová—
“Ni su plata ni su oro podrá
librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda
la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno
terrible, de todos los habitantes de la tierra.” – Sofonías 1: 2,3,
18
Cómo notamos, si solo tuviésemos la
información de Sofonías, inmediatamente llegaríamos a la conclusión de que el
Armagedón aniquilará a “todos los habitantes de la Tierra” e
incluso ¡hasta los peces del mar! ¿Debe tomarse a fuerza de literalidad el
citado pasaje? ¿Qué sucedería si es insertado en una crónica “histórica”?
El Diluvio barrió solo la zona
extensa del territorio de Noé. Ese fue el "mundo" para Noé, toda
"la creación bajo el cielo".
Pablo también usó una expresión
similar para referirse al alcance de la predicación en el siglo I.
"y que se predicaron en TODA la
creación que está bajo el cielo. De estas buenas nuevas yo Pablo llegué a ser
ministro.”—Col. 1:23.
Pero no hay ninguna evidencia creíble
que en TODO el planeta ya habían llegado los misioneros cristianos. Es evidente
que se habla desde una perspectiva local.
De modo que Jehová dijo: “Voy a
borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado, desde hombre
hasta animal doméstico, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los
cielos, porque de veras me pesa haberlos hecho”. – Gén. 6 :7
Para que el Diluvio fuera realmente
global, la humanidad también tenía que estar ya habitando GLOBALMENTE la
Tierra. De lo contrario no se entiende que aniquile a los animales que moraban
en extensas zonas deshabitadas. Esto sería semejante a incendiar una casa para
matar a un ratón que la habita. Las personas rara vez meditan en este hecho.
Incluso, entrando en la lógica bíblica, la Humanidad malvada de los días de Noé
precisamente habitaba concentrada en la zona de Noé. Los textos bíblicos
declaran que la expansión por el globo o las islas del mundo, es solo posterior
al Diluvio. Es inverosímil que para castigar a los malvados concentrados en una
zona, se aniquile a todo el planeta. Esto demuestra que el asunto era local y
específico.
78:7.6 (875.3) Con estas inundaciones
finalizó la disolución de la civilización andita. Al terminar este período de
diluvios, ya no existía el segundo jardín. Únicamente en el sur y entre los
sumerios quedaban pocos rastros de su antigua gloria.
Así que ésta narrativa fue uno de los
últimos relatos anditas llevados a los rincones del mundo, y así se creó la
historia diluviana global. Pero estos vastos diluvios existieron, pero
claramente fueron hechos vinculados a los fuertes cambios climáticos.
Posteriormente se incluyó a Dios como causante de ésta calamidad. Pero Dios no
tiene que ver con los desastres naturales. El Diluvio es el primer gran
desastre natural de la narrativa bíblica que fue reinterpretado con una
concepción divina posterior. Pero cuando examinamos dicha misma narrativa en
sus propios detalles, descubrimos la verdad.
En mi opinión personal, más que
discutir la autoría divina de ésta calamidad, la enseñanza radica en que al
igual que Noé debemos hacer caso de las advertencias de los expertos. Podemos
salvar la vida si tomamos medidas adecuadas que nos protejan del cambio climático
y de los desastres naturales.
La necedad, la incredulidad, la poca
solidaridad, la pereza y la inacción para tomar medidas preventivas ante los posibles
desastres de la naturaleza son las lecciones principales del Diluvio de Noé.