martes, 19 de noviembre de 2019

El regalo de la Personalidad

112:2.6 (1228.1) En todos los conceptos sobre la individualidad se debería reconocer que el hecho de la vida viene en primer lugar, y que su evaluación o interpretación viene después. El niño humano primero vive, y posteriormente reflexiona sobre su vida.

En la entrada pasada notamos que algunos asuntos relativos al Ajustador suelen confundirse con que tomemos ciertas decisiones antes de nacer. En realidad, aquello no ocurre, sino los que deciden acompañarnos en posibles circunstancias complejas son los Ajustadores. No obstante, ellos traen un Programa de Vida para cada criatura, y en ésta vida (no antes), somos responsables de aceptarlo o no. 

Por otro lado, conviene comprender lo que es la Personalidad y como ésta puede expresarse. Junto al Ajustador (que es una manifestación del mismo Padre), la personalidad también es un regalo de Dios, pero es totalmente singular e irrepetible. El Ajustador no es personal, la Personalidad si lo es.

Para nosotros la palabra personalidad está asociada a nuestro carácter en desarrollo. Decimos que alguien tímido puede desarrollar su personalidad, etc. Sin embargo, para el Libro de Urantia, esto no es así. No es la descripción de Personalidad. Mas bien se nos dice que es Algo Potencial donado al hombre:

(9.1) 0:5.11  La personalidad del hombre mortal no es ni cuerpo, ni mente, ni espíritu; tampoco es el alma. La personalidad es la única realidad invariable en una experiencia por otra parte constantemente cambiante de la criatura; y une todos los demás factores asociados de la individualidad. La personalidad es el don único que el Padre Universal hace a las energías vivientes y asociadas de materia, mente y espíritu, y que sobrevive con la supervivencia del alma morontial.

La Personalidad es algo ya completo y listo entregado por el Padre Universal a sus Hijos individuales. Y es entregada completa a las "energías vivientes de la materia", vinculadas (como veremos), al cuerpo en formación.

Esta (Personalidad) no se adquiere o modifica, ya viene completa, aunque contenida y no expresada:

(1225.2) 112:0.2 10. La personalidad es única, absolutamente única: es única en el tiempo y en el espacio; es única en la eternidad y en el Paraíso; es única cuando se la recibe como don —no hay duplicados; es única durante cada momento de la existencia; es única en relación a Dios —él no tiene favoritos, pero tampoco las suma entre sí, porque no son sumables —son asociables pero no totalizables.

Esta por la eternidad se desplegará y manifestará. Si pudiera identificarlo con algo, diría que es aquello que hace que tu identidad y tu yo interior sea único y exclusivo. Tu Ser verdadero fue diseñado individualmente por Dios y eres irrepetible en toda la eternidad. Pese a que tu experiencia cambia y se enriquece, tu Singularidad es la misma y única. Pero solo comienza a manifestarse en la medida en que vivimos, no antes de ser concebidos.

¿Quiénes somos realmente? Aún no lo sabemos, y ese potencial ya está listo. La meta de lo que seremos ya es. Pero aún no se manifiesta y no hemos alcanzado a comprenderlo. Solo en la carrera hasta el Padre, experimentaremos la Revelación de nuestra Personalidad.

La Personalidad es un don de Algo Potencial que contiene a nuestro verdadero Ser. Podríamos compararlo a una Semilla de un Roble o Secuoya. Todas las instrucciones y planos de esa semilla están como potenciales escondidos en esa semilla. Pero están listos. El roble no mutará en una flor. Está contenido y es lo que será. Solo necesita desplegarse con el tiempo. Algo así ocurre con un no nacido. Pero la gran diferencia es que maravillosamente nuestra Personalidad es mucho más que la semilla de un árbol.

Sin embargo, no debemos confundir el Don de la Personalidad con las Circunstancias Externas en las que puede interactuar dicha personalidad. Un roble más crecido puede vivir en medio de un bosque reseco, experimentar la explosión cercana de un volcán o un incendio, o vivir por largos años en un medio apacible. Sigue siendo un roble, el mismo árbol,  en medio de las diversas circunstancias externas que lo rodean y que pueden acontecerle o no. Así mismo, la Personalidad (quiénes realmente somos y que no lo sabemos aún del todo) no tiene nada que ver con las circunstancias externas (muchas veces materiales) que nos rodean. Nuestro Poderoso Ser Interior ahí está, Inconmovible, no importa que tengamos que vivir tempestades potenciales o disfrutar de una vida más apacible. Por lo tanto, no hay una Predestinación de nuestras circunstancias particulares en la vida, no las escojemos antes de nacer. Sin embargo, tenemos la capacidad interna para enfrentar todas las posibles circunstancias y embates externos, y aún así mantener nuestra Torre interior.

Ahora bien, el Ajustador viene a morar cuando un niño comienza a tomar decisiones morales (alrededor de los 5 años), pero la Personalidad humana es el don otorgado al momento en que el cuerpo humano comienza a ser formado:

(70.5) 5:6.4  El otorgamiento de la personalidad es la función exclusiva del Padre Universal, la personalización de los sistemas vivientes de energía que él otorga con los atributos de conciencia creadora relativa y con el correspondiente control en forma de libre albedrío. No hay personalidad aparte de Dios el Padre, y no existe personalidad ninguna sino por Dios el Padre. Los atributos fundamentales del yo humano, así como el núcleo en forma de Ajustador absoluto de la personalidad humana, son dones del Padre Universal, que actúa en su dominio exclusivamente personal del ministerio cósmico.

(194.3) 16:8.3  La personalidad es una dotación única de naturaleza original cuya existencia es independiente de la dotación del Ajustador del Pensamiento y antecedente a la misma. Sin embargo, la presencia del Ajustador aumenta la manifestación cualitativa de la personalidad. Los Ajustadores del Pensamiento, cuando provienen del Padre, son idénticos en su naturaleza, pero la personalidad es distinta, original y exclusiva; y la manifestación de la personalidad está ulteriormente condicionada y cualificada por la naturaleza y cualidades de las energías asociadas de carácter material, mental y espiritual que constituyen el vehículo orgánico para la manifestación de la personalidad.

Al parecer cuando ocurre la concepción y comienza a desarrollarse el cerebro humano (para expresión de la mente), recibimos la Personalidad creada por el Padre Universal, ésta es insertada en el vehículo material y orgánico. Después de nacer, comenzará a manifestarse, al igual que esa semilla de roble.

112:3.7 (1230.5)  La personalidad nunca se manifiesta sin la voluntad humana.

Ciertamente la personalidad para expresarse como una singularidad necesita de la voluntad humana y del vehículo de expresión con la mente y el cuerpo, y solo después de nacer ocurre lo anterior. Y la llegada del Ajustador viene a colaborar en dicho proceso, el cual seguirá en la vida moroncial. Por lo tanto, la personalidad No puede escoger antes de la expresión de la voluntad humana, lo cual es después de nacer. O como dice la cita inicial:

112:2.6 (1228.1) En todos los conceptos sobre la individualidad se debería reconocer que el hecho de la vida viene en primer lugar, y que su evaluación o interpretación viene después. El niño humano primero vive, y posteriormente reflexiona sobre su vida.

Sin embargo, los Ajustadores Traen un Programa de Vida para nosotros, un Plan que podemos aceptar o rechazar. La entrada posterior lo tratará.

El contrato o pacto lo hacemos desde ésta vida en adelante....