lunes, 28 de octubre de 2019

Paz interior en medio del caos


La situación inestable en tantas naciones del mundo como Chile, Ecuador y otras latitudes, me traen a la mente cual debe ser el esfuerzo de quiénes sabemos sobre la Paternidad de Dios. Más que nunca debemos orar y estrechar nuestro vínculo con nuestro Ajustador Residente. Si usted vive cerca de zonas de disturbios y conflictos, éstas palabras de Jesús nos ayudan a fortalecer nuestra Fe Interna en la seguridad de nuestra Filiación con Dios:

176:3.2 (1916.2) ¿Qué más he de decir? La caída de las naciones, la derrota de los imperios, la destrucción de los judíos incrédulos, el fin de una era, aun el fin del mundo, ¿qué tienen que ver todas estas cosas con el que cree en el evangelio y que ha refugiado su vida al amparo del reino eterno? Vosotros que sois conocedores de Dios y creyentes en el evangelio, ya habéis recibido la certeza de la vida eterna. Puesto que vuestras vidas han sido vividas en el espíritu y para el Padre, nada puede ser una preocupación seria para vosotros. Los constructores del reino, los ciudadanos acreditados de los mundos celestiales, no se molestan por los altibajos temporales ni se perturban por los cataclismos terrestres. ¿Qué importancia tiene, para vosotros que creéis en este evangelio del reino, de que caigan las naciones, que termine la era, que todas las cosas visibles se destruyan? en vista de que sabéis que vuestra vida es el don del Hijo, y que está eternamente segura en el Padre. Habiendo vivido la vida temporal por la fe y habiendo rendido los frutos del espíritu en forma de la rectitud que se manifiesta en servicio amoroso para con vuestros semejantes, podéis contemplar con confianza el próximo paso en la carrera eterna, con la misma fe de sobrevivencia que os ha llevado a través de vuestra primera y terrenal aventura en la filiación con Dios.

Lo anterior no significa que el creyente sea insensible al bienestar social del mundo. Ciertamente es un agente de cambio positivo. Pero las expresiones anteriores de Jesús se asocian a una actitud interior para evitar el pánico y el temor en abundancia. No es fácil, pero si nos adentramos en la Fortaleza del Ajustador, podremos sentir el abrazo del Padre que nos transmite calma en medio de la Tormenta.