viernes, 15 de noviembre de 2019

Voluntarios, ley del contrato, etc.

«La ley del "contrato" es una teoría, que me ha costado muchísimos años elaborar y que, afortunadamente, no es segura. Más o menos quiere decir que antes de nacer, no me pregunte en qué momento, se eligen las condiciones de un contrato que tenemos que cumplir. En él se estipula dónde quieres nacer, qué quieres ser y por qué. Después, en la vida se desarrolla, pero se borra de la memoria para que la experiencia no quede ‘descafeinada’.» - J. J. Benítez en 2008.

En varios libros de Benítez se comenta que somos voluntarios, que hacemos un contrato, incluso que somos héroes que voluntariamente nos encarcelamos en circunstancias difíciles (incluso en cuerpos defectuosos). Así se insinúa en libros como al Fin Libre (entre otros). No obstante, Benítez elabora su teoría confundiendo conceptos revelados en el Libro de Urantia:

108:1.2 (1185.4) Aunque no lo sabemos con seguridad, creemos firmemente que todos los Ajustadores del Pensamiento son voluntarios. Pero antes de que se ofrezcan como voluntarios, poseen todos los datos sobre el candidato anfitrión. Los bosquejos seráficos del árbol genealógico y el modelo proyectado de conducta de vida son trasmitidos vía el Paraíso al cuerpo de reserva de Ajustadores en Divinington por la técnica de reflexividad que se extiende hacia adentro desde las capitales de los universos locales hasta las sedes de los superuniversos. Este pronóstico ampara no solamente los antecedentes hereditarios del candidato mortal, sino también la estimación de la dote intelectual probable y de la capacidad espiritual. Los Ajustadores entonces se ofrecen como voluntarios para residir en la mente de aquellas naturalezas íntimas sobre las cuales han recibido información plena.

Nosotros NO somos los Ajustadores. Y los Ajustadores son realmente los voluntarios, los que podrían "hacer un contrato" para ayudarnos en la vida humana. Ellos son los héroes anónimos que nos acompañan.

Lo anterior de los Ajustadores también puede ser confundido con la Personalidad:

(112:1.1) El Padre Universal otorga la personalidad a sus criaturas como un don potencialmente eterno. Tal don divino está destinado a funcionar en numerosos niveles y en situaciones universales sucesivas que van desde lo finito más bajo a lo absonito más elevado, aun hasta los límites de lo absoluto.

Esta personalidad es un Potencial que se abre lentamente en ésta vida, y que manifiesta todo su esplendor (creado ya desde el principio) en la carrera ascendente (más allá de ésta vida inclusive). Y esta personalidad No es autoconsciente antes de nacer, sino que proviene del Padre como un Proyecto que puede o no ejecutarse (el hombre durante la vida puede rechazar este programa, y esquivar el plan para su personalidad, incluso rechazar hasta la vida eterna)

Por lo tanto, no debemos confundir la Personalidad con la Identidad funcional. Es mucho más amplia y excede a ésta vida. En ésta etapa no se ha manifestado del todo. Así que la Personalidad o Quién realmente somos, es invariable y no tiene que ver tanto con las circunstancias de ésta corta vida, sino con lo que nos espera en la Eternidad. La personalidad es la Mariposa que espera manifestarse en la vida eterna, es el potencial de la oruga, pero NO es la oruga,  y por ende, está más pensada en la Eternidad. Es el potencial oculto de quiénes somos. Además, la personalidad solo se vuelve consciente y activa en relación con nuestra mente, decisiones, identidad, alma moroncial naciente y la ayuda del Ajustador. Esto hace que la Personalidad se active. 

Las circunstancias de la vida no son predestinadas ni son escogidas por nosotros antes de nacer, porque aún no estamos ensamblados para que se active nuestra personalidad, aparezca el ajustador, y nazca nuestra alma.  Si ocurriese lo contrario, hasta el rechazo de la vida eterna e iniquidad sería parte del plan de nosotros mismos, algo incompatible con el Libre Albedrío.